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El futuro de la moda

Podrás vestirte con tu celular; suena extraño pero qué diablos…

Si me dedicara a predecir tendencias, probablemente lloraría por las noches, sabiendo que desperdiciaba mi vida. Pero si fuera una reportera de tendencias, fuera buena en mi trabajo y quisiera impresionar a esa compañía multimillonaria a la que le vendo mi información, me prepararía para las bombas que caerán en la próxima década: China pasará de consumir sólo diez por ciento de los lujos internacionales a 44 por ciento; el internet dejará que subculturas citadinas muy específicas se globalicen; se están desarrollando prendas que pueden detectar nuestra estado de ánimo, estado físico e impulsos mentales. Y el gato de Karl Lagerfeld podría morir pronto. No estoy diciendo que morirá. Sólo que es una posibilidad.

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Y todo será sexxxy, el futuro siempre se viste sexxxy. En la última novela de Gary Shteyngart,Super Sad True Love Story, ambientada en Nueva York en un futuro cercano y relativamente tecnológico, todas las chicas compranAssLuxury.com, donde adquieren jeans “onion skin” y calzones “total surrender” (desaparecen con el toque de un botón, eso es tener estilo). Del mismo modo que Jean Paul Gaultier se imaginó chicas semidesnudas en trajes felinos cuando diseñó los vestuarios de El quinto elemento, había una inclinación por asumir que el futuro de la moda sería tan completamente absurdo y exagerado, que Andre Leon Talley se sentiría modesto en comparación.

LUJOS

Empecemos con lujos. Hace cinco años, la gente que se consideraba parte de marcas de diseñador idolatradas, y ahora Chanel están haciendo tenis que parecen imitaciones hechas en Photoshop. Con una creciente demanda de la clase media aspiracional por productor de lujo, las marcas como Hermes comienzan a sentirse cansadas.

“El lujo es tan relativo, la gente está redefiniendo lo que significa una marca de lujo”, explica William Wright, director creativo de logo.ec. William cree que, durante la siguiente década, “lujo” podrá ser sinónimo tanto de Burberry como de la bebida energética Monster. "Cuando la gente no tiene acceso a marcas costosas, es inevitable que surjan otros fetiches”, comenta. Y si me preguntas a mí, tiene un punto: los cambios en la moda son una reinterpretación del significado de lujo. Al reapropiarse de la decadencia y jugar con los logos de manera deconstructiva, la gente está creando prendas exclusivas que podrían terminar siendo más lujosas, dada su existencia como un nicho.

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Uñas Monster; redefiniendo la palabra "lujo".

Gente que diga “jódete” a las leyes del copyright y elijan marcas de identidad de sus habitaciones no es el único cambio que anticipa William. Actualmente se imagina la moda como una “pecera que el mundo mira desde fuera”. Sobre las cosas impresas, “no hay conversación con la revista, la ves y la tocas y dices: ‘Esa es una linda imagen’. Con el internet la conversación es instantánea”. Aunque marcas que piensan a futuro como Chanel y Comme Des Garcons quieren escuchar y participar en la conversación en línea, lo cual es cada vez más evidente en sus campañas, las marcas mainstream todavía son propiedad de personas que “saben que internet existe, pero no hablan su idioma”. Para mantenerse al día, “en lugar de hacer que su equipo de estrategias haga versiones jodidas de lo que la gente está haciendo ahora”, tendrán que “abrir la conversación” a la comunidad virtual. Y eso quiere decir todos.

Si las marcas no quieren correr el riesgo de malinterpretar la “cultura joven” y terminar haciendo el ridículo (Will recuerda la campaña de Nike en 2005 con Minor Threat) entonces necesitan despedir a sus abogados y darle el control creativo a la gente que sabe lo que hace.

