¿Cuál es la forma más segura de regresar a tu casa cuando estás ahogado?

El mes pasado, la Dirección General de Tráfico de España propuso un plan para hacer la prueba del alcoholímetro a los peatones y multarlos si caminan en estado de ebriedad. El objetivo era reclasificar los que no usan vehículos como "usuarios del camino" y así colocarlos en la misma categoría que a los motociclistas, ciclistas y a los que conducen Vespas (es España al fin y al cabo). El plan fue acusado de ser autocrático y al final se desechó. Sin embargo, según un artículo del periódico The Guardian, la directora de transportes de España María Seguí Gómez defendió la propuesta y dijo que "más de la mitad de los 370 peatones que murieron en 2014 estaban bajo la influencia de drogas o alcohol".

No se sabe de qué fuente sacó esa estadística pero, si caminar ebrio es tan peligroso, ¿entonces cómo se supone que deberíamos regresar a casa? Decidimos evaluar todos los medios de transporte que podrías tomar para llegar a casa y descifrar cuál es el más seguro, al menos estadísticamente.

Foto por el usuario de Flickr Tinou Bao.

Conducir

Es obvio que esta no es una buena opción. Conducir en estado de ebriedad es la causa de un tercio de los accidentes de transito en EU. Aunque sea relativamente seguro conducir bajo la influencia de algunas drogas, hay que aceptar que conducir un vehículo cuando no estás en tus cinco sentidos es como si pidieras a gritos tener un accidente. El año pasado se publicó un estudio donde se analizaron 570 mil choques fatales en los últimos 20 años y resultó que los conductores con 0.1 de concentración de alcohol en la sangre —prácticamente sobrios— tenían 46 por ciento más probabilidad de que los responsabilizaran por un accidente automovilístico en comparación con los conductores sobrios. ¿Cuál es la conclusión? Que no hay forma alguna en que beber y conducir sea una combinación segura, así que mejor descarta esta opción. Y ya que estamos aquí, hay que aclararlo, no sólo conducir un auto es peligroso, también una motocicleta, un avión, un helicóptero y una Vespa.

Foto vía el usuario de Flickr Monk Markus.

Caminar

Uno creería que es una opción más segura que conducir a casa después de una noche de fiesta. Sin embargo, como se dijo en el debate español de si aplicar o no la prueba de alcoholímetro a los peatones, caminar ebrio también implica riesgos. Un estudio realizado en 2011 reveló que era dos veces más probable que los peatones bajo la influencia del alcohol ignoraran las señales de tránsito, y por lo tanto, tienen mucha más probabilidad de ser atropellados. Y cuando los atropellan, las heridas de estos peatones resultan más severas y requieren de una estancia más larga en el hospital. Esto probablemente se debe a que el alcohol hace que reacciones más lento y por lo tanto es más difícil que puedas saltar para esquivar un auto.

Según un informe del Departamento de Transporte y de la Administración Nacional de Seguridad de Transito en los Caminos (NHTSA, por sus siglas en inglés), en el 10 por ciento de los casos donde atropellan a un peatón, el peatón está ebrio. Además, 35 por ciento de los peatones que sufrieron heridas fatales en accidentes automovilísticos tienen 0.08 de concentración de alcohol en la sangre (el límite para conducir según la ley de ese país) o más. Según el informe, estas cifras son aún más dramáticas en otros países. En Australia, 45 por ciento de los peatones atropellados que murieron estaban ebrios. En Reino Unido y Suecia, dos terceras partes de las muertes de los peatones se deben al consumo de alcohol por parte del peatón. Por lo tanto, caminar borracho reduce las probabilidades de dañar a otras personas pero aumenta el riesgo para el peatón.

Foto por el usuario de Flickr Timothy L.

Andar en bicicleta

Andar en bicicleta cuando estás ebrio es menos peligroso que conducir pero más peligroso que caminar.

Según un informe de la Asociación de Gobernadores por la Seguridad en los Caminos (GHSA, por sus siglas en inglés), una cuarta parte de los cientos de muertes al año por accidentes en bicicleta se deben al consumo de alcohol por parte del ciclista. Otro estudio que realizó Johns Hopkins sostiene que consumir alcohol y andar en bicicleta incrementa "en 2 mil por ciento el riesgo que corre el ciclista de sufrir heridas graves". Esto se debe en parte a que los accidentes de ciclistas ebrios con frecuencia suponen otros factores, como tránsito pesado o no traer puesto un casco, pero el punto queda claro. Andar en bicicleta no es una buena opción si estás borracho. Igual que andar en patineta, en patines o cualquier cosa con rueditas.

Captura de pantalla vía Youtube.

Ir a caballo

En términos de seguridad, es difícil saber qué tan peligroso es montar a caballo si estás borracho. En realidad no hay estadísticas que midan esta actividad, pero uno se puede imaginar todo tipo de situaciones horrorosas que podrían presentarse al tratar de hacer que un caballo te lleve a casa. Pero también está este anuncio del estado de Montana, EU, donde se ve cómo un caballo recoge a su amigo humano al salir del bar. Supongo que podría funcionar. Todo depende de qué tan confiable sea tu caballo.

