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¡El futuro de la guerra ya está aquí!

Robots que te producirán asco, freirán grasa debajo de tu piel y te obligarán a escuchar "la voz de Dios" como canción de Barney.

Desde el comienzo de la humanidad, los hombres se han disputado territorios, recursos y posiciones de poder. Ahora que la civilización se ve amenazada por la posibilidad de que un cadete espacial de derecha y mormón tome la Casa Blanca, el mundo árabe desate una ola de violencia por un video estúpido en YouTube y nos quedemos sin petróleo, parece que las palomas blancas fueron reemplazadas por drones.

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Todavía peor, las personas que deciden cómo los ejércitos gastan su dinero, están despilfarrando suficiente dinero para llenar un cráter nuclear con las tecnologías futuristas  más "cool" del momento. Según un investigador del ejército estadunidense: “Tienes que suplicar para que te den dinero para salvas o armas acústicas. Pero si mencionas la palabra láser o sable de luz, el dinero llega sin problemas”.

Estados Unidos gasta más dinero en el ejército que el resto del planeta en conjunto. Unos 80 mil millones de dólares en investigación y desarrollo. Como resultado de eso, el ejército estadunidense lleva décadas anticipando el futuro. El futuro llega primero a través de las guerras que lidera Washington. El Pentágono y su departamento de desarrollo, la Agencia de Proyectos de Investigación Avanzada de Defensa (DARPA), fueron los responsables de internet, la energía nuclear, los viajes espaciales y otros descubrimientos científicos que han cambiado de forma radical la realidad militar y civil en el mundo.

He aquí un adelanto sobre lo que han estado tramando.

SUPERSOLDADOS Y CYBORGS

Desde el infame programa nazi, Lebensborn, y el proyecto ilegal de la CIA, MK-Ultra, hasta The men who stare at goats, los intentos por crear supersoldados a través de eugenesia, ingeniería genética, lavado de cerebros y medios paranormales, han existido durante décadas. Hoy, el Pentágono invierte 400 millones de dólares al año para desarrollar a los guerreros superhumanos de siguiente generación.

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La población gringa es cada vez más obesa y el ejército necesita desesperadamente más gente para luchar en sus desastrosas guerras; la obesidad en Estados Unidos se está convirtiendo en un problema de seguridad nacional. Pero olvida las clases de swing y las dietas para morirte de hambre, el programa “Dominio metabólico” de DARPA amenaza con destruir súbitamente a la industria para la pérdida de peso, un sector valuado en 40 mil millones de dólares. El proyecto explora las distintas maneas de convertir la grasa en energía y reducir el hambre, para que los soldados puedan pelear por más tiempo y vivir hasta cinco días sin comer un solo bocado.

Mientras tanto, están desarrollando una “vacuna contra el dolor” para bloquear los dolores intensos durante meses. No estoy muy seguro de cómo funcionará, dado que todos han escuchado esa historia sobre el hermano mayor del amigo que tomó demasiada ketamina y no sintió cómo se rompían sus brazos cuando salió volando de su auto por jugar carreritas, pero supongo que así son las cosas en Estados Unidos, un lugar donde todo es posible.

En fin, si crees que eso está jodido, el ejército gringo también le está pagando a un equipo de genetistas para que encuentren una manera de volver a crecer extremidades amputadas en sus soldados. Espero te diviertas soñando con eso al rato.

Los investigadores reconocen que estas mejoras médicas y genéticas están limitadas por nuestra propia biología. Lo saben, pero eso no los detiene; así que los soldados del futuro serán más como los cyborgs de las películas de ciencia ficción: mitad humanos, mitad máquinas. Raytheon, un gigante armamentista, ya desarrolló exoesqueletos estilo Iron Man, los cuales darían a los soldados una fuerza sobrehumana. Los sensores de movimiento reconocen los movimientos del portador y el traje los imita con su sistema hidráulico, lo que permite a las tropas cargar con su equipo y correr durante horas.

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Ese día cuando todos podamos caminar al trabajo y saltar felizmente de regreso a casa suena increíble, pero antes de que esa tecnología llegue hasta nosotros los mortales, piensa en todas las familias que temblarán de miedo bajo la lluvia, esperando a que un supersoldado indestructible, Robert Bales, llegue y tire la puerta de su casa.

Pero lo más descabellado de todo tiene que ser la investigación que se lleva a cabo sobre la “cognición mejorada” o la “inteligencia amplificada” que pretende mejorar nuestros cerebros con la inserción de un chip dentro de nuestros cuerpos. Esta tecnología no sólo podría aumentar de manera radical nuestra memoria, también podría llevarnos a lo que un científico describe como "insertar una memoria que interactúe con tu cerebro”. Esto quiere decir que esas habilidades que tomaría años aprender (volar un helicóptero, hablar árabe, realizar una cirugía) podrían descargarse en cuestión de segundos.

Por desgracia, el vocero del Pentágono no estaba disponible para darnos su postura al respecto, así que tuve que preguntarle su opinión a mi amigo Rob, un soldado de 19 años con sed de sangre que pronto partirá a Afganistán.

“Esos trajes de cyborg se ven estúpidamente frágiles, igual que todo lo que usamos”, me dijo. “¿Y después qué? Estás en medio de la nada con un robot de una tonelada en tu espalda y no te puedes mover. Son puras mamadas".

"Obviamente, si pudiera implantarme un chip en la cabeza para aprender cosas más rápido, lo haría, igual que todos mis compañeros. Pero si el enemigo consiguiera algo así, te estarías cagando en los pantalones. ¿Qué pasa si se roban uno de nuestros aviones y saben cómo volarlo?”

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Buen punto, ni siquiera sabrías que los cabrones vienen en camino.