INTERNET

Nuestro amigo, el escritor de moda Daryoush Haj-Najafi, predice un futuro similar para la tiendas mainstream. Esta seguro de que “las principales marcas están muertas”, y estoy segura que tiene razón. En 2011, los ingleses fueron los principales consumidores por internet en el mundo. Para adaptarse, cree que durante la siguiente década empezaremos a ver que las “tiendas se convierten en revistas”, para dejar una huela mediática que los sigas haciendo relevantes. Las primeras etapas de este cambio ya son evidentes: El Consejo de Moda Británica acaba de nombrar a la fundadora de Net-a-Porter, Natalie Massenet, como su presidenta, y la revista ASOS que salió en 2007 tiene ahora el más grande tiraje de cualquier revista para mujeres en el Reino Unido.

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Pero lanzar una revista sólo para mantenerse al día nunca será suficiente, pues internet comienza a “parecer cada vez menos una hoja impresa”, dice Daryoush. Los softwares actuales imitan los documentos impresos, pero en el futuro cercano esto se transformará en una “experiencia de inmersión”. Como un juego de computadora, con toda una gama de imágenes, videos, formas y prendas que sería imposible recrear en la realidad. ¿Acaso no suena increíble? La diseñadora Carri Munden, la mente detrás de Cassette Playa, anticipa cambios en la manera de interactuar con los consumidores. Cree que las tiendas “serán más como salas de exhibición”, y cita las tiendas Apple como un ejemplo y explica que se dará un valor igual a los “objetos virtuales”, así como las apps son esenciales en un iPhone.

Sólo que quizá eso suena demasiado increíble. ¿Rondaremos por una realidad cibernética con un look estúpidamente hermoso mientras nuestros cuerpos desnudos se retuercen y desintegran tirados en un sillón en algún lugar del mundo? No lo creo, al menos no pronto. Daryoush cree que el efecto que estos nuevos buscadores tendrán en la moda será como cuando Boombox era “un antro lleno de gente que se vestía como en sus fotos de MySpace”. La gente quiere “verse tridimensional, o como una computadora; será una locura”.

Alguien "disfrazado de su perfil de MySpace" en Boombox.

¿Qué hay de la teoría de que el internet esta homogeneizando a las subculturas en una especie de uniformidad “hipster” global? Daryoush no está convencido. “¿Qué la gente no lleva desde los sesenta diciendo eso?” Además de “acelerar” la cultura, y permitir la generalización de chistes malos sobre tendencias, internet llevará a la gente a lo que Daryoush ve cómo la principal influencia de la moda en esta década. Para él, es “completamente obvio” que Asia, en particular China, será central en la forma de vestir de los jóvenes durante los siguientes diez años. Espera un cambio generalizado de los diseños rebuscados, a la ropa deportiva sencilla y ropa de trabajo en colores neutros y con telas baratas.

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Por supuesto, este tipo de anti-fashion siempre ha existido, y la recesión hizo que la gente reflexionara sobre la importancia de la moda en una país con una crisis económica. Pero este tipo de frugalidad cool no siempre estuvo tan presente en una industria dominada por la venta de accesorios y perfumes, y dependiente de las aspiraciones del consumidor. Es un look que rechaza el brillo por completo, no como hiciera el grunge, sino porque usar ropa deportiva Nike color negro representa el lujo, lo económico, lo sencillo y manda un mensaje, todo al mismo tiempo. Es una combinación de estilo demasiado compleja como para venderse, y es demasiado barata como para ser arruinada por la producción en masa. Me suena a un éxito rotundo.

TELAS

Por fin, sería un poco tonto hablar sobre el futuro de la moda sin considerar los avances textiles. Piensa en cómo los smartphones han estallado en los últimos diez años. Ahora piensa por qué no ha sido lo mismo con los jeans (la transición de los acampanados a los skinny jeans no cuenta). Siempre he creído que los vestidos iluminados están reservados para las fembots y Thierry Mugler en 1996, pero la verdad es que hay muchas personas determinadas a hacer grandes cosas con la “ropa inteligente”.

