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Cosas que he sacado del culo de la gente

La personas se meten todo tipo de objetos en todos los orificios del cuerpo y el ano es, por mucho, el orificio favorito.

Hay un paciente que ha sacado lo mejor de mí. Ya van tres veces que meto mi mano con guante en su canal anal con miedo de causarle dolor. Pero no, resulta que el masoquista pervertido disfrutó cada segundo. No fui más que un peón en su plan para volver realidad una de sus tantas fantasías sexuales, algo que definitivamente no estaba escrito en mi contrato.

Llegó a la sala de urgencias tambaleándose al caminar y no quiso sentarse en la sala de espera. Lo que pasó fue que trató de hacer sus propias cuentas anales con nueces y pernos dentro de un condón pero el condón se rompió y tanto las nueces como los pernos se quedaron dentro de su ano. Metí mi mano por su esfínter poco apretado hasta la muñeca para poder sacar los pernos y evitar que los bordes lo lastimaran. En su tercera visita al hospital, por la expresión de placer y dolor en su rostro, me di cuenta que las cuentas anales apenas eran la mitad de la diversión. La otra mitad era mi mano moviéndose dentro de su trasero. Me sentí violada.

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La personas se meten todo tipo de objetos en todos los orificios del cuerpo y el ano es, por mucho, el orificio favorito. Cada semana llegan mínimo cinco pacientes con cosas atoradas en el culo. Lo único divertido de tratar pacientes con objetos extraños en el ano es escuchar sus excusas. Un hombre aseguró que guardaba sus pepinos en la regadera, se resbaló y cayó sobre uno de esos pepinos y que por eso terminó perdido en su canal anal.

Las verduras en el recto son muy comunes. La única limitación en el rango de objetos hallados en el ano es la capacidad del recto para alojarlos. La gente es muy imaginativa cuando se trata de estimulación anal autoerótica. ¿Quién ve un huevo cocido durante el desayuno y decide que se vería mejor en su ano?

Y los animales no son la excepción. Un hombre de 50 años de edad insertó una anguila viva en su recto para "curar el estreñimiento". Por desgracia, la anguila devoró parte de su intestino y lo perforó. El hombre tuvo que someterse a cirugía y estuvo dos meses con una bolsa para colostomía. ¿Por qué metió la cabeza primero? Por lo visto, los jerbos también son populares por los rasguños. Una vez llegó un paciente al que le dolía un costado y en las radiografías vimos que un jerbo había mordido su intestino y se había sofocado dentro de él.


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Algunos de los objetos que hemos recuperado son: columnas de bases de cama, manijas de puerta, frascos de mayonesa, velas, una pistola pequeña, un combo de periódico con dulces, un salami de 30 cm de longitud y 20 cm de ancho, pelotas de tenis, un tubo de aluminio (que usaba un prisionero para guardar dinero y otras cosas de valor), mangos de hachas, soldadores eléctricos, una cola de cerdo congelada, una espátula y un picador de hielo. Incluso hubo un caso donde tuvimos que extraer un vibrador de un hombre de 65 años de edad que lo tuvo dentro del recto por seis meses y hasta viajó por el mundo con él. También llegó un chico de 20 años con una botella de V8 en el colon. Trató de sacarlo con un gancho para ropa y se desgarró el colon. Lo triste es que todavía vivía con sus padres cuando pasó y lo acompañaron durante la cirugía. Terminó cagando en una bolsa por el resto de su vida.

Si te gusta meterte objetos domésticos por el culo, ¿qué crees que va a pasar? Los doctores te van a preguntar cómo ocurrió. Puedes decir que te caíste sobre una naranja al tratar de cambiar un foco pero no te van a creer, así que lo mejor es ser honesto. Te van a hacer un examen rectal digital y quizá hasta una radiografía para determinar la naturaleza y la posición del objeto. Normalmente sólo pedimos que te inclines y metemos la mano para sacarlo. Pero si no podemos, es probable que tengamos que anestesiarte. Cuesta trabajo pero es posible meter toda la mano por el recto para sacar un objeto del ano de un paciente anestesiado.

El menor de los riesgos es volverte un pedorro incesante que no puede controlar su esfínter y que tiene que ir al baño a cada rato. Y el mayor riesgo es que te perfores el intestino, lo cual es muy raro pero puede ser mortal. Una vez, encontraron todo tipo de herramientas en el intestino de un hombre durante su autopsia.

En conclusión, si no puedes dejar de masturbarte metiéndote cosas por el ano, entonces cómprate un dildo de buena calidad y agárralo bien para que no tengas que venir al hospital y pedirme que te lo saque.