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Cultură

Dos es mejor que uno

Los ATL Twins comparten todo, incluso las chicas.

Thurman y Sidney Sewell, mejor conocidos como los ATL Twins, posan junto al trasero de una mujer en la cama de su penthouse, en Atlanta. Fotos por Paul Birman, Chris Nieratko y Troy Stains. Fotos de archivo cortesía de los ATL Twins.

"¿Crees que podamos coger con Selena Gómez?" me preguntó la voz en el otro extremo de mi iPhone, hace poco más de un año. Su marcado acento de Tennesse daba un mayo énfasis a la palabra coger.

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"Sí, claro. Definitivamente", respondí. "¿Quién es Selena Gomez?"

"Es esa perra de Disney".

A la gente le parece increíble que nunca antes hubiera escuchado de una de las más famosas celebridades del mundo hasta que los gemélos idénticos Sidney y Thurman Sewell —mejor conocidos como los ATL Twins— la mencionaron aquel día por teléfono. Pero he estado un poco desconectado de todo lo que tiene que ver con Disney desde que dejé de escribir para Disney Adventures en 1995. La única perra de Disney que conozco es Minnie Mouse. Y aunque no había escuchado de Selena ni de su éxito televisivo Wizards of Waverly Place antes de esta llamada, estoy seguro de que algún día Thurm y Sid lograrán penetrar sus jóvenes orificios hasta el fin del mundo. Eso es lo que los ATL Twins hacen. Así que me pareció extraño que incluso lo dudaran.

“Pero está saliendo con Justin Bieber”, continuó Thurm.

“¿Crees que Justin Bieber tenga un pito de 22 centímetros?” le pregunté. “Y aunque así fuera, estoy seguro de que no tiene dos”.

“No, lo dudo”, dijo Thurm y comenzó a reír desquiciadamente.

Y eso, amigos míos, es lo que te llevas cuando te involucras con los ATL Twins: 44 centímetros de verga endemoniada que te ataca desde ambos lados. Son un combo. Los gemelos me contactaron para decirme que acaban de recibir un llamado para actuar en Spring Breakers, la hermosa película de Harmony Korine sobre cuatro inocentes chicas en bikini que disfrutan de su Spring Break en St. Petersburg, Florida. Las chicas –Ashley Benson, Rachel Korine y las ex estrellas de Disney, Selena Gomez y Vanessa Hudgens– terminan involucradas en un serio problema cuando una fiesta se sale de control y terminan siendo arrestadas. Como si eso no fuera poco, un narcotraficante llamado Alien, interpretado por James Franco, paga su fianza y las saca de prisión junto a los gemelos, quienes actúan como los matones mudos de Alien. A pesar de no tener una sola línea en toda la película, la presencia de los gemelos es tan fuerte como la de los protagonistas, y su perturbador silencio sólo les da un aire más místico. Sus papeles sólo aumentan la curiosidad del público sobre la verdadera historia detrás de los gemelos, lo que resulta en más mujeres de las que pueden manejar (su volumen ya alcanzó su masa crítica).

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Todo el elenco los amó. Semanas antes de que se estrenara la película, Selena Gómez dijo en la radio francesa que ella y las chicas no pararon de reír con las travesuras de los gemelos. Y James Franco quedó tan conmovido por haber trabajado con los gemelos que escribió un poema sobre ellos, publicado aquí por primera vez:

Doble
Algo aterrador: hay un par de gemelos
De Atlanta.
Son idénticos.

Tienen un estilo hiphopero
Y persiguen ambulancias
Para ganarse la vida.

Pero quieren ser famosos.

Son la misma persona
En dos cuerpos.
Nunca se separan.
Duermen en la misma cama,

Completan las frases del otro,
Y comparten a sus mujeres.
Les gusta la doble penetración,
Es lo único de lo que hablan.

Alguna vez estuvieron comprometidos
Con una modelo de Penthouse;
Sólo uno habría sido legal,
Pero ambos la habrían besado

En la boda.