Francesca Rosella, cofundadora de CuteCircuit, cuya playera “Hug T-shirt” con Bluetooth (si no lo sabías, es la playera que transmite la sensación física de un abrazo de un usuario a otro) ganó el premio de la revista TIME como el Mejor Invento, acaba de terminar el diseño de un “vestido celular”. El M Dress (abajo) contiene un dispositivo con “circuitos electrónicos flexibles”; sólo inserta tu tarjeta SIM bajo la etiqueta y el vestido se convierte en tu dispositivo móvil. Levanta tu mano a tu oído para contestar y bájala para colgar. Platiqué con Rosella sobre cómo la tecnología revolucionará la relación entre funcionalidad y moda.

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El M Dress de Francesca Rosella.

“Hay cosas que tardan en ser adoptadas, pero una vez que se vuelven mainstream, se vuelve omnipresentes de un momento a otro”, predice. Según Francesca, la tecnología en prendas cambiará el mundo de la ropa así como los trajes con falda de Chanel cambiaron el mundo de la ropa para mujer en los años veinte. Su argumento es que si la tecnología está ahí para simplificar todo y hacer que las cosas sean más útiles, la gente va esperar que así sea. Las posibilidades para la próxima década van desde un bolsa con un GPS integrado para que nunca la pierdas, hasta las telas, aún no perfeccionadas, de invisibilidad, las cuales, cuando sean perfeccionados, serán ideales para las fajas, ¿cierto? Imagina una prenda para darle forma a tu cuerpo que realmente haga que tu enorme trasero desaparezca.

Pero una cosa que todavía me preocupa es si la tecnología cambiara el aspecto de la ropa. No sé si podría con un mundo en el que todos se vistan como Will.i.am. La verdad es que sí lo sé, y definitivamente no podría.

“Siempre me preguntan si creo que caminaremos por la calle con vestidos de LED en los próximos cinco años”, dice Syuzi Pakhchyan, editora de fashioningtech.com, “Mi respuesta es siempre no”. Gracias a Dios. Pakhchyan predice que los avances en la tecnología para prendas seguirán siendo parte de “un nicho en el mercado” de ropa para hacer ejercicio y deportes, al menos en el futuro cercano. La ropa deportiva que se lava sola y te muestra tus estadísticas serán quizá las primeras prendas en volverse mainstream en los próximos diez años, seguidas de otras que puedan calcular tus niveles de vitaminas en el flujo sanguíneo. Si esto le suena aburrido a las personas normales que nunca se ejercitan, también está fascinada con los avances de las “nanofibras”, que podrían en teoría ser “tejidas en prendas que generen su propia energía para protegerte de enfermedades infecciosas”. Genial.

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Pero como siempre en el mundo de la moda, cada que hay un gran descubrimiento, siempre hay una bizarra y aborrecible mutación; en vista de que modificarte la vagina para que sea vea lisa como muñeca de bebé ya está de moda, consideremos el “perfume comestible”. Lucy McCrae, quien se autodenomina la “arquitecta del cuerpo”, está desarrollando una “pastilla que te permite personalizar el olor de tu transpiración”. Quizá las prendas que se lavan y se planchan solas ayudarán a extender la lista de cosas que la industria de la moda hace para convencer a la gente de que sus cuerpos son asquerosos. Sea cual sea la razón, no cuenten conmigo.

Supongo que lo más emocionante sobre el futuro de nuestras prendas es que quizá dejemos de pensar en la moda como eso que la chica blanca y esquelética del campamento y los homosexuales que se la pasan quejándose de los perros chihuahua y picándose la nariz representan. Existe la posibilidad de que nuestras selección de prendas sea completamente nuestra elección, y esa es una responsabilidad un poco aterradora. Por el amor de Dios, ¿alguien puede borrar a Tulisa de internet?

Sigue a Bertie en Twitter @bertiebrandes

Ilustración por Marta Parszeniew.

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