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Tecnologia

Confesiones del último humano sin celular

Cada que lees o contestas un mensaje parece que estás rezando.

Ilustraciones por Jack Graydon.

No he sido partícipe de muchas modas en mi vida: usé Nikes, dormí en una cama, leí Los juegos del hambre. Estoy escribiendo esto desde una Apple MacBook. He conducido un Jeep convertible bajo el sol y he comido palomitas de microondas. He tenido un blog. También Twitter. He trabajado más de 50 horas a la semana por meses. De muchas maneras, soy un ciudadano promedio de Estados Unidos de 37 años, excepto por una cosa.

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Nunca he tenido un celular.

Ya sé, se supone que debo de sentir vergüenza. O por lo menos eso es lo que pienso que debo de sentir. La gente siente pena ajena por mí. El año pasado, mi hermana menor me presentó en una fiesta diciendo: “Este es mi hermano Peter. No tiene celular”. Por lo visto, esta es información vital para describir mi identidad.

Y la semana pasada, una mujer en la calle me pidió prestado mi celular.

Cuando le dije: “Disculpe, no tengo uno”, se horrorizó.

Ella preguntó: “¿Estás bien?”

“¿Que si estoy bien?… No estoy seguro”.

Algunas veces me siento como Holden Caulfield en la escena con la prostituta. Sé que se supone que debo sentir un orgasmo cuando me hablas de un nuevo celular, pero no me excita.

“Espera, ¿me estás diciendo que es lo más nuevo y tiene servicio de sincronización en línea? ¿Y sólo cuesta 629 dólares? ¡¿Por qué no me lo dijiste antes?!”

Cuando veo comerciales donde la gente está hablando sobre 4G, me pregunto: ¿hay 5G o 6G? ¿Será que el 6G es el que usa el CIA o NSA para espiar nuestras vidas? ¿Había un 4F antes del 4G, o un 3G antes del 4G? ¿Qué tal un 3.5F?

No sé cómo funciona la aritmética básica de los celulares. Y tampoco sé si 3D está relacionado con todo eso del G. He visto comerciales que hablan de celulares con 3D, estoy muy confundido al respecto.

Cuando me empiezo a clavar y pensar más sobre esto, estoy considerando usar el alfabeto para vender productos, y claro el alfabeto está limitado —sólo hay 27 letras— pero los números son infinitos, incluso hay números negativos, y si no mal recuerdo hay una infinidad de números entre el número 3 y 4.

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En cuanto a celulares, estoy muy confundido. Yo nunca he enviado mensajes de texto, soy lo que la gente llama “un idiota para mensajear”. No sé lo que significa “LOL”.

Por ejemplo, aprendí que “<3” no significa “menor que tres”.  Me seguía preguntando por qué en internet la gente usaba eso, por un momento pensé que decían “Amo como cantas menor que tres”, o “Estás bien guapo menor que tres”. Me preguntaba por qué no usaban “mayor que 100”.

Uno de mis amigos está en una nueva relación, y se la pasa en el teléfono todo el día. Me preocupa su cuello. Tiene la espalda jorobada y mala postura. Siempre está observando la pantalla de su celular. Oh, perdón. Quise decir siempre está observando la gran pantalla de su majestuoso celular de tecnología avanzada.

Mi hermana tiene el Apple iPhone 5S con Siri. No sólo es de pantalla táctil, sino que también puede reconocer la voz.

Ella le dice al celular: “Localiza un restaurante”.

Y  yo sigo sin entender cómo es que un celular puede encontrar un restaurante.

Ella dice: “Tengo 81 apps gratis”.

“Oh”, le digo, y sólo para hacerla enojar, aunque sé que está presumiendo su celular, “No entendí, ¿te puedes comer 81 aperitivos a la vez”.

Hace poco uno de mis amigos me dijo: “Sería mejor vivir como tú, debajo de una roca”, pero no creo que lo haya dicho con toda seriedad. La gente no quiere ser yo. Vivir sin celular es un peligro. Mis amigos y familia siempre me dicen: “¿Qué tal si estás en peligro?”

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Yo les digo: “¿Qué tipo de peligro?”

Ellos dicen: “¿Qué tal si estás perdido en el bosque y necesitas ayuda?

Les contesto: “¿Cómo me ayudaría un celular si estoy perdido en el bosque?”

“GPS, Pete. ¡Los teléfonos tienen GPS!”

“Oh, claro”, contesto. “GPS. Pero para empezar, ¿por qué estaría perdido en un bosque?”

Ayer me encontré a un indigente en la calle, tenía un letrero que decía: “No tengo comida, no tengo dinero, lo que me puedas ofrecer es una gran ayuda.”

Él tenía un celular moderno gigante con la pantalla táctil fijado a su cinturón. Más allá de la moda, me pregunté qué hacía un hombre pidiendo dinero con un celular así, ¿cómo le hace para pagar el estado de cuenta de un celular así? Me pregunté quién fue la persona que le dijo que era necesario tener un celular así. Yo sé que estoy en Estados Unidos, y es la tierra de la libertad, ¿pero qué significa libertad? Tener un celular caro y el deber de gastar mucho dinero en él.

Por otro lado, he escuchado que algunos hipsters en Portland están poniendo de moda el celular plegable de los 90s. Es como si compras un álbum de The Decemberists y dices que siguen sonando oscuros. O si dices que Green Day o Radiohead son bandas “que nadie ha escuchado”.

Un joven llamado Ashleigh, que usa lentes de pasta, una mascada y una gorra del Che Guevara me dice: “Mi celular no tiene internet y mi plan sólo cuesta 19.99 dólares al mes”.

“Wow”, dije. “Es fantástico”.

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Coloca el celular entre los dos y cierra los ojos, por un momento parece que va llorar. “No puedes hacer nada con esto”, dice mientras apunta al celular. “Sólo puedes hacer llamadas, mandar mensajes y tomar fotos”.

Asentí con la cabeza y le dije: “Wow, eso está súper loco”.

Y luego me pregunté, ¿Qué tal si yo usara uno de estos?

Tengo que admitir, no soy el último ser humano sin celular.

Debe de haber un hombre de 97 años en algún lugar de Estados Unidos que tampoco comprendió cuando su familia le advirtió: “ESTO ES MUY IMPORTANTE. NECESITAS UN CELULAR, ¿QUÉ TAL SI TE PIERDES EN EL BOSQUE?”

Ayer, mi amigo y yo estábamos hablando de Google Glass. Él está a favor de Google Glass y yo estoy en contra.

Él dijo: “ Pete, ¿tienes miedo que estemos volando alto?

“No”, le dije. “De hecho me da miedo que estemos cayendo en un abismo muy profundo”.

“Oh, Pete tú no entie–“ Dejó de hablar y puso su dedo al aire, esa es la señal universal de que acaba de recibir un mensaje de texto.

Está en silencio, es como si estuviera rezando y por respeto no interrumpo su momento religioso.

No soy un creyente pero no quiero interrumpirlo, él está en un momento de oración e interrumpirlo sería grosero.

Peter Brown Hoffmeister es el autor de Let Them Be Eaten by Bears: A Fearless Guide To Taking Our Kids Into The Great Outdoors (Que se los coman los osos: Una guía sin miedo para sacar a tus hijos al mundo),Graphic the Valley (El valle gráfico) y el libro The End of Boys (El fin de los chicos).

Pasó cinco semanas trabajando en una novela en un pueblo de 200 personas en Centroamérica, donde un niño de 12 años tenía un celular plegable. Todos los otros niños del pueblo querían ese celular.