Este artículo forma parte de la edición de junio/julio de la revista VICE.La mayoría de los pueblos y ciudades en Madagascar han logrado contener un brote de una plaga que comenzó en el país en agosto pasado, pero alrededor de 3,000 personas que viven en un vertedero de basura en las afueras de la capital del país, Antananarivo, aún se encuentran en estrecha proximidad a la enfermedad. Los habitantes de "Ralalitra" (la "Ciudad de las moscas") pasan sus días hurgando entre los escombros, ratas y cadáveres. SAMVA, la empresa privada contratada por el gobierno para hacerse cargo de las instalaciones, niega la existencia de los asentamientos ilegales y ha amenazado a fotógrafos y periodistas que tratan de documentar la vida de la gente en esa zona.
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