ROBOTS

Sí, robots. Ya hay más de 12 mil en Irak, y estas cosas hacen que las guerras de robots parezcan un desfile de chihuahuas. El “Gladiator” cuesta 400 mil dólares completamente equipado. A cambio de tu dinero, recibes una máquinas asesinas y sin sentimientos, equipada con un ametralladora con 600 balas, misiles antitanque, lanzagranadas de 40mm y gas lacrimógeno. Y lo puedes manejar con un control de PlayStation, lo que habla bien del futuro para todos aquellos que sólo lean los diálogos de sus videojuegos y lo que dice en la caja de pizza.

Pero la máquina militar más escalofriante tiene que ser el LS3 de Boston Dynamics: una mula de carga robótica con aspecto de cucaracha cibernética gigante. Técnicamente, este robot es indefenso: diseñado para cargar el equipo de los soldados y seguirlos por cualquier terreno, pero también funciona como una “fuente de energía móvil”, lo que lo convierte en el cargador de iPhone más caro del mundo. Aunque dudo mucho que se use para cargar iPhones, más bien se usará para recargar otras máquinas asesinas.

Para el Pentágono, las ventajas de esto son evidentes: los robots tienen un mejor tiempo de respuesta y una mejor mira que los humanos, no se cansan ni les da hambre, no pierden concentración ni se vuelven menos eficientes. Es más, los efectos psicológicos que tendría un enemigo robótico (uno que no puede sentir dolor, miedo ni piedad, uno que no puede morir) serían devastadores.

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Mientras que los robots de combate actuales suelen tener un diseño estrictamente utilitario, al ejército le gusta atormentar a la gente con la apariencia de sus máquinas; el ejército ya solicitó a una compañía el diseño de un sistema que se parezca al T-800. Los especialistas en robótica del ejército también quieren elevar los niveles de terror haciendo uso del miedo natural que sienten muchas personas a los insectos, así como un fenómeno conocido como el “valle extraño”, en el que los robots que parecen seres vivos, producen un sentimiento de profundo asco.

Para el 2015, una tercera parte del ejército estadunidense estará compuesta de robots. ¿Pero que hay de Terminator? ¿Qué hay de The Matrix? ¿Qué hay de la singularidad? En el futuro inmediato, los errores de software representan una mayor amenaza que la inteligencia artificial. En 2007, un sistema antiaéreo robotizado falló durante un ejercicio de entrenamiento. Comenzó a girar en círculos y a escupir 550 explosivos por minuto. Nueve soldados perdieron la vida y catorce más resultaron heridos. Supongo que eso no pasó la última vez que se bloqueó tu BlackBerry.

En el futuro, una guerra contra las máquinas parece inevitable. DARPA está financiando la investigación de Energetically Autonomous Tactical Robot [Robot Estratégico Energéticamente Autónomo], un robot de combate cuyas iniciales forman el acrónimo “EATR" [devorador] y que podría recargarse consumiendo cadáveres humanos. ¿Qué podría salir mal?

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El veredicto de Rob:

“¿Robots? Los que cargan con tu equipo son geniales, ¿quién no querría uno de esos? Pero cualquier pelado los puede controlar, lo cual es bueno y malo: ¡Irán acaba de construir su propio dron y eso me aterra!

"Cuando tienen armas y mente propia, la cosa se vuelve muy arriesgada”, continúa. “Probablemente romperían algunas reglas de combate".

ARMAS LÁSER Y DE "ENERGÍA DIRIGIDA"

Además de láseres, el ejército está desarrollando una serie de armas de “energía dirigida”. El Active Denial System funciona igual que un horno de microondas: fríe al enemigo cual cena congelada. ¿Quieres una descripción más detallada? Un rayo de radiación intensa hierve el agua y la grasa debajo de la piel, lo que produce una sensación de ardor intenso.

Una serie de “rifles” láser y de energía dirigida (capaces de producir descargas letales de plasma, pulsos electromagnéticos paralizantes y “rayos de dolor” infrarrojos”) están siendo desarrollados por la policía y el ejército para su uso. ¿Y qué pasó con los sables de luz? Lo siento, son físicamente imposibles, aunque los comandos de Operaciones Especiales están probando lo que les sigue: un cuchillo de plasma que atraviesa la piel con una “cuchilla” de gas ionizado.

Pero, quizá lo más siniestro de todo sea el proyecto MEDUSA: un intento por desarrollar un arma que utiliza microondas de bajo poder para proyectar la “Voz de Dios” y otros mensajes subliminales sobre el enemigo. Lo malo de esta tecnología, es que terminará en manos de publicistas y será implementada en paradas de camión y tienditas.

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Pero a Rob esas cosas no le importan, porque está 200 por ciento a favor de las armas de energía dirigida:

“He leído mucho al respecto y son realmente impresionantes, aunque un poco ‘inhumanas’”, me dijo. Su uso del entrecomillado me preocupa.

"Ahorrarías mucho dinero en municiones y en tiempos de limpieza, además de que perturbarían seriamente al enemigo. ¡Te cagarías en los pantalones si supieras que tu enemigo tiene armas láser!”

Al final, todas estas nuevas tecnologías son desclasificadas o no se discuten oficialmente. Pero las tecnologías militares más aterradoras del futuro serán aquellas de las que no sabemos nada: el proyecto Manhattan del siglo XXI. Si los supersoldados, robots y armas láser no garantizan un apocalipsis con tecnología de punta, entonces el “presupuesto negro” del Pentágono, la nanotecnología, la guerra espacial y las futuras armas de destrucción masiva seguro lo harán.

Como dice Rob: “Todo este equipo estilo Metal Gear Solid será tan bueno como la persona que lo use”.

Sigue a Theo en Twitter: @Theo_

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