FYI.

This story is over 5 years old.

deportes

La selección de futbol de Sealand

Esta es la historia de una micronación, apostada en el Mar de Norte a las afueras de Inglaterra, que para tener reconocimiento internacional tiene bandera, himno y su propia selección de fútbol.

Éste es el país. Foto vía

Fácil. Nacionalizando extranjeros.

Bueno, no tan fácil.

La Segunda Guerra Mundial finalizó en 1945 dejando tras de sí una estela de desolación, muerte y caos. El mundo se transformó, social y físicamente. La escenografía en la que la Humanidad debería vivir era otra. Ciudades desaparecidas o reducidas a cenizas, grandes migraciones que modificaron la vida cotidiana, paisajes extinguidos. Y una plataforma marina abandonada.

Publicidad

La carrera armamentista implicó construir y construir. Armas, vehículos, tecnologías, bases militares. Gran Bretaña dejó de usar una plataforma que había montado en el Mar del Norte llamada Roughs Tower, y simplemente la abandonó. O se olvidó de su existencia.

En 1956 fue evacuada completamente. De allí en más, la plataforma fue el lugar elegido por las radios piratas para hacer sus transmisiones. En Inglaterra, las radios alternativas fueron llamadas así porque se instalaban en barcos o territorios de ultramar donde el derecho británico no llegaba, para que transmitir sin licencia no significara violar la ley y no pudieran ser perseguidas.

Pero el 2 de septiembre de 1967, Paddy Roy Bates, uno de los radialistas piratas, decidió usar la plataforma para otra cosa. ¿Para qué? Bueno… una buena idea era fundar un país. Expulsó a los radialistas que había, y la ocupó con su familia. Como en rigor la plataforma no estaba dentro de los límites del mar británico, declararon la independencia. Nació así el Principado de Sealand. Bates se autoproclamó Su Alteza Real Príncipe Roy de Sealand. Y su esposa, el día de su cumpleaños, empezó a ser la Princesa Joan.

Príncipe Roy y Princesa Joan foto vía. 

Como todo país, debía tener un historia trágica, cargos, burocracia, conflictos, y una selección de futbol. Poco a poco, el tiempo fue dando al pequeño Estado todo lo que necesitaba para que nadie dudara de su derecho.

Publicidad

Apenas proclamada la independencia, el grupo de radialistas del colectivo Radio Caroline, que había sido expulsado por la familia Bates, decidió intentar la recuperación. Fueron repelidos con bombas molotov y algunos disparos. Esa fue su Guerra de Independencia.

Ya en 1968 Sealand vivió su primera guerra internacional. Un buque de la Armada británica se acercó, según ellos para arreglar una boya. Para los Bates, estaban intentando recuperar la plataforma para Gran Bretaña. Y es probable que tuvieran razón, a juzgar por los documentos desclasificados hace unos años que revelan que durante décadas Gran Bretaña mantuvo intenciones y planes de recuperación de la plataforma por la fuerza, que fueron desestimados por las consecuencias en vidas humanas que podía acarrear. Entonces Michael, hijo del Príncipe Roy, abrió fuego contra la embarcación invasora. Por esto fue llevado a juicio en Inglaterra. Como Sealand está en aguas internacionales, la corte inglesa se declaró sin jurisdicción sobre el caso. Sealand le había ganado la guerra nada más y nada menos que a Gran Bretaña. Luego de esto, el Príncipe Roy aplicó la lógica más irrebatible: si Gran Bretaña no tenía jurisdicción, Sealand no podía ser británica. Y si no era británica, entonces ¿qué era? No quedaba más que una respuesta: Sealand era independiente.

En 1978 Sealand tuvo su Guerra Civil. Unos oscuros comerciantes holandeses y alemanes encabezados por Alexander Achenbach, algunos de los cuales tenían ciudadanía sealandesa, engañaron al Príncipe Roy, lo llevaron a Austria junto con su esposa, y lo secuestraron. Lo tuvieron encerrado por tres días ni y lo liberaron en Holanda, sin dinero ni pasaporte. Mientras, tomaron por la fuerza Roughs Tower. Pronto Michael Bates organizó la contraofensiva: le pidió a un amigo piloto que había trabajado en películas de James Bond, que lo llevara en helicóptero a la plataforma. Luego de un tiroteo, la retomó y convirtió a los rebeldes en prisioneros de guerra.

Publicidad

Los prisioneros de guerra. Foto vía

Días después, liberó a casi todos, menos a Gernot Pütz, ciudadano alemán con pasaporte de Sealand que fue acusado de traición a la patria, y se le pidió una indemnización para devolverle la libertad. Alemania intercedió y pidió a Inglaterra intervenir para su liberación. Inglaterra contestó que nada podía hacer, a causa de aquel fallo de 1968. Entonces Alemania envió un diplomático a Roughs Tower. Luego de una ardua negociación, el Príncipe Bates cedió, liberó a Pütz y evitó así un conflicto bélico con Alemania. Aunque también aseguró que el envío diplomático alemán era otro reconocimiento de la soberanía de Sealand. Luego de esto, Achenbach, y otros de los rebeldes como Johanes Sieger, establecieron un gobierno en el exilio en Alemania, afirmando ser el verdadero gobierno legítimo de Sealand.

