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Los investigadores descubrieron que el sexo anal se asocia con una menor presión cuando el ano está en reposo (es decir, que los músculos no aprietan tanto), al igual que con síntomas menores de incontinencia fecal, como sentir una mayor urgencia a la hora de defecar. Un estudio realizado en 1997 asoció una vez más el sexo anal receptivo con una menor presión del ano en reposo; aunque no pudo asociarlo con la incontinencia. La evidencia inconsistente sobre la incontinencia hace que resulte difícil sacar conclusiones. A decir verdad, no sabemos qué significa el hallazgo de la presión anómala del ano en reposo porque los autores del estudio antes mencionado argumentan que esta menor presión podría deberse simplemente a una mayor comodidad con la estimulación anal, es decir, que probablemente los hombres que ya habían practicado sexo anal receptivo estaban un poco más relajados durante el estudio.Ten en cuenta que ambos estudios estaban basados en muestras muy pequeñas y enfocados únicamente en el cuerpo masculino. En un intento por aclarar la confusión y abordar estas limitaciones, hace unos meses se publicó un nuevo estudio sobre el sexo anal y la incontinencia en el que se encuestó a más de 4 mil estadounidenses. Los investigadores descubrieron que tanto las mujeres como los hombres que habían practicado sexo anal receptivo tenían tasas más altas de incontinencia en comparación con los que nunca lo habían practicado (el 9.9 por ciento contra el 7.4 por ciento en las mujeres y el 11.6 por ciento contra el 5.3 por ciento en los hombres).
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Otro de los temores principales sobre el sexo anal es el posible trauma físico al que se expone el ano. Los expertos médicos creen que durante el sexo anal se producen micro desgarres, igual que los micro desgarres comunes durante el coito vaginal. Sin embargo, sanan rápidamente y no representan una amenaza significativa para la salud además de un aumento en el riesgo de contraer una ITS. Es muy raro que se produzca un trauma físico significativo por el erotismo anal y la mayor parte de los casos que han requerido atención médica se deben a prácticas extremas como el fisting. Por lo tanto, a excepción de los casos en los que se desafían los límites del cuerpo, no hay evidencia contundente de que el sexo anal haga daño al ano.También platiqué con Nicole Prause, sicofisióloga sexual y directora ejecutiva de Liberos LLC, y me dijo algo muy similar: "Es poco probable que las prácticas más comunes del sexo anal causen problemas graves de salud". Sin embargo, Prause señaló que "la investigación sobre las lesiones obstétricas demuestra de que la velocidad y la fuerza son la causa principal de las lesiones traumáticas". La gente debe estar consciente de qué tanto se va a estirar el ano con el estimulador (llámese pene, juguete, puño, etcétera) y debe ajustar la velocidad conforme al tamaño de éste. Es peligroso utilizar un estimulador de gran tamaño a una gran velocidad". En otras palabras, el sexo anal que practica la mayoría de la gente no es peligroso para la salud. No obstante, el sexo anal extremo que vemos en cierto tipo de pornografía, como la doble penetración, sí puede causar graves daños. Por lo tanto, Prause recomienda que "el sexo anal extremo del porno debe verse como una fantasía ya que no refleja cómo funciona realmente la fisiología".De hecho, algunas actrices porno han hecho públicas las lesiones anales que han sufrido en el set. Sin embargo, en realidad no sabemos qué tan común es este problema. Es probable que la mayoría de los actores mantengan en secreto este tipo de lesiones ya sea por vergüenza o por las posibles repercusiones en su trabajo. Además de sufrir en silencio, los actores que sufren lesiones tienen que pagar solos su tratamiento ya que su seguro médico no cubre las lesiones sexuales sufridas durante la filmación de una película porno.En conclusión: La evidencia científica disponible indica que la gran mayoría de las personas que tienen sexo anal (a excepción de las estrellas porno) corre muy poco riesgo de sufrir lesiones graves, prolapso anal o incontinencia.Dicho esto, para los que tienen sexo anal, hay ciertos pasos que deben seguir para correr el menor riesgo posible. En primer lugar, protégete de las ITS (como ya dije, los condones y la PrEP son métodos muy efectivos). En segundo lugar, relájate, toma las cosas con calma, comunícate de forma clara y usa mucha lubricación (aunque Prause recomienda que "no exageres con el lubricante" para que no te excedas en la velocidad). Y finalmente, entiende que el sexo anal extremo es peligroso, así que piénsalo dos veces antes de imitar lo que ves en las escenas porno más intensas.