Desde que llegaron a este mundo, el periódo más largo por el que los ATL Twins han estado separados es de seis horas: cuando Sidney fue arrestado por manejar ebrio. Pero fuera de aquella vez, siempre están juntos, excepto por esos breves momentos que se toman para bañarse, rasurarse y cagar. Comparten todas sus pertenencias, sus emociones y sus experiencias: tienen un auto, una cama y duermen con la misma mujer. Perdieron su virginidad al mismo tiempo, cuando tenían 13 años, con una stripper de 21, y ambos estuvieron comprometidos con una modelo de Penthouse quien, según ellos, les rompió el corazón cuando sus padres la convencieron de botarlos. Esperan algún día tener hijos con la misma mujer, lo cual no es tan sorprendente cuando tomas en cuenta que aseguran ser la misma persona en dos cuerpos diferentes. Son gemelos idénticos, lo que quiere decir que el embrión sufrió una bipartición durante los primeros diez días después de la fecundación, lo cual es bastante en términos reproductivos. Ambos son genética y físicamente idénticos, pero tienen algunas características invertidas. Sid es diestro y Thurm es zurdo. Cuando se paren frente a frente, esas ligeras diferencias que notas en su apariencia en realidad se reflejan sobre el otro de forma exacta. Sid y Thurm son de verdad las dos personas más únicas e interesantes que conozco.

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Como dije, cuando los conocí hace año y medio, los gemelos ATL eran el sueño húmedo de todo psicólogo, y como sucede con muchos tipos de psicosis, su versión de la realidad se formó a temprana edad. Crecieron como dos niños pobres en Chattanooga, Tenessee y tuvieron que juntarse con una amplia gama de cucarachas, sobrevivir a base de vales de comida, y básicamente criarse ellos solos. Pero aunque su vida estuvo llena de retos, eran parte de una buena familia que hizo todo lo posible por sacarlos adelante bajo las peores circunstancias.

"Tienes que entender cómo crecimos. Mi familia dormía en una sola cama, éramos cinco”, me dijeron (porque los gemelos suelen completar las frases del otro y hablar sincronizados; todas las citas aquí presentadas son atribuibles a ambos). “No fue por elección y era normal. Vivíamos en casas pobres. El lugar donde crecimos en Chattanooga era un lugar peligroso. Había muchos asesinos e hijos de puta a nuestro alrededor. La película Gummo te da una muy buena idea de cómo eran las cosas. La gente intentaba secuestrarte; estabas en la calle y los cabrones se te acercaban y te ofrecían un aventón. Era aterrador. Había prostitutas y narcotraficantes. Los viejos que vivían en la casa detrás de la nuestra fueron asesinados durante un robo; los mataron a golpes”.

Fotos familiares de los gemelos con sus dos hermanas, su madre y su padre. Cuando tenían 12 años, su padre se lastimó levantando pesas. Este incidente fue el primero en una espiral de problemas de salud, que incluyeron diabetes y un marcapasos. En cierto punto tenía que tomar decenas de medicamentos al día.

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Dado su entorno, Sid y Thurm se vieron obligados a crecer rápido y a cuidar el uno del otro. Cuando tenían 12 su padre se lastimó levantando pesas y tuvo que ser sometido a cirugía de hombro. Fue el primero en una larga lista de problemas de salud, y pocos años después ya sufría de diabetes, tenía un marcapasos y tomaba decenas de medicamentos al día. Las cosas empeoraron a tal grado que su madre los dejó, simplemente no pudo manejar la presión. Los gemelos tuvieron que cuidar de su padre ellos solos, sin mucha ayuda de fuera.

“Cuando teníamos 14 nuestro padre murió en nuestro brazos”, recuerdan con tristeza los gemelos. “Fue una noche de viernes y estábamos patinando y planeábamos ir a una fiesta toda la noche, pero tuvimos esta extraña sensación de que debíamos regresar a casa. Regresamos y estuvimos con nuestro padre toda la noche. Vimos la película Tombstone, la cual nunca había visto y nunca volveré a ver. La pasamos bien, estábamos hablando de mujeres y él se sentía bien. A la mañana siguiente nos despertó y nos dijo que se sentía mal. Estaba mareado y sentía que se iba a desmayar. Marcamos al 911 y nos dijeron que le diéramos respiración de boca a boca mientras llegaba la ambulancia, pero no funcionó. Llegaron y empezaron a darle descargas eléctricas pero no funcionó. Estábamos histéricos. No nos dijeron que estaba muerto, pero en el fondo lo sabíamos. Se lo llevaron y una hora más tarde nos llamaron nuestras tías y nos dijeron que había muerto. Éramos muy cercanos a nuestro padre. Siempre fue honesto con nosotros y nos decía las cosas como eran”.

