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Cultură

El Dr. DMT nos habló sobre drogas psicodélicas

Tuvimos el privilegio de hablar con el doctor Rick Strassman sobre estados de ánimo extáticos, encuentros con extraterrestres, religión, muerte y la legalización de psicodélicos.

Dr. Rick Strassman, autor de DMT: The Spirit Molecule (DMT: La molécula espiritual) es responsable por la sorprendente investigación de dimetiltriptamina y abrió las puertas jurídicas a un serio estudio psicodélico después de décadas de estancamiento. Entre 1990 y 1995, el Dr. Strassman ayudó a 60 pacientes entrar al vacío y luego documentó sus experiencias en la facultad de medicina de la Universidad de Nuevo México. Además de las observaciones científicas, también sugirió que el DMT tiene vínculos a historias de abducción por extraterrestres, y que la liberación de DMT de una glándula pineal a un feto después de siete semanas de concepción “marca el inicio del espíritu.”

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Mi tercer libro, The Quest for Gnosis (La búsqueda del conocimiento),  fue lanzado el mes pasado y cuenta con entrevistas de muchas mentes importantes del campo de los estudios psicodélicos, incluyendo al Dr. Strassman. Su trabajo ha sido una influencia profunda para mi propia vida e investigación, tuve el privilegio de hablar con él acerca de DMT, estados de ánimo extáticos, encuentros con extraterrestres, religión, muerte y la legalización de psicodélicos. La siguiente conversación es un extracto del libro, lo puedes comprar aquí.

Foto de John Barclay.

VICE: Escribiste un libro muy importante titulado DMT: La molécula espiritual y brindó el primer estudio clínico de psicodélicos en 20 años. ¿Cómo se siente ser parte de esa investigación?
Dr. Rick Strassman: Sentí mucha responsabilidad, pero al mismo tiempo sabía que era muy poca gente con conocimiento de la investigación y monitoreando el estudio. Yo fui responsable, aunque los efectos a largo plazo de mi investigación me hicieron sentir responsabilidad de realizar el estudio con mayor cuidado. Además de estar seguro de minimizar la posibilidad de efectos adversos, el grado de observación directa y supervisión eran razonables. Reconozco la importancia de mi trabajo para el futuro de los estudios psicodélicos de Estados Unidos, y quería asegurarme de que lo estaba realizando a plena luz del día. De esa manera sentía que la responsabilidad era compartida entre todos los que estaban involucrados en el proceso.

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Hay mucho debate acerca de si la experiencia psicodélica se basa completamente en la mente, o la posibilidad de llegar más allá. ¿Puedes citar un ejemplo de tu investigación en curso que nos apunte a una conclusión?
Por el momento, yo no creo que hay posibilidad objetiva para determinar que tanto de lo que hacemos bajo la influencia de drogas psicodélicas está generado por uno mismo o influenciado por lo externo. Tiene sentido que yo pueda sugerir un espectro del fenómeno. Hay veces que nuestras personalidades predominan, en lugar del conocimiento externo a nosotros. En otras ocasiones, lo que vemos es externo a nosotros en lugar de estar generado por uno mismo. Es imposible, tener una cultura basada en una cosa más que la otra. Sin nuestra experiencia de vida personal y el perfil biológico, no fuéramos capaz de descifrar que es lo que estamos viendo.

Por ejemplo, una de las personas que tomó DMT, Marsha, tuvo alucinaciones profundamente psicodélicas con personas de la era de 1890. Con algunas observaciones, decidimos que la visión se relacionaba a su imagen corporal en contexto a su matrimonio como algo más metafísico. Otro voluntario en el estudio, Chris, entró a un túnel de luz amarilla y se sumergió en él, junto con otros objetos que él podía asociar con temas psicológicos personales.

Al momento de la investigación de DMT, tú eras budista. Como científico, ¿qué beneficio brindó tu camino espiritual?
Ya no soy un miembro activo de una organización zen. Y sí practico meditación. Sin duda, no hubiera sido capaz de aprender más acerca de la biblia hebrea sin mi capacitación budista. La información que mis voluntarios de DMT reportaron estaba más allá de mi conocimiento de budismo, la meditación me ayudó determinar como se supervisan las sesiones de drogas. Foto por John Barclay.

En un futuro, ¿cómo te gustaría ver a la sociedad tratar las drogas psicodélicas? Graham Hancock, por ejemplo, dice que la habilidad de explorar nuestra propia conciencia es un derecho humano y que debemos de exigir acceso legal a estas sustancias. Como científico y ciudadano, ¿qué piensas acerca de eso?
Las drogas psicodélicas hacen que uno pueda perder la estabilidad, en caso de ingerirlas o de administrarlas esto requiere una capacitación para poder brindar efectos positivos y minimizar cualquiera consecuencia. Así que, centros especializados podrían desarrollarse para brindar este tipo de capacitación. Varios de estos casos pueden ser religiosos, creativos, psicoterapéuticos y así.

¿Como científico cómo impides que tu subjetividad se vea reflejada en los resultados objetivos de tu investigación?
Por lo general, los resultados de las pruebas son muy difíciles de cambiar en base a creencias. Uno puede diseñar un estudio basado en las creencias de uno pero al final del día los resultados si se vieran reflejados en las creencias de uno. Es muy común, las creencias de uno afecta la interpretación de estos resultados. Con respecto a nuestra información del estudio de DMT, lo dividimos en objetividad y subjetividad. De tal manera, hemos convertido lo subjetivo en objetivo por el uso de la escala de clasificación. Así que tuvimos información objetiva para tratar varios de nuestros análisis. En mi trabajo científico, mis conclusiones estaban alineadas con el modelo donde los estudios ocurrieron: psicofarmacología humana, psicometría y psicología. Yo sugerí varias explicaciones de nuestros resultados al igual que sugerí una investigación a futuro para responder las preguntas pendientes.

Terminemos la entrevista con una pregunta existencial: ¿Qué crees que sucede después de morir? ¿Por qué crees que estamos aquí?
El fundador del zen japonés, Dogen, dijo que nuestra muerte es sólo otro momento en el tiempo. La vida sigue sin nosotros. Sin embargo, nuestro impacto tiene el potencial de ser inmortal. Uno de mis autores favoritos, Olaf Stapledon, sugirió que nuestra razón de estar en este mundo es para creativamente interactuar con nuestro ambiente. Maimónides, uno de mis medievalistas favorito, nos recuerda que el universo no está creado para la humanidad. Eso nos brinda un poco de libertad.