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paso del norte

El futbolista de El Paso: ¿asesino o chivo expiatorio?

Esto podría pasarnos a todos: Cristian Escobedo era un estudiante más, hasta que la Fiscalía de Chihuahua decidió entambarlo a la mala.

Cuando Ciudad Juárez se convirtió en la urbe más violenta de México por presuntos enfrentamientos entre cárteles de la droga, los buenos y los malos se hicieron cada vez más difíciles de identificar, lo que significa que hasta ahora hay inocentes en las cárceles y culpables en las calles.

Ahora mismo lugares con altos índices de inseguridad, como la Ciudad de México o Michoacán podrían estar pasando por lo mismo. Y aquí está un ejemplo de lo que nadie quiere que suceda en su ciudad:

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El mes pasado un joven pasó de ser un universitario deportista a un frío asesino, en una sola noche. Para la siguiente mañana, quien creíamos que era sin lugar a duda un sicario, se convirtió en una víctima expiatoria.

El 23 de marzo las autoridades de Ciudad Juárez presentaron a un joven de 20 años, atlético y sonriente, como el presunto homicida intelectual de un hombre frente a las puertas de un bar en Ciudad Juárez. Para una ciudad que hace cuatro años vio morir a tiros a más de tres mil 100 personas en 12 meses, el incidente no fue nada alarmante. Hasta que la historia del acusado se complicó.

La Fiscalía del Estado de Chihuahua presentó a Cristian Escobedo, de 20 años, estudiante de la Universidad de Texas en El Paso (UTEP) y miembro del equipo de futbol Indios de Ciudad Juárez de la segunda división. Una llamada a la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez (UACJ) y a la Universidad de Texas en El Paso dejaron a la Fiscalía con dos datos confirmados, dos desmentidos y uno en tela de juicio.

La Fiscalía se adelantó a presentar a Escobedo con información que habían recopilado de las redes sociales y de algunos conocidos, según lo confesó un agente ministerial, sin haber confirmado el historial del detenido.


Registro público de El Paso. Da click en la imagen para verla más grande.

Según una lista de inscripción que la UACJ mostró, Escobedo nunca fue parte del club de futbol Indios ni de ningún otro club de la institución.

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"De los 30 miembros del equipo de futbol Indios ninguno corresponde al nombre del acusado. El individuo no es ni ha sido miembro de esta institución", anotó en un correo el departamento de comunicación de la Universidad.

La versión de UTEP arrojó lo mismo, Escobedo nunca estuvo inscrito en esa universidad estadounidense.

Cuando llamé a uno de sus amigos, éste me confirmó que Escobedo no ha estado ni en la UACJ ni en UTEP, a pesar de que así lo dice su cuenta de Facebook.

"Yo creo que era lo que él quería o lo que quería que pensaran, pero Cristian no está en ni una de esas universidades", me dijo su amigo que no quiere que revele su nombre.

Pero aparte de eso me dijo algo más interesante: "A Cristian lo han de haber confundido o algo, porque te lo digo de neta, él no pudo haber sido. Cristian no es capaz de asesinar a alguien".

Una búsqueda en internet y otro par de llamadas aclararon la confusión de la Fiscalía: Escobedo es estudiante de El Paso Community College, un colegio público donde cursa la carrera técnica en enfermería, y formó parte como defensor en un equipo de futbol americano en una preparatoria de la misma ciudad.

El sitio Hanksmedia.com tiene una lista donde el nombre de Cristian Escobedo aparece como tacleador defensivo, ocho solos, 67 tacleos y 9 carreras para la preparatoria Hanks. Y los registros públicos del Condado de El Paso cuentan que en 2009, con 15 años, fue arrestado por posesión de alcohol siendo menor de edad.

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El homicidio de Omar Salvador Chavarría, un hombre de 31 años, sucedió el 9 de febrero pasado frente a un bar llamado Ibiza. La causa penal 666/14 en contra de Escobedo relata que de hecho el joven no fue quien disparó en contra de Chavarría, sin embargo, lo apunta como quien habría ordenado matarlo tras una riña que lo mandó al hospital meses antes.

Arturo Sandoval, vocero de la Fiscalía de Chihuahua, dijo que existen "suficientes pruebas" para vincular a Escobedo al caso, como una serie de mensajes amenazantes vía Facebook dirigidos a Chavarría.

Junto a Escobedo está acusado Osvaldo Magallanes Guardado, alias El Semental o El Corcel, quien habría sido el homicida material, el que detonó el arma y envió a Chavarría al hospital donde murió horas después.

La semana pasada comenzó el juicio de vinculación en contra de ambos y una de las testigos fue la madre de Escobedo, quien dijo que su hijo había sostenido una pelea en un bar el pasado 31 de diciembre del 2013, en donde fue lesionado y trasladado a recibir atención médica a un hospital en El Paso, Texas con fractura en costillas.

Pero la misma madre, su hermano y uno de sus mejores amigos aseguran que Cristian no pudo haber sido.

"Cristian era peleonero, como todos, cuando le buscaban, pero de ahí a matar a alguien es imposible, él no es ese tipo de persona", me dijo uno de sus mejores amigos, quien no quiso que su nombre se publicara.

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Esta semana Cristian envió una carta a su madre y hermano pidiendo perdón por "todo lo que pasó" y describió su estancia en la cárcel como "triste, con frío, hambre y abusos".

Las versiones de la Fiscalía no serían tan difíciles de creer, o las de los familiares tan sencillas de ser ciertas de no ser porque Ciudad Juárez ha probado más de dos decenas de chivos expiatorios en alrededor de diez años.

La diputada de Ciudad Juárez, miembro del Movimiento Ciudadano, Martha Beatriz Córdova, dijo hace unos meses que "las cárceles de Ciudad Juárez son fábricas de chivos expiatorios".

Escobedo está internado en el Cereso Estatal #3 y cuenta con la medida cautelar de prisión preventiva, en lo que se resuelve su situación jurídica.

El tiempo nos ha demostrado que Ciudad Juárez ha sido la punta de lanza en el país para el crimen y los derivados, como la impunidad, y que probablemente la historia de Cristian esté contando el confuso futuro de México y su justicia difuminada.

@LuisKuryaki