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Aunque la muerte de su padre fue una de sus experiencias más traumáticas, su incapacidad para estar separados largo tiempo se solidificó tiempo antes. Su madre, Patricia, explica: “Los inscribí a una guardería cuando tenían dos. Hubo un día en el que uno de ellos se enfermó y el otro no. Cuando me dispuse a llevar al que no estaba enfermo a la escuela, se sujetaron con tanta fuerza que no pude separarlos. Gritaban y lloraban, y fue algo muy doloroso y desgarrador. Evidentemente, ninguno de los dos fue a la escuela ese día”.

A pesar de entrar muy pequeños a la escuela, los gemelos nunca pasaron de segundo de primaria. Su única ambición en la vida era patinar. Después de que su padre murió no tenían donde vivir, así que se mudaron al sótano de su hermana de 17 años, donde dormían en el piso. Patinaban todo el día, todos los días, y salían de fiesta toda la noche.

IZQUIERDA: Sid presume su collar hecho con la cabeza de una serpiente. DERECHA: Thurm es manoseado por una de sus múltiples amigas, lo cual lo hace muy feliz.

“Era increíble”, me dijeron. “Pero un día el oficial de de la escuela se presentó vino a buscarnos las 3:30PM. Acabábamos de despertar porque habíamos dormido todo el día, y nos asustamos. En esas fechas solíamos coger con una chica más grande que nosotros que de vez en cuándo venía de Atlanta a trabajar como stripper, así que le llamamos y le pedimos que nos diera un aventón porque nuestra madre se acababa de mudar para allá. Así fue como terminamos viviendo en Atlanta”.

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Cuando los gemelos llegaron a casa de su madre por primera vez entraron a lo que se podría describir como un nido de yonquis. La puerta de la cochera había sido chocada, y adentro alguien había hecho agujeros en todas las paredes y destruido el televisor. Les tomó poco tiempo entender que el responsable de toda la destrucción era el novio de su madre, Kelvin. Los gemelos lo describen como un “yonqui pedazo de mierda”; una de esas personas que intenta ocultar su calvicie dejándose largo el poco pelo que le queda y portando un abultado bigote. Era evidente que la situación doméstica estaba fuera de control.

“Estábamos en nuestra habitación fumando mota con la stripper caminando semidesnuda enfrente de nosotros”, explican. “Debe haber sido la una de la mañana cuando escuchamos que tocaban la puerta. Era una clave avisando que venía la policía. Estábamos hasta el pito y creíamos que nos estaban buscando por culpa de aquel oficial de la escuela. Entonces, un amigo de Kelvin entra corriendo vestido con unos Speedos, le entrega a la stripper una bolsa de crack y le dice: ‘¡Toma! ¡Métete esto en los calzones, cariño!’ y después nos dice: ‘¡Ustedes no me han visto!’ Sale corriendo y unos minutos después los policías rompen la puerta, entran al cuarto y nos preguntan: ‘¿Dónde está Kelvin?’ Empiezan a buscar por toda la habitación; huele a mota, esa chava está ahí con nosotros, y lo único que dicen es: ‘¿Qué chingados está pasando aquí?’ En el pasillo mi madre está llorando y haciendo señas hacia la puerta del ático. Suben y lo arrestan, y escuchamos que no deja de gritar: ‘¡Cariño! ¡No hagas esto!’ Fue entonces cuando nuestra madre nos contó: ‘Me tuvo secuestrada los últimos dos días, se robó mi auto, me obligó a comprar crack, destruyó la casa, y logré llamar a la policía cuando no me estaba viendo’. Ese fue nuestro primer día en Atlanta”.

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A pesar de la relación un poco tensa que tienen con su madre, ella está muy feliz por todo lo que han logrado, aunque no apoye por completo su estilo de vida. “A pesar de todo”, me dijo, “Sidney y Thurman han logrado cosas increíbles. Estoy orgullosa de ellos. Tienen un fuerte deseo por volverse ricos y famosos, y sé que lo lograrán porque tienen carisma, energía y determinación para lograr lo que quieran. Aunque estoy orgullosa de su éxito, no estoy orgullosa de su estilo de vida desenfrenado. Me gustaría que tomaran menos y durmieran más”.

