Frenos postizos en Tailandia: sonrisas que matan

En Tailandia, y cada vez más en lugares como Indonesia y China, los frenos se están poniendo de moda entre los adolescentes. Algo muy extraño dado que, en Occidente, los frenos han sido estigmatizados y son prácticamente una metáfora de la rareza juvenil.

Sin embargo, en los países antes mencionados, los frenos son considerados un símbolo de riqueza, nivel social y estilo. El razonamiento es bastante sencillo: los aparatos ortodóncicos son muy costosos. En Bangkok, por ejemplo, unos dientes metálicos cuestan el equivalente a unos 15 mil pesos, una suma considerable para un país con un PIB de 345 mil millones de dólares (Estados Unidos tuvo un PIB de un 15.06 billones de dólares en 2011). Así que todos los niños quieren usar estas cosas, porque cualquiera cosa que usen los niños ricos seguro es increíble.

Earn the Star.

Esta percepción positiva de los frenos se debe en parte a su popularidad entre las celebridades jóvenes como la cantante pop tailandesa, Earn the Star, y la rompecorazones indonesa, Andika Kangen. Al parecer, hay múltiples páginas en Indonesia y Tailandia plagadas con fotos de Gwen Stefani con frenos a finales de los noventa, que, según acaba de confesar, se puso por "moda".

Después de recorrer varios blogs con frenos de moda, y ver la variedad de formas y colores, empecé a recordar como enloquecía yo cuando tenía diez años y veía todos esos accesorios de Claire's en el centro comercial de Glendale, por ahí de 1997. Incluso recuerdo que me ponía celosa de todos esos niños que tenían frenos, o muletas, en especial de aquellos con yesos de colores en los brazos, en los que todos dibujaban. ¿Por qué nunca me tocó caminar por ahí con pitos mal dibujados en mi brazo?

Pero igual que con cualquier producto popular costoso y "bonito", la oferta aumenta para cubrir la demanda. El mercado está repleto de imitaciones. En Indonesia, los frenos fashion – llamados kawat gigi untuk gaya o simplemente behel – cuestan apenas el equivalente a unos 1,300 pesos.

Y lo mejor de estos frenos es que ni siquiera tienes que ver a un profesional. Es muy normal que los salones de belleza en Indonesia le pongan frenos postizos a la gente. Si eso te sigue pareciendo demasiado, los mercados y las tiendas en internet venden paquetes para que lo hagas tú mismo. En esta página, puedes elegir entre "flores", "Kitty", y "Mickey" (el ratón). Otro vendedor en línea hizo un montaje para promocionar su amplia gama de frenos, disponible para esos pequeños tailandeses y su nueva moda.

Hasta los frenos legítimos tienen su riesgos, como desgaste de dientes y descalcificación, gingivitis, aftas, inflamación y resorción de las raíces, pero parece que los frenos fashion son todavía más peligrosos.

Un juego de frenos rosas de Hello Kitty podrá ser muy lindo, pero, según la prensa, también puede ser mortal. Hasta el momento, los frenos han sido ligados a la muerte de dos adolescentes tailandeses. Un par de frenos de dudosa procedencia parecen ser responsables por la muerte de un joven de 17 años en la ciudad de Khon Kaen, al parecer una infección en la tiroides se propagó demasiado rápido y le produjo un paro cardiaco. Después, en Chonburi, la policía ligó la muerte de una niña de 14 años con unos frenos comprados ilegalmente en un puesto al aire libre.

La respuesta del gobierno tailandés fue prohibir la importación, producción y venta de los frenos fashion. La pena por vender frenos postizos es de hasta seis meses en prisión, y una multa del equivalente a unos 17 mil pesos. Para los importadores y productores de frenos falsos, la pena se puede elevar hasta un año en prisión. El Consejo de Protección al Consumidor de Tailandia dijo que algunos alambres en estos frenos contienen plomo.

Como era de esperarse, estas medidas únicamente crearon una especie de mercado negro de frenos, donde los equipos de autoinstalación se siguen vendiendo en internet y en ciertas tiendas de forma muy discreta. Los frenos postizos también han sido asociados con la subcultura motociclista conocida como dek wehn wehn. (Dek es "niños" en tailandés, y wehn wehn es una onomatopeya para el rugido de la motocicleta).

En Indonesia, donde los frenos fashion siguen siendo legales, esta tendencia ya no se limita a los adolescentes, los adultos también los están comprando. Algunos viajeros han notado que en ciertos hoteles en Indonesia, casi todo el personal tiene un sonrisa, posiblemente, de plomo.

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