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Cultură

Contempla lo que podría ser el peor video de toda la historia

Por lo visto no aprendimos la lección cuando Rebecca Black hizo el peor video musical de todos los tiempos.

Aprendimos la lección cuando lo hizo Rebecca Black. Cuando Rebecca hizo el video de "Friday" tenía 13 años de edad y su mamá le pagó 4 mil dólares a una productora para que le escribiera dos canciones y le grabara un video sobre lo emocionante que es sentarse adentro o afuera de los autos de sus amigos en el mejor día de la semana, y luego, en resumen, el internet lo encontró y se hizo viral y ahora Rebecca Black es medio famosa, tiene muchos vlogs y promesas musicales. A cada rato se acerca al micrófono en canales de televisión por cable y dice "No, no va a ser como 'Friday'", y "No, mi nueva música no se parece en nada a 'Friday'" y "Sí, 'Friday' fue muy malo. En fin, voy a sacar mi nuevo álbum en 2015, búsquenlo en línea por que no se va a vender en tiendas, todo será en descarga".

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Aprendimos la lección cuando Rebecca Black hizo el peor video musical de todos los tiempos. Todos fuimos adolescentes con ojos soñadores y autotune en algún momento. Todos tuvimos sueños y esperanzas y convencimos a nuestras madres para que gastaran dinero en nuestros actos dementes de arrogancia.

Pero imaginen cometer ese error de adulto. Imaginen creer que es bueno.

Como una princesa inca que ofrece a una virgen como sacrificio a un dios del sol vengativo, hoy les traigo un regalo, y ese regalo es: " Let the Sun Shine" de Martti Sewell. Sé lo que están pensando: 'Espera, ¿el nombre de ese tipo se escribe con dos letras T?' Yo también me sorprendí, es normal. 'Pausa, regrésale: Martti hizo que la modelo caminara muy lento hacia él porque el editor no sabe que existe la función de cámara lenta?'. Sí, lo hizo. '¿Soy yo o las chicas en el video se ven súper incómodas?', están pensando. Y sí, yo también lo noté.

Aquí está el video, véanlo completo y regresen:

Voy a dividir el video en secciones porque es demasiado abrumador verlo completo. Primero lo primero: vean cómo cae a la alberca. ¿No es la caída más deprimente en la historia de la humanidad?

Estaba parado en una pierna esperando la señal del camarógrafo. Contó 1, 2, 3 para aventarse y caer de espaldas con una sonrisa falsa en el rostro. Pero en el último segundo, su expresión se tuerce y pasa de ser "un hombre divirtiéndose" a "un hombre tratando de que no le entre agua con cloro a la boca" y luego el agua lo cubre y se ahoga. Recuerden: es su video. Es su idea y aun así no es capaz de hacer de tripas corazón y sonreír mientras cae. Esta caída debería incluir una nota para los que son propensos a bajonearse. Esta caída me hace querer comprar un vuelo hacia Bélgica.

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En este video hay muchos momentos que nos hacen preguntarnos '¿En serio el mejor toma que lograron?' Por ejemplo, en la imagen de abajo, donde Martti baila con una de las dos modelos con mirada perdida —hay dos chicas, una le da un aire a Rashida Jones, a ella la llamaremos "Rashida Jones Triste"; a la otra la llamaremos simplemente "Sandy". Está claro que Martti tiene a su preferida y que no es Sandy— y la obliga a que se de la vuelta. Ok, nada mal. Pero por alguna razón, el camarógrafo lo graba desde un ángulo muy extraño, como si fuera un acosador que por fin se arma de valor para asesinar a su actriz favorita:

Después, en el segundo 40 podemos ver la desesperanza audiovisual que empieza con Martti teniendo una conversación cantada con él mismo en una habitación vacía, probablemente porque se dieron cuenta que necesitaban esta toma cuando los modelos ya habían recogido sus cosas y huido ido a sus casas:

Y después vemos a Martti bailando en una habitación vacía con un solo láser de disco, con la luz azul y rosa pegándole en la cara mientras sigue son su baile solitario, ese baile de los chicos que hace que todas las mujeres de la fiesta se vayan, ese baile que hace que las chicas se conecten con telepatía como cuando van al baño juntas cuando un tipo tan feo como Martti sonríe atrás de una de ellas y grita "¡Yeah!" y se queda solo, bailando, haciendo ese paso que viene del centro de la espalda, no de la cadera ni de la entrepierna, ese paso que consiste en moverse hacia delante y hacia atrás, ese paso que te convierte en el único hombre en una habitación además del DJ:

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Sigue una serie de tomas rápidas —Martti, con playera, jugando a un lado de la alberca; Martti guiando a Rashida Jones Triste del departamento hacia el balcón— y llega el momento de la verdad, donde se ve que Sandy baila estoicamente al ritmo de los beats antreros que salen de las bocinas de una camioneta mientras el hombre más ebrio de la ciudad trata de ligarse a su amiga. Entonces Martti ve a su alrededor y se da cuenta que las chicas están ahí porque les van a pagar y analiza su vida: tiene 32 años y está produciendo su propio video musical. Si observan su rostro con atención, pueden ver cómo se rompe su corazón:

Hay tantos momentos amateur en "Let the Sun Shine" que no sé si pueda decir que es la miada más elaborada del mundo. Como la parte en la que Martti, con el cabello recién cortado, canta con entusiasmo "Let the sun shine" a la cámara y extiende los brazos frente a un paisaje donde el sol claramente no brilla:

Y luego esta toma donde Martti voltea como si alguien lo llamara y justo cuando empieza a voltear, ese alguien grita "¡PUTO!" y para no perder el estilo, finge que se está acomodando los lentes. Pero se ve que Rashida Triste alcanzó a escuchar el "puto":

Y luego está el juego de tennis sin red, donde lanza la pelota a Rashida Triste, Rashida Triste se la regresa y —no vemos el golpe exacto— la cámara regresa a su posición inicial, lo cual indica que Martti trató de regresarla pero se fue hacia la izquierda y Rashida Triste tiene que correr para alcanzarla mientas el la ve desde lejos, consciente de que su destreza en el deporte le permite hacer un golpe tan perfecto y regresamos a la pregunta inicial: "¿En serio es la mejor toma que lograron?"

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Después tenemos esta toma donde parece que Martti recuerda que sus padres murieron en un accidente automovilístico justo cuando manosea a las dos modelos a la vez y el camarógrafo se tropieza frente a él. Este probablemente el momento más triste de la realidad humana capturado en video, todo mal:

Y regresan a las tomas en la alberca donde Martti claramente está enseñando a Rashida Triste y a Sandy unos pasos de baile con los brazos levantados, con esa vibra de que todas las tomas de este video empezaron con la frase: "¿Traes tu cámara? ¿Y si bailamos en la alberca?" o "¿Traes tu cámara? Podríamos hacer una toma donde Rashida Triste hace como que está leyendo".

Y para terminar, Martti vuelve a hacer su rutina de baile —las castañuelas fantasmas, un favorito— y de la nada enloquece en el jacuzzi, salpica un poco de agua y se avienta a la alberca. El falso Martti Sewell (la estrella de pop favorita del verano) entra a la realidad de Martti Sewell (el hombre que contrató a dos modelos y a un director para que desperdiciaran la mañana del domingo grabando un video musical de 3:41 minutos en un día nublado). El Martti verdadero frente a nosotros decide aventarse del jacuzzi a la alberca para limpiar todos sus pecados:

Al ver a Martti Sewell aventándose a la alberca, me pregunto: ¿me la pasaría bien si fuera amigo de Martti Sewell? Yo creo que sí. Me gusta hacer amistad con hombres egoístas y heridos porque estoy destinado a convertirme en uno y por el momento me hacen sentir mejor conmigo mismo. Además, lo más probable es que Sewell sea hijo de un multimillonario y que se haya ido a Colombia para convertirse en un cantante famoso además de tener un trabajo muy bien pagado en soluciones de seguridad. Por eso supongo que sabe cómo fiestear.

¿Habrá redención para "Let the Sun Shine"? Tal vez sí. Escuchen con atención el rap en el minuto 2:35:

Es hora
de dejar brillar al sol
Dame un minuto para contemplar si trato
De decir con palabras
Lo que no puedo describir
Estoy tan drogado
Sí, nena, es cierto
Algunos me llaman tonto pero cuando estoy contigo
Esas cosas no importan
Amor, paz, diversión y un buen cotorreo

Amor. Paz. Diversión. Buen cotorreo. ¿Quién puede discutir eso? Amor. Paz. Diversión. Buen cotorreo. Los cuatro pilares de la sociedad. Podríamos construir catedrales sobre el amor, la paz, la diversión y el buen cotorreo. Podríamos construir ciudades y crear dioses. ¿Tiene esperanza nuestra generación? No mucha. ¿Puede aspirar a tener una vivienda? ¿Oportunidades laborales? No. El mundo es un juego de azar. ¿Tenemos amor, paz, diversión y buen cotorreo? Sí, a ratos. Cuando la vida te trate mal —cuando el día esté nublado y no le atines a una pelota de tennis, hables solo en una habitación vacía mientras un camarógrafo amateur moviéndose de atrás hacia delante—, solo recuerda extender los brazos hacia el cielo y agradecer al universo por habernos dado amor, paz, diversión, a Martti Sewell y sobre todo, por darnos un buen cotorreo.

@joelgolby