En 1982, en plena Guerra de Malvinas, un grupo argentino intentó comprarle a Bates la plataforma, por tener una posición estratégica privilegiada. Pero la oferta fue rechazada.

Sealand siguió haciendo cosas dignas de un Estado: creó una bandera y un escudo, un himno nacional, emitió moneda, estampillas, pasaportes y vendió títulos nobiliarios.

Bandera de Sealand.

Durante unos años, un grupo español vinculado al gobierno en el exilio de Seiger emitió pasaportes de Sealand, no autorizados por la familia Bates. Se expidieron cerca de 150 mil en todo el mundo, algunos de los cuales llegaron a estar implicados en crímenes, como el de Gianni Versace (Reisnik, el dueño del barco donde asesinaron al diseñador, pidió inmunidad diplomática en el juicio, mostrando supuesta documentación de Sealand). La Sealand de los Bates emitía pasaportes, pero ante este problema, revocó todos los existentes, declarándolos falsos. Sin embargo, volverían a ser útiles con un fin tan nimio como trascendental para un país que se precie como tal: formar su selección de futbol y competir internacionalmente.

Publicidad

El primer partido oficial de la selección de Sealand data de 2003. Michael Bates envió una carta a Christian Olsen para pedirle que su club se encargara de ser la selección de Sealand. Se trataba del Vestbjerg Vintage Idrætsforening, un equipo de la segunda división danesa, a cuyos jugadores se otorgó la doble nacionalidad para poder representar internacionalmente a la plataforma. Hoy el plantel se completa con jugadores ingleses, también nacionalizados. Desde esos comienzos, Olsen fue su DT y empezaron a disputar partidos internacionales. Se dice que el debut fue nada más y nada menos que contra Chequia, pero casi no hay datos, ni siquiera de si se trataba de un equipo, un seleccionado de República Checa o qué. El primer partido oficial del que hay registros, es el empate 2-2 frente a las Islas de Åland.

Formación de Sealand.

Sealand es miembro provisional de la Non-FIFA Board, la asociación que agrupa a selecciones de naciones no reconocidas por la ONU ni por la FIFA. De todos modos, tampoco ha participado en la Copa VIVA que organiza, y que tiene entre sus equipos más destacados a Occitania, Provenza, Laponia, Padania, Dos Sicilias, Tamil Eelam, Zanzíbar o Camerún Meridional.

Sin duda, la existencia de la selección de futbol de Sealand es un elemento más que acerca al Principado a su reconocimiento como nación independiente. De hecho, existe un caso en que el Municipio de Tromso, en Noruega, tuvo que pagar una multa a la República de Chipre por haberse jugado allí un partido entre Laponia y la República Turca del Norte de Chipre. El gobierno chipriota interpretó esto como una señal de que se reconocía su existencia como nación independiente, y eso iba contra sus intereses nacionales.

Publicidad

Luego del puntapié inicial, Sealand ha disputado varios partidos más. En 2006 perdió 1-6 contra un grande de la Non-FIFA, la mencionada República Turca del Norte de Chipre. De a poco fue sumando experiencia y ganando algunos partidos. Sealand ha jugado partidos contra selecciones como Islas Chagos (perdió 1-3 en el debut, pero en febrero de 2014 le ganó 4-2, y luego empataron 1-1 en lo que ya es un clásico), Alderney (victoria 2-1 en 2013) o Somalilandia (empate 2-2 en 2014); y contra equipos como las estrellas del club Fulham, o el  Fleet Spurs XI (victoria 2-1). En la temporada 2013 terminó invicto con tres victorias y dos empates. A estar atentos porque el 9 de agosto está agendado un encuentro contra Raetia, otro grande de la categoría. Y seguramente muy pronto ya tendremos a Sealand disputando Copas oficiales como la VIVA, la FIFI o la ELF.

Partido contra Alderney

En el siguiente video se puede ver la ceremonia de los himnos nacionales en la previa de Sealand-Islas Chagos. Para Sealand jugó el actor británico Ralph Little (primero de izquierda a derecha) y el mismísimo Príncipe Liam, uno de los herederos. El que pasa primero saludando a todos es el mismísimo Príncipe Michael, segundo en la cadena sucesoria y protagonista de varias encarnizadas defensas de territorio nacional.

Desde 2007 Sealand está en venta. Durante un tiempo The Pirate Bay, una comunidad de intercambio de archivos digitales, mantuvo la campaña BuySealand, con la que pretendían juntar fondos para comprar la plataforma, establecerse allí y, como en la época de las radios piratas, evadir los derechos de propiedad intelectual y otras leyes restrictivas de la libre cultura. Sin embargo, desistieron de tal empresa y hoy analizan establecerse en algún otro islote. En 2012, el Príncipe Roy murió. Tenía 91 años. Y mientras tanto, la romántica idea de una familia, defendida a sangre y fuego, espera por su mejor postor y por un próximo encuentro de futbol que le permita mostrarse como un país hecho y derecho. Aunque sea una vez más.

Sigue a Bola Sin Manija en Twitter:

@bolasinmanija

Ve más de la otra cara del futbol.