Coito entre insectos del mismo sexo

Foto por Vvillamon, vía Flickr.

Durante siglos los naturalistas han observado y documentado el comportamiento homosexual en diversas especies. El famoso explorador George Murray Levick estaba asombrado con la “asombrosa depravación” de los pingüinos de Adelia que observó entre 1910 y 1913 en la Expedición Terra Nova en la Antártida, liderada por el británico Robert Flcon Scott. Levick logró mantener en escondida su bitácora de viaje, lejos del público, por cien años. El documento recientemente descubierto detalla actos como la violación entre pingüinos, abuso a polluelos y demostraciones de horripilante necrofilia, así como las profusas relaciones homosexuales entre aves que el asqueado aventurero, descartando toda imparcialidad, llamó “machos hooligan”.

A pesar de que las preferencias culturales han obscurecido la observación de los actos “pervertidos” en la naturaleza, algunos estudios recientes han establecido un gran espectro de especies que con comportamientos sexuales sin fines reproductivos. Conforme ha aumentado la evidencia de que las relaciones entre animales del mismo sexo es muy común en el reino animal, científicos han dado explicaciones de por qué ser “gay” puede ser un sofisticado truco evolutivo, pese al hecho de que esta práctica no puede hacer bebés. Algunos estudiosos señalan que el orgasmo no reproductivo es una manera de manteer la producción de esperma fresca; algunos piensas que los animales necesitan la práctica; otros sugieren que la copulación entre animales del mismo sexo fortalece la unidad del grupo o establece una estructura jeráquica; y otros más apuestan por la teoría de que los animales solamente se quieren divertir.

Un nuevo estudio sugiere que la misma razón de copulación entre animales del mismo sexo es tan prevalente entre los insectos —algo que se ha observado en el 85 por ciento de bichos machos en laboratorios— puede deberse a que están obligados a estar juntos y no pueden separarse. Algunos científicos también han encontrado el mismo fenómeno en insectos en su hábitat natural. En un artículo recientemente publicado en la revista científica Behavioral Ecology and Sociobiology, los biólogos Inon Scharf, de la Universidad de Tel Aviv, y Oliver Martin del Instituto ETH Zurich exponen la “paradoja evolutiva” del coito entre animales del mismo sexo, y apuntan que mientras las “consecuencias [de dicha práctica] parecen obvias, hay beneficios para la prevalencia de la especie que no parecen muy claros”.

Luego de analizar los estudios que documentan la vida sexual de 110 especies de insectos y arácnidos, los investigadores afirman que no pudieron encontrar una prueba de práctica “intencionalmente gay” entre los bichos. En el estudio concluyeron que la actividad sexual entre miembros del mismo sexo ocurre porque los bichos andan bien calientes y no pueden perder tiempo ni energía discerniendo el sexo de su objeto del deseo. Ellos no tomaron en cuenta su capacidad para diferenciar entre una posible pareja y un güey que acaba de ser rociado de feromonas femeninas, o una hembra que pertenece a una especie diferente, o incluso objetos inanimados (se sabe que el lujurioso escarabajo joya australiano copula con envases de cerveza oscuros). Esta táctica de “coger cualquier cosa que se mueva” (o no se mueva), dicen Schart y Martin, es muy útil porque entre más insectos la lleven a cabo, sin saber a quién se están echando, es más probable que rieguen su material genético a un mayor número de hembras fértiles. Scharf y Martin escribieron que no hay prueba de esta estrategia sea parte de un deseo homosexual. Prefieren el resultado de un simple cálculo: “La consecuencia de rechazar una oportunidad para aparearse con una hembra es más grande que el de aparearse con un macho por error”.

Hablé con Inon Scharf por mail sobre la libido de los bichos, zoología comparada y qué tanto apesta ser un objeto del deseo equivocado.

VICE: Por qué los insectos no han desarrollado un mejor sentido para diferenciar los sexos? ¿Hay alguna ventaja biológica en esa mentalidad tipo ¿será o no será?
Inon Scharf: Eso me recuerda un dicho muy divertido: “Es mejor ser rico y tener salud que estar enfermo y pobre”. Claro, sería mejor distinguir al cien por ciento entre los sexos y evadir los encuentros homosexuales (si aceptamos la suposición de que esta práctica un error), sin que haya consecuencias. Como sea los animales no son perfectos, y hay muchos tipos de intercambios en la naturaleza. Refiramos a la velocidad contra la precisión. Las decisiones aumentan la oportunidad del error. Podría ser mejor decidir rápido y bien, pero esto no sucede normalmente. A veces las decisiones rápidas ayudan más que las lentas y bien pensadas. Esto también se puede aplicar aquí. Pensemos en dos machos. Uno es cien por ciento preciso en sus elecciones de pareja (él elige sólo hembras); los otros cometen algunos errores pero son más rápidos. En el caso de una fuerte competencia, el macho que elige rápido y erráticamente podrá tener más éxito. Este tipo de intercambios sirven para aumentar la variación en la naturaleza.

¿Por qué sacar conclusiones de este tipo de comportamiento sobre todas las especies de insectos? ¿Acaso no muchos de los insectos mencionados en varios estudios tienen diferencias anatómicas y de comportamiento notables? ¿Qué tan consistente es la sexualidad de los insectos en general?
Es un buen punto, que puede involucrar a la ciencia comparativa. Por un lado, por supuesto que tienes razón —cada sistema es único y tiene sus propias características—. Pero por el otro lado, una de las metas importantes de la ciencia es lograr un mejor entendimiento de la vida, y esto puede ser hecho por medio de la comparación de estudios y especies, y también por medio de la observación de cosas comunes (también considerando lo extraordinario de cada sistema). En pocas palabras, las generalizaciones son muy importantes en biología, incluso a costa de la precisión.

¿Qué hay acerca de los insectos machos que están siendo penetrados por otros? ¿Hay alguna desventaja respecto de los insectos que los montan porque creen que son hembras?
Sí, aunque no se sabe mucho al respecto. Primero, pierden tiempo que podría ser empleado en otras actividades (como aparearse con hembras). Esto es particularmente importante si la vida en general es corta y si no hay una “pequeña minuta” para el apareamiento. Segundo, porque no se han desarrollado sus genitales o porque se resisten a aparearse; pueden resultar heridos. Tercero, ellos pueden infectarse de alguna enfermedad sexual, y no lograrán ningún beneficio (como transmitir su esperma a una hembra).

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