FYI.

This story is over 5 years old.

Sexo

El imprescindible arte del sexo oral

Hay que recobrar la bonita tradición de comerte a quien deseas.

Foto vía.

Me eché un clavado en el estudio "Hábitos sexuales del latinoamericano - GDA 2010" (Las siglas corresponden a Grupo de Diarios de América), y descubrí que sólo el 16% de las mujeres mexicanas declara que su medio para llegar al orgasmo es la estimulación oral. Los hombres no se quedan nada atrás: sólo el 8% de los mexicanos declara lo mismo.

Y en el resto de Latinoamérica no es distinto: únicamente el 20% de las mujeres alcanza el orgasmo a través de sexo oral y, el porcentaje masculino más alto es de un triste 13% en Chile y Argentina.

Publicidad

Ya sé, están pensando "No seas güey, Mariana, eso es porque a la gente le gusta ir a lo que va, el sexo oral es para el foreplay".

¡Pues no! Porque el 33% de las mexicanas y el 14% de los mexicanos tienen orgasmos con estimulación manual en pareja, chaquetas compartidas, podríamos llamarlas… ¿Se dan cuenta de que es casi el doble?

Después de ver esto me quedé pensando: ¿Pero por qué, si el sexo oral es tan bonito? Y tuve una revelación: Tal vez hace falta agarrarle gusto y volverse más hábiles, tan sencillo como eso.

Antes que nada, hablemos de seguridad:

Últimamente "los estudios" dicen que el sexo oral aumenta las probabilidades de contraer cáncer de garganta y boca (¡gracias, Michael Douglas! *echa el evil eye*). La onda está así: puedes contraer Virus de Papiloma Humano al hacer sexo oral sin protección —particularmente si tienes heridas en la boca—. Como saben, el VPH puede convertirse en cáncer, pero los buenos doctores aún no terminan de entender cuándo sí y cuándo no (este virus tiene muchas variantes); lo que sí han notado es que en el 72% de estos casos de cáncer, encuentran VPH.

Otras ETS que puedes adquirir a través de sexo oral sin protección son: VIH/Sida, sífilis, gonorrea, herpes, clamidia, hepatitis B… No les voy a mentir, son prácticamente todas (ya sé, apesta).

Así que, más vale tomar las precauciones necesarias: Usen condón y "parches" vaginales (pueden hacer uno con un condón, cortando la punta y uno de los lados, de modo que quede un rectángulo de látex), no practiquen sexo oral si tienen heridas en la boca y, sé que puede sonar raro pero, no usen hilo dental ni se cepillen muy fuerte los dientes antes de darse.

Publicidad

Una vez dicho esto, vamos a la parte divertida: la práctica. Y digo "práctica" con toda la intención, porque me he dado cuenta de que mucha gente espera que haya un manual técnico para hacer retorcer de placer a su pareja, como si se tratase de ajustar la hora en el radio del coche. Epic fail.

Las prácticas están más cerca del arte que de la ciencia; ocupan reflexión, atención y ensayo constantes. El punto es saber qué hacer y cuándo hacerlo y, ese expertise sólo se logra ejercitando y explorando posibilidades.

Pero no se me saquen de onda, no los voy a dejar nomás con el "ahí explórenle", hay unas cuantas bases con las que podemos empezar.

En esta entrega, quiero enfocarme en la felación, tema que me precio de conocer bastante bien, así que ahí les van unos cuantos tips que yo he encontrado muy útiles. (Algunos funcionan también para el cunnilingus y voy a retomarlos desde esa perspectiva, cuando hablemos del tema.)

Foto vía.

1. Cuestión de empatía

Si eres morra, tal vez has pensado: "Yo no tengo pene, ¿cómo voy a saber qué le gusta?" Buenas noticias: el glande y el clítoris funcionan prácticamente igual. Ese es su territorio común y puede ser oro puro si saben usarlo.

2. Fuera dientes

Si "florear" los labios no es lo tuyo o, si quieres poder ejercer más presión, cubre tus dientes con los labios —sí, como boca de viejito—, sé que suena poco sexy, pero a) no se ve y b) a él no le va a importar, créeme.

Publicidad

3. Vete leve

Enfocarse sólo en el pene, puede volverse aburrido, sobre todo, cuando en el escroto puedes encontrar una enorme fuente de placer (y, de paso, un gran paro cuando tu mandíbula necesita descansar). Ahora, hablamos de un área extremadamente sensible para la mayoría de los hombres, tanto, que cualquier movimiento brusco les puede doler, así que empieza con lengüetazos y caricias suaves, no te lances a succionar sin más.

4. El truco del tragasables

Como cualquier humano, has visto porno, y como cualquiera, te has preguntado "¡¿cómo chuchas le hacen?!" Pues bien, el truco está en respirar por la nariz y relajar los músculos de la garganta (sí, sí, así de simple). Yo sé que hay gente con un gran reflejo nauseoso pero, de nuevo, practicando vas a encontrar tus límites y podrás perfeccionarlo.

5. Dale un giro

En la pedagogía del porno, casi siempre se estimula el glande con la boca y el tronco del pene con las manos… ¿Por qué no hacerlo al revés? Lame y succiona la base (sobre todo, ese tendón que resalta y el espacio entre el escroto y el inicio del pene), mientras frotas o acaricias circularmente su glande.

Si ustedes tienen movidas y sabiduría que compartir sobre el tema ¡echen el comentario!

Y bueno, como uno siempre se queda con ganas de más (y, para que se echen un taco de ojo), les dejo un par de tutoriales aquí y acá. Enjoy!

También lee:

La Guía VICE para una buena chupada