Los gemelos juegan en su cama con una chica capaz de hipnotizar a más de un tipo de serpientes.

La razón por la que los gemelos me contactaron a principios de 2012 fue para discutir su acelerada trayectoria hacia la fama y el estrellato, y todas las ofertas que les habían hecho después de que los entrevisté para VICE.com en agosto de 2011, mientras cubría una gira de patinaje de Red Bull para la revista Skateboarder. Millones de lectores querían saber más sobre “esos gemelos pirados y doblemente penetrantes”; muchos incluso creían que no eran reales. En vista de que llevaban casi dos décadas patinando, su repentina fama en internet les permitió hacerse amigos de algunos de los más grandes nombres en el mundo del skate. La realeza del patinaje profesional, Guy Marino de Girl Skateboards, los describe como “un fenómeno de la cultura callejera. Están en todos lados haciendo lo suyo, y aunque los apoyes o no, son fascinantes. No hay nada que perder con los gemelos”.

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Gracias a la entrevista para VICE.com, Sid y Thurm me dan el crédito por haberlos “descubierto”, pero creo que exageran. Ya llevaban dos décadas existiendo antes de que nos conociéramos aquel día en Atlanta; la gente en Tennessee y Georgia ya estaba familiarizada con estos mellizos patinadores que se la vivían de fiesta, se acostaban con las mismas chicas, y básicamente llevaban una vida desenfrenada donde sea que estuvieran. Yo lo único que hice fue contar su historia al resto del mundo.

Los gemelos siempre dicen que fui yo quien hizo posible toda esta atención que reciben. Y como era mi nombre el que aparecía en la entrevista, y al día de hoy siguen sin tener un agente o cualquier tipo de representante, fue a mí a quien Hollywood contactó con todo tipo de ofertas para pedirles que aparecieran en televisión y demás. Durante meses recibí llamadas de las principales cadenas y de los productores más exitosos de reality shows. Siempre iba con los gemelos y les informaba sobre las ofertas, pero ninguna parecía encajar con su verdadera personalidad: dos patinadores blancos y pobres de Tennessee que dejaron la escuela y se mudaron a la gran ciudad en busca de una mejor vida. Mientras buscaban el sueño americano, se vieron obligados a hacer varias paradas en una serie de trabajos jodidos: Babies“R”Us, Wendy’s, una fábrica donde rellenaban sobres, asistentes de plomero (un trabajo pesado que consiguieron a través del padre de su ex, quien tenía un negocio de plomería) y mensajeros, antes de encontrar la oportunidad que les ha permitido llevar ese estilo de vida que siempre quisieron cuando eran niños. Se volvieron asistentes de un abogado local, quien pronto se dio cuenta de que tenían el encanto para poder hablar con cualquiera.

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“Mientras crecíamos como crecimos, soñábamos con la buena vida, una vida de lujos. Lo que pasó fue que uno de nuestros amigos necesitaba ayuda para entregar un chingo de regalos de navidad de un abogado con el que trabajaba. Le dijimos: ‘¡Claro, por supuesto que te ayudaremos!’ e hicimos un gran trabajo. El abogado quedó muy impresionado. Le dijimos que debía contratarnos, que haríamos lo que quisiera. Podíamos cuidar de su hijo, lo que fuera, cualquier cosa. Un día nos llamó y nos dijo que su asistente tuvo un serio problema y que estaría fuera algunos meses. Nos dijo que nos podía contratar en ese momento. Nos pidió que renunciáramos a nuestro trabajo y que nos presentáramos al día siguiente. Eso fue hace diez años, y el resto es historia. Entramos sin saber un carajo sobre cualquier madre legal, pero pusimos atención y empezamos a aprender. Le gustaba que fuéramos dos: cuatro ojos, cuatro manos, dos cerebros. Fue cuando empezamos a ganar dinero de verdad. Nos gastábamos todo nuestro salario en ropa. Fue mágico. Nos mudamos a un departamento sobre el centro de Atlanta; compramos una Range Rover. Nos ponemos trajes y vamos a trabajar todo el día, todos los días y tenemos que lidiar con cosas muy serias. Es chistoso, porque la gente va a la escuela toda su vida para hacer esto, y nosotros ni siquiera fuimos a la prepa. Pero sabemos tanto de este mundo que podríamos pasar cualquier exámen profesional de derecho para titularnos”.

