Publicidad
Relacionados: Las peores historias de roomates
DAMIEN, 25
Publicidad
Estoy fuera del departamento cuatro o cinco días y los fines de semana trabajo en la noche. Las únicas veces que estamos juntos en el departamento es después del trabajo, una o dos horas cuando mucho. Últimamente he tratado de salir más con mis amigos para no tener que estar ahí. Tenemos una recámara, una sala y un estudio. O estamos en la misma habitación con cierta tensión o me subo a la recámara.Gano apenas lo suficiente para vivir y cuando presentí que íbamos a terminar, busqué un segundo trabajo como bartender los fines de semana para empezar a ahorrar. Una vez le colgué por teléfono cuando estaba fuera con un amigo. Al día siguiente, cuando regresé, vi que había roto un montón de cosas: estrelló reloj despertador contra la pared, tiró una lámpara, rompió un espejo y pateó el barandal. No sé qué va a pasar con el depósito, el departamento está muy dañado. No creo que nos lo regresen. Con eso pude haber pagado el depósito de mi nuevo departamento. Es frustrante tener que sufrir económicamente aparte de todo."Últimamente he tratado de salir más con mis amigos para no tener que estar ahí ". — Damien
SUZI, 30
Publicidad
Fuimos novios por casi ocho años y vivimos juntos todo es tiempo, prácticamente desde el día que nos conocimos. Él tenía 18 en ese entonces y yo tenía 21. Él quería salirse de casa de su mamá y yo ya no quería vivir en los dormitorios de la escuela. Por eso empezamos a vivir juntos, bueno y porque queríamos vernos todo el tiempo. No sentimos que fuera demasiado pronto ni nada.Siempre hemos tenido una buena relación como roomies y compartimos recursos como comida y espacio. En el transcurso de esos ocho años, compartimos habitaciones diminutas, casas llenas de gente y cabañas en granjas. Hasta vivimos en una camioneta juntos durante un mes antes de comprar este edificio."Vivir juntos hace que sea más difícil tener un descanso de nosotros mismos porque seguimos viéndonos". —Suzi
Relacionados: Ya es hora de que superes a tu ex
Terminamos hace un año y cuatro meses. Somos amigos pero no es nada fácil. Todavía nos amamos y creo que vivir juntos hace que sea más difícil tener un descanso de nosotros mismos porque seguimos viéndonos. Todavía vamos juntos al supermercado y cenamos juntos. Hasta he llegado a bañarme en su cuarto. De cierta forma, seguimos muy envueltos en el espacio y la vida del otro.
Publicidad
Lily, 25
Publicidad
Hemos tenido otras parejas y creo que ninguno de los dos se arrepiente de eso, aunque a veces considero la posibilidad de regresar. Él solo ha tenido novias formales y ahora está tratando de mantener las cosas más casuales y físicas por un rato porque no tuvo la oportunidad de hacerlo cuando era más joven.Hasta ahora no ha traído a nadie pero yo todavía me acuerdo de la primera vez que durmió con otra chica. Apenas habían pasado dos semanas desde que terminamos y yo rayé la mesa de la cocina con un cuchillo. Creí que me iba a volver loca. Tuve un colapso mental increíble. Espero que no vuelva a pasar y justo por eso él no ha llevado a nadie a la casa. Probablemente me encerraría en mi cuarto a llorar o me iría. No sé qué tan delgados son los muros."Los primeros dos meses, llorábamos cada que estábamos juntos en la casa".—Lily
Relacionados: Así es empezar a vivir con tu pareja
El primer mes después del rompimiento me la pasé afuera. Me quedaba a dormir en casa de mis amigos. No podía verlo a la cara. Los primeros dos meses, llorábamos cada que estábamos juntos en la casa. No había peleas. En realidad, solo teníamos la misma conversación de siempre y no llegábamos a nada. Tomábamos mucho y casi no dormíamos.Ahora hablamos mucho más que antes. Todas las pláticas son emocionalmente abiertas. Él siempre fue muy tímido para expresar sus sentimientos y necesitábamos hablar. A veces hablamos todo el día sobre cómo nos sentimos. Hay días muy buenos y días pésimos. Aunque, conforme pasa el tiempo, los días buenos cada vez son más comunes.Ahora tenemos contratos por mes pero yo no planeo irme pronto. Cuando me enojo, digo que me voy a ir pero me gusta mucho vivir aquí. No creo que regresemos en el sentido estricto y monógamo; tendría que pasar mucho tiempo. No puedo imaginar mi vida sin él, incluso si nunca volvemos a tener sexo. De todas formas, el sexo nunca fue la base de nuestra relación.Sigue a Belinda Cai en Twitter.