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¿Tienes fuego?

El príncipe de Chirak

Lil Durk y los raperos resplandecen en las calles más violentas de Chicago.

Fotos por Danny Manhattan.

Es finales de agosto a una despiadada hora en la mañana. Estamos en el Studio 11 en el centro de Chicago, hablando con un representante de Def Jam llamado Sickamore. Está supervisando tranquilamente la tumultuosa carrera de Lil Durk, un rapero de 20 años que actualmente está encerrado en una de las cabinas vocales de vidrio del estudio, con una bufanda Gucci sobre sus hombros. Si miras de cerca el tatuaje arriba de su ojo derecho, verás que dice “Angelo”, el nombre de su hijo. El ingeniero le sube a las vocales sobre los beats drill oscuros hechos por el productor Paris Bueller. Sickamore nos voltea a ver y nos dice: “¡Queremos plantearlo como una mezcla de 50 Cent y Justin Bieber!”

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Aquellos a quienes aún no les trepana la cabeza el estilo musical drill, del sur de Chicago —hecho famoso por Chief Keef, patrocinado por Kanye West, con un sonido simplificado y perfeccionado por un productor de apenas 20 años llamado Young Chop— probablemente no hayan escuchado hablar de Lil Durk ni de su música.

Aunque es desvergonzadamente violento y puede que esté afiliado a una pandilla, Lil Durk podría ser el único rapero serio en la rama del drill más popero de todos. El género, que alguna vez fue llamado “música muerta”, es el brutal soundtrack de la catastrófica violencia de pandillas en Chicago y de su astronómico índice de asesinatos. Esta ciudad es el hogar de más de cien mil pandilleros que pertenecen a 59 pandillas, y solamente en 2011, 319 de sus niños de edad escolar recibieron disparos, a propósito o no. Se hizo aparente que las cosas habían entrado en una espiral sin control cuando los ciudadanos de Chicago comenzaron a referirse a su ciudad como “Chirak”.

En este ambiente es donde resplandece Lil Durk, junto con un cuadro de artistas asociados. Hoy el estudio está a reventar de raperos, productores y equipo afiliado a la clica de Lil Durk, Only The Family (OTF), junto con miembros misceláneos del 300, una facción de la pandilla nacional Black Disciples, a la que Durk y Keef se reportan como afiliados. Los miembros de más alto perfil de esta pandilla son Lil Reese, Fredo Santana y, claro, Chief Keef.

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Chief Keef ha hecho una carrera de gritar amenazas sobre beats trap mecánicos post-ATL que de alguna manera se convirtieron en himnos de fiesta que las niñas ricas blancas bailan en sus dormitorios cada noche. Lil Durk, por otro lado, explica meticulosamente su estilo de vida al margen de la ley y los aspectos más sóridos de uno de los vecindarios más delictivos de EU, y cómo no está tan feliz con algunos de los caminos que ha tomado su vida. Mientras estos equipos hacen música innovadora y brutalmente honesta que ha trascendido las calles en las que fue grabada, los policías de Chicago también siguen a los raperos muy de cerca, usándolos como medio para tener vigiladas las facciones callejeras. Las pandillas de rap son una manera rápida y fácil de los policías de Chicago para llevar registro del complejo, fragmentado e incomprensible paisaje de las pandillas.

Este junio, Lil Durk salió bien librado de un juicio donde presentaba cargos por portación de armas después de que el Departamento de Policía de Chicago lo acusara del uso ilegal de un arma de calibre .40, después de que oficiales que estaban en la escena del crimen supuestamente vieron cómo el rapero lanzaba un arma de mano en su coche. Nueve testigos hablaron en favor de Lil Durk, y los cargos se retiraron justo a tiempo para que grabara Signed to the Streets, que fue lanzado a principios de octubre.

Como un hombre que ha tenido unos últimos seis meses de la chingada, Lil Durk no parece que vaya a bajar de ritmo pronto, a menos que los marines estadounidenses invadan Chirak.

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Fredo Santana, alias Big Boss Fredo, otro artista naciente de Chirak.

VICE: Tu compa de RP se refirió a ti como “mezcla de 50 Cent con Justin Bieber”.
Lil Durk: Simón.

¿Eso te viene bien?
Mierda, hermano, todos los complementos son buenos complementos. Tienes que creer en ti mismo. Pones a un hijo de puta a prueba y mira cómo se siente: “¿Hey, negro, crees que eres mejor que un rapero que gana premios?” Si se quedan como: “Eh, no sé”, significa que no creen en sí mismos. Significa que no es para ellos.

¿Eres un belieber?
Sí.

Y, ¿cómo fue estar en prisión?
Es una cosa de michas y michas. Porque la mitad de estar en la cárcel es estar adentro, pensando que no eres relevante, perdiéndote a tu familia, y todo lo demás sigue su paso. Pensar que fuiste olvidado. Al mismo tiempo, estás sentado pensando: Cuando salga de la cárcel sé que tengo una mejor manera de gastar mi dinero, conseguir otra oportunidad y darle vuelta a las cosas.

Caminábamos por la Calle 63 en la noche, grabando algunas cosas para terminar con el documental de Chirak, y preguntándonos si seguirías por aquí. Está loco allá afuera. Están matando niños. Y toda esta mierda del rap puede terminar en dos años, ¿sabes lo que digo? Además hay como policías de hip-hop. Tenemos nuestra policía personal.

¿Quiénes son?
El Departamento de Policía de Chicago. Es como si el DPC estuviera justo para nosotros. Si me atrapan a mí o a Reese haciendo acrobacias en esa cuadra, nos acusan de transgredir. Mamadas. Lo sacan de proporción e inventan cosas con esa mierda.

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¿Estás diciendo que sus pandillas son buscadas sin importar por qué?
Sí. No quiero que el OTF sólo aparezca en las noticias por casos de armas. Quiero escuchar al locutor decir: “OTF acaba de comprar un edificio para los niños. ‘Compraron la cárcel y la van a convertir en gimnasio’. Mierdas como ésas. A corto plazo, cuando escuche a alguien decir “OTF” en la calle, quiero que digan, “¡Sí, OTF! ¡Wuujuu!”

Están en esto juntos.
Sí, aunque yo intento hacer otras cosas. Chicago está loco, pero al mismo tiempo estoy tratando de hacer algo de dinero, como algo de esos que se hacen el extranjero.

Subcontratación…
Esos son diez millones de dólares. Seis meses después, regresar con un nuevo Bugatti.

¿Alguna vez has pensado en mudarte si todo se pone demasiado loco?
Nah, soy de aquí, no me voy a querer ir. Seguiré sobresaliendo. No tengo grandes problemas. Tienes que volverte más listo. Pero tal vez quiera mudarme a Los Ángeles, sacar a mis hijos de esta mierda.

¿Crees que Chicago está mejorando o empeorando?
¿En el rap o en la violencia?

La violencia.
Mitad y mitad. A veces todo va bien, a veces se calman los asesinatos. Luego algo realmente estúpido pasa, como que matan al bebé de alguien. Eso pasó hace unos meses, mataron a una niña en el parque. Así que no sé. En Chicago hacen de las pendejadas más tontas, hermano.