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Los gemelos reviven una escena de El Resplandor en el pasillo de su edificio camino al trabajo. Trabajan como asistentes de un poderoso abogado local.

El legendario patinador y dueño de Black Box Distribution, Jamie Thomas, quien ganó el premio como Emprendedor Californiano del Año de Ernst & Young en 2006 sabe algunas cosas sobre el negocio y resume la motivación que tienen los gemelos por alcanzar el éxito: “Los gemelos son la clase de personas de las que escuchas pero que nunca conoces. Tomaron una mala situación y la convirtieron en éxito y estrellato. ¡Los ames o los detestes, los gemelos están decididos a hacerla en grande!”

No se puede negar que los gemelos son una verdadera historia de éxito estadunidense. Sin embargo, todos los productores y agentes que me contactaron después de mi primera entrevista sólo estaban interesados en hacer programas estúpidos sobre dos gemelos de barrio que hacían cosas de barrio. Sus propuestas siempre terminaban con: “… y después harán algunas travesuras”. Eran las pendejadas de reality shows de siempre, y hay que respetar a los gemelos por no rebajarse a cambio de algunos dólares. Lo que necesitaban era a alguien con visión y pasión, alguien que reconociera que Hollywood, Estados Unidos y el mundo, nunca habían visto algo como los ATL Twins y que su sola existencia debía ser manejada con mucho cuidado. Ese visionario fue el cineasta Harmony Korine. Él los contactó personalmente después de leer mi entrevista y les ofreció incluirlos en el guion de Spring Breakers, una película que logra cerrar esa brecha entre sus narrativas tan controversiales y, dado el elenco y el tema que aborda, es algo más “mainstream” que cualquier otra cosa que haya hecho.

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Al parecer Harmony adora a Sid y Thurm por las mismas razones que yo: “Los ATL Twins son esa gran parte de la depravación norteamericana vuelta realidad. Unos cabrones patológicos adictos al sexo. Son todo y nada. No se alimentan de comida; sólo consumen drogas. Su pasatiempo es eliminar piedras en los riñones. Son basura mística del más alto nivel. La doble penetración es su religión. Ninguno de los dos ha leído un libro en su vida. Ninguno de los dos ha comido una verdura en su vida. Duermen en la misma cama y se bañan juntos. Sólo quieren fama y mujeres. Son los más grandes degenerados en Estados Unidos. Los admiro a los dos. Están libres de cualquier restricción. Van a heredar la Tierra y arrojarla en un abismo. Son lo que hace a Estados Unidos un lugar tan genial”.

Una de las hermanas mayores de los gemelos, Clarissa (historiadora por la Universidad de Harvard, no la hermana con la que se mudaron cuando tenían 17), está de acuerdo con Harmony, aunque ella usa otros adjetivos: “Mis hermanos son increíblemente leales y amorosos; una extraña mezcla de retrospección introvertida y hedonismo extrovertido. Cualquier duda o temor que pueda sentir un individuo queda destruido por el amor y el apoyo que se tienen como gemelos. Dos cabezas son definitivamente mejor que una, y encontraron una manera de usar eso a su favor en la vida, el amor, el sexo, los negocios y la fama”.

Los gemelos se relajan después de una sesión de patinaje en el parque Da Playground, en Atlanta.

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Esto nos trae de vuelta a la intención de los gemelos de tener sexo sucio con cierta superestrella de 20 años. Me llamaron unas semanas después de terminar la filmación de Spring Breakers.

“¿Lograron acostarse con Selena Gomez?”, les pregunté.

“No, sabíamos que sería imposible. Siempre estaba rodeada por los de seguridad; su madre y su guardaespaldas siempre estaban con ella. Pero es una persona increíblemente cool. Harmony le contó a todos lo grandes que eras nuestros pitos, y nos decía: “¡Vamos, enséñenles! ¡Muéstrenles la foto de sus pitos!” Así que sacamos nuestro teléfono y ella vio la foto. Se quedó mirando sin decir nada”.

“Pero sus fans tuvieron mucho que decir, ¿cierto?”