Foto por el usuario de Flickr smplstc.

Transporte público

Los borrachos que se suben al metro suelen ser molestos y no peligrosos. De todas formas, estar ebrio incrementa las posibilidades que de que te caigas, de que te lleve el tren o cualquier otra clase de problemas. Hace un año, la Autoridad de Tránsito del Área Metropolitana de Washington publicó un video de las cámaras de seguridad del sistema de trenes de la ciudad donde mostraban incidentes de personas ebrias que caían por las escaleras o a las vías. "El punto es que hay momentos en los que estás demasiado ebrio para viajar en metro", dijo Dan Stessel, el vocero del metro, para el periódico Washington Post.

También está el estudio con una duración de 13 años que realizó la Universidad de Columbia donde descubrieron que en el 46 por ciento de los accidentes fatales en el metro, la víctima había consumido alcohol. La recomendación que se hizo en este estudio fue que si estás ebrio y vas a viajar en metro, debes ir acompañado de un amigo que te cuide.

A pesar de todo, el transporte público parece una opción mucho más segura que conducir, andar en bicicleta, caminar o ir a caballo. El problema es que el transporte público en la mayoría de las ciudades no funciona de noche, entonces es probable que pierdas el último tren si te quedas hasta que termine la fiesta.

Foto por el usuario de Flickr Jason Tester.

Llamar a un auto de Uber

Uber se inventó para ser el chofer de los borrachos. De hecho, es una parte tan importante de su publicidad que hace poco se asoció con la aplicación del alcoholímetro para facilitarle el viaje a las personas que ya tomaron demasiado.

Según un informe emitido por Uber y patrocinado en conjunto con la asociación Madres Contra Conductores Ebrios, este servicio ha contribuido en gran medida a reducir los accidentes automovilísticos por conducir bajo la influencia del alcohol. De acuerdo con este reporte, los arrestos por conducir en estado de ebriedad en Seattle, EU, disminuyeron en 10 por ciento gracias a Uber.

El mayor riesgo que corres al pedir un servicio de Uber cuando estás borracho es que podrían cobrarte demasiado. Los precios aumentan más o menos a la hora en que empiezan a cerrar los bares y se ha sabido de muchos casos donde los pasajeros terminan con cuentas exorbitantes (como la chica a la que le cobraron 362 dólares [5,422 pesos] por un viaje de 20 minutos). También ha habido casos donde los conductores de Uber manejan sin rumbo para elevar la cuenta (y es más difícil darte cuenta si estás borracho). Una mujer asegura que se desmayó en un auto de Uber y cuando despertó, la cuenta había ascendido a 293 dólares (4,388 pesos) por un viaje tres veces más largo de lo que solicitó.

El otro riesgo es que te estás metiendo al auto de un extraño. De vez en cuando se escuchan historias terroríficas de viajes en Uber que salen mal. Como el conductor de Uber que violó y secuestró a una mujer o el otro conductor de Uber que atacó con un martillo a sus pasajeros. Pero en general, las probabilidades de que te toque un conductor psicópata son mínimas. Si no fuera por los incidentes de los conductores o los precios excesivos de vez en cuando, Uber sería la opción más segura para ir a casa cuando tomaste demasiado.

Foto vía el usuario Flickr James Palinsad.

Tener un conductor designado

Antes de que existiera Uber y todas esas aplicaciones que ofrecen llevarte a casa con sólo tocar un botón, la forma más segura de llegar a casa era tener un conductor designado. Este conductor es una persona que conoces y en quien confías, que no te va a cobrar por llevarte a casa, que te va a quitar la responsabilidad de tener que conducir en ese estado y que probablemente esté dispuesto a hacer todo para que llegues bien a casa. La idea es hermosa. Pero hay un problema: la mayoría de los conductores designados terminan tomando de todas formas.

Un equipo de investigadores decidió comprobar esto hace unos años. Su estudio, el cual fue publicado en el Diario de Estudios sobre Alcohol y Drogas en 2013, reveló que 40 por ciento de los conductores designados no se abstienen de beber y 18 por ciento terminan con 0.5 de concentración de alcohol en la sangre cuando acaba la fiesta. Es fácil decir "un trago no hace daño", pero todos sabemos que conducir después de haber ingerido cualquier cantidad de alcohol puede ser muy peligroso. Entonces, el sistema del conductor designado no es muy efectivo a menos que estés completamente seguro de que el conductor sigue sobrio.

Dicho esto, si tienes un amigo y confías en que no va a tomar esa noche —porque es mormón, straight-edge, alcohólico o lo que sea—, entonces la opción más segura es tener un conductor designado. A menos que tengas un caballo muy bien entrenado.

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