FYI.

This story is over 5 years old.

Cultură

Cómo es vivir con tu ex

"Últimamente he tratado de salir más con mis amigos para no tener que estar ahí ".

Imagen por Sarah MacReading.

Hace dos años, mi novio de ese entonces y yo nos mudamos a Los Ángeles para estudiar la universidad. Terminamos a los dos meses de vivir juntos. Como no me alcanzaba para pagar la renta de 1,200 dólares (casi 22 mil pesos) y ya habíamos firmado contrato por un año, decidimos seguir viviendo juntos otros seis meses. Uno dormía en la cama y el otro dormía en un sillón de la sala. Era incómodo pero, de cierta forma, era agradable ver un rostro familiar en una ciudad desconocida.

Publicidad

Aunque parezca difícil de creer, mi situación es bastante común. Para los jóvenes que viven en ciudades caras, cohabitar después de un rompimiento es a veces la única forma de pagar la renta.

Platiqué con tres personas que viven con sus exes sobre cómo afecta el proceso de curación, cómo es salir con otras personas y cómo se hacen para llevarse bien. Las entrevistas fueron editadas y resumidas para mayor claridad.


Relacionados: Las peores historias de roomates


DAMIEN, 25

Llevamos dos años viviendo juntos y cortamos hace más o menos un mes. Este es el último mes de contrato y después cada quién se va por su lado. Si el contrato no estuviera por terminar, probablemente tendría que cancelarlo. Ella es muy orgullosa y creo que yo también. Para los dos es muy difícil bajarnos de nuestro pedestal y vernos cara a cara.

En la última semana y media, me quedé a dormir en casa de algunos amigos. Antes de eso, justo después de que terminamos, ella tenía lastimada una pierna y no podía moverse mucho. Como dormir juntos era muy incómodo, ella prefería dormir en el sillón. Una semana después, llegó a casa azotando todo, subió las escaleras y preguntó "¿Por qué te quedas la cama? Me duele la pierna y llevamos dos años compartiendo esta recámara. ¿Por qué es tuya?". Fue un malentendido; ella creyó que yo no estaba respetando su espacio porque yo me iba a dormir primero a la cama y ella tenía que quedarse en el sillón. Según yo, lo hizo para correrme de la cama y enojarse conmigo al mismo tiempo.

Publicidad

"Últimamente he tratado de salir más con mis amigos para no tener que estar ahí ". — Damien

Estoy fuera del departamento cuatro o cinco días y los fines de semana trabajo en la noche. Las únicas veces que estamos juntos en el departamento es después del trabajo, una o dos horas cuando mucho. Últimamente he tratado de salir más con mis amigos para no tener que estar ahí. Tenemos una recámara, una sala y un estudio. O estamos en la misma habitación con cierta tensión o me subo a la recámara.

Gano apenas lo suficiente para vivir y cuando presentí que íbamos a terminar, busqué un segundo trabajo como bartender los fines de semana para empezar a ahorrar. Una vez le colgué por teléfono cuando estaba fuera con un amigo. Al día siguiente, cuando regresé, vi que había roto un montón de cosas: estrelló reloj despertador contra la pared, tiró una lámpara, rompió un espejo y pateó el barandal. No sé qué va a pasar con el depósito, el departamento está muy dañado. No creo que nos lo regresen. Con eso pude haber pagado el depósito de mi nuevo departamento. Es frustrante tener que sufrir económicamente aparte de todo.

SUZI, 30

Jared y yo compramos una construcción en Cincinnati y nos fuimos a vivir ahí en abril de 2014. El edificio es de cuatro niveles, tiene un sótano y tres pisos. Al principio vivíamos en el primero piso porque éramos novios cuando lo compramos.

En marzo del año pasado, decidimos que queríamos convertir el primer piso en lo que ahora es FreeSpace —un centro de información sin fines de lucro y un espacio abierto para reuniones—, entonces empezamos a empacar nuestras cosas para mudarnos al sótano. De pronto me di cuenta de que no quería mudarme al sótano y tampoco quería tener una relación.

Publicidad

Él se mudó al sótano y yo me mudé al tercer piso para que hubiera tres niveles de separación entre nosotros. Fue muy conveniente. Por suerte, tenemos mucho espacio para repartirnos. Aunque no deja de ser difícil.

"Vivir juntos hace que sea más difícil tener un descanso de nosotros mismos porque seguimos viéndonos". Suzi

Fuimos novios por casi ocho años y vivimos juntos todo es tiempo, prácticamente desde el día que nos conocimos. Él tenía 18 en ese entonces y yo tenía 21. Él quería salirse de casa de su mamá y yo ya no quería vivir en los dormitorios de la escuela. Por eso empezamos a vivir juntos, bueno y porque queríamos vernos todo el tiempo. No sentimos que fuera demasiado pronto ni nada.