“Oh, mierda, eso estuvo mal. Cogemos con muchas chicas, así que nuestro Instagram estaba súper sucio, y de alguna forma nos salimos con la nuestra. Llegamos a un lugar y Ashley Benson sube una foto de nosotros, y de inmediato todo se sale de control y empezamos a tener un chingo de nuevos seguidores. Entonces Selena subió una foto con nosotros, y empezamos a recibir muchos mensajes de fans suyos que nos decían: ‘Que asco’ y ‘¡Los voy a reportar!’ Los bloqueábamos en cuanto los veíamos, ¡pero eran miles! ¡Nos emboscaron! Y de la nada nos sacaron de Instagram, borraron nuestra cuenta. Estábamos encabronados así que empezamos a mentar madres en Twitter: ‘¡Al carajo con todos los estúpidos fans de Selena!’ Dios mío, los cabrones enloquecieron. Nos empezaron a atacar. Al final tuvimos que decirles: ‘¡Está bien! ¡Lo sentimos! ¡Nos rendimos! ¡Déjennos en paz!’ Al día siguiente le pedimos a Selena que nos ayudara y nos dijo que no. Nos dijo: ‘Mis fans están furiosos. No se metan con ellos. Ellos me cuidan’”.

Sé que muchas personas ya tienen su veredicto sobre los ATL Twins, y entiendo por qué. Al leer sus entrevistas y las historias sobre sus escapadas sexuales, es fácil pensar que son la evolución de Jersey Shore de MTV. Pero la historia completa de Sid y Thurm no ha sido contada, y lo que acabo de escribir sólo es la superficie. Conocerlos es una experiencia que se queda contigo para siempre, sin importar tu opinión sobre ellos. A través de su arduo trabajo y perseverancia, hicieron realidad sueños que nunca creyeron posibles, pero ya no les basta vivir en un departamento de lujo en Atlanta y manejar una Range Rover. Quieren más, y vienen desde ambos lados para conseguirlo. Con pitos idénticos de 22 centímetros.

“Queremos ganar millones, igual que Justin Bieber. Queremos actuar más; sentimos que es algo que se nos da con naturalidad. Queremos ser famosos: unas locas en Hollywood viviendo la buena vida. La gente dice que el pasto no siempre es más verde del otro lado, pero venimos de no tener nada y ahora que hemos probado esto, lo queremos. Pero aunque ya no pase nada más, es increíble lo que hemos vivido hasta ahora. Estar en una película de Harmony Korine, ser fotografiados por Terry Richardson, estar en la ‘Hot List’ de Rolling Stone en 2012; estamos muy agradecidos. Cuando éramos unos niños en el ghetto, nuestro sueño era tener un sillón en forma de L, y nuestra familia nunca pudo tenerlo. ¡Ahora ganamos bien y tenemos un sillón de piel en forma de L! Pero queremos cosas más grandes. Queremos ser millonarios. Queremos coger con celebridades. ¡Queremos coger con todas! ¡Queremos coger con Lindsay Lohan!”

“¿Qué tan difícil puede ser coger con Lindsay Lohan a estas alturas?” les pregunté.

“¿Crees que cualquiera puede coger con ella?”

“Creo que ustedes podrían”, les aseguré.

“No sólo nosotros, ¿crees que cualquiera podría coger con Lindsay Lohan?

“Sí, creo que sí. Podría apostar a que está en Craigslist”. Sin importar si los gemelos logran penetrar simultaneamente a Lindsay Lohan antes de que muera ahogada en su propio vómito por un pasón de coca, ellos seguirán adelante. Siempre lo han hecho. Siempre lo harán. Y, por lo que he visto, lo único que los podría detener es tener que enfrentarse a este mundo cruel sin tenerse el uno al otro.

“Hace rato mencionaron a las personas que intentaron secuestrarlos en Chattanooga”, les dije. “¿Qué pasaría si secuestraran a uno de ustedes y quedaran separados durante un tiempo indefinido?”

“Sufriríamos de ansiedad por separación y pasaría algo malo. La gente nos pregunta qué pasaría si uno de nosotros muere… pues el otro también moriría, saltaría de un balcón o algo. No es una opción. No podemos vivir sin el otro. Nadie entiende lo que es vivir como nosotros, así como nunca entenderemos lo que es vivir solo. No sabemos lo que implica vivir sin el otro y nos sentimos muy afortunados de ser unos gemelos inseparables. Al final del día, siempre nos tendremos el uno al otro”.

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