Siempre hemos tenido una buena relación como roomies y compartimos recursos como comida y espacio. En el transcurso de esos ocho años, compartimos habitaciones diminutas, casas llenas de gente y cabañas en granjas. Hasta vivimos en una camioneta juntos durante un mes antes de comprar este edificio.


Relacionados: Ya es hora de que superes a tu ex


Terminamos hace un año y cuatro meses. Somos amigos pero no es nada fácil. Todavía nos amamos y creo que vivir juntos hace que sea más difícil tener un descanso de nosotros mismos porque seguimos viéndonos. Todavía vamos juntos al supermercado y cenamos juntos. Hasta he llegado a bañarme en su cuarto. De cierta forma, seguimos muy envueltos en el espacio y la vida del otro.

Publicidad

Para mí ya no es tan difícil porque ya estoy saliendo con otra persona. Estoy lista para ser solo socios y vivir en el edificio. Ya hasta tenemos un administrador, así que nuestra única tarea juntos es ser caseros. Extraño ciertas cosas de nuestra vida pero estoy feliz de tener este edificio y el proyecto de FreeSpace porque nos mantiene trabajando juntos. También es posible que vivir juntos haya hecho más lento nuestro proceso de sanación.

Mi pareja actual no puede vivir conmigo ni venir a eventos en el edificio, y yo no quiero dejar mi casa. Tenemos la regla de no llevar a las personas con las que estamos saliendo. Pero como ya pasó mucho tiempo, le dije a Jared que no me molesta que lleve gente y yo quiero llevar a mi novio actual pero el no está de acuerdo. Espero que todo sea más fácil cuando él tenga novia.

Lily, 25

Eric y yo cortamos hace cuatro meses después de tres años y medio de estar juntos. Firmamos el contrato de renta hace dos años. Creímos que nunca íbamos a terminar. Él es mi mejor amigo. Ya no estamos juntos en el sentido tradicional de novio/novia pero todavía lo quiero mucho. Vivir juntos no es nada fácil. Ni siquiera sé si es lo más sano. Es como tener una herida que no cierra.

Mi nuevo novio, Tommy, es muy relajado con ese tema. Hasta ahora ha sido muy comprensivo y respetuoso con Eric, que es lo más importante para mí. No puedo estar con alguien que no pueda respetar mi relación con Eric. Tommy sabe todo. Cuando Eric está en casa no tenemos sexo. Me sentiría incómoda. Y estoy segura de que a Eric le incomoda la idea.

Publicidad

Eric duerme en la recámara que compartíamos antes. Yo me mudé al estudio y duermo en una cama que tenía desde antes de andar con él. Tenemos nuestro propio espacio y creo que eso es bueno. Sería muy difícil si compartiéramos habitación. A veces, si no queremos estar solos, dormimos en la misma recámara.

"Los primeros dos meses, llorábamos cada que estábamos juntos en la casa".Lily

Hemos tenido otras parejas y creo que ninguno de los dos se arrepiente de eso, aunque a veces considero la posibilidad de regresar. Él solo ha tenido novias formales y ahora está tratando de mantener las cosas más casuales y físicas por un rato porque no tuvo la oportunidad de hacerlo cuando era más joven.

Hasta ahora no ha traído a nadie pero yo todavía me acuerdo de la primera vez que durmió con otra chica. Apenas habían pasado dos semanas desde que terminamos y yo rayé la mesa de la cocina con un cuchillo. Creí que me iba a volver loca. Tuve un colapso mental increíble. Espero que no vuelva a pasar y justo por eso él no ha llevado a nadie a la casa. Probablemente me encerraría en mi cuarto a llorar o me iría. No sé qué tan delgados son los muros.


Relacionados: Así es empezar a vivir con tu pareja


El primer mes después del rompimiento me la pasé afuera. Me quedaba a dormir en casa de mis amigos. No podía verlo a la cara. Los primeros dos meses, llorábamos cada que estábamos juntos en la casa. No había peleas. En realidad, solo teníamos la misma conversación de siempre y no llegábamos a nada. Tomábamos mucho y casi no dormíamos.

Ahora hablamos mucho más que antes. Todas las pláticas son emocionalmente abiertas. Él siempre fue muy tímido para expresar sus sentimientos y necesitábamos hablar. A veces hablamos todo el día sobre cómo nos sentimos. Hay días muy buenos y días pésimos. Aunque, conforme pasa el tiempo, los días buenos cada vez son más comunes.

Ahora tenemos contratos por mes pero yo no planeo irme pronto. Cuando me enojo, digo que me voy a ir pero me gusta mucho vivir aquí. No creo que regresemos en el sentido estricto y monógamo; tendría que pasar mucho tiempo. No puedo imaginar mi vida sin él, incluso si nunca volvemos a tener sexo. De todas formas, el sexo nunca fue la base de nuestra relación.

Sigue a Belinda Cai en Twitter.