Entre casas de nueva construcción y mujeres haciendo las compras, se encuentra Mundifauna, un taller de taxidermia en el barrio madrileño de La Ventanilla. Este es el lugar de trabajo de Juan, quien lleva más de treinta años en el negocio de disecar animales.Un taller lleno de piezas acabadas, en proceso y una caja recién llegada del aeropuerto llenan este taller. Máquinas de fabricación artesanal y las manos de Félix, otro compañero encargado de la joyería, son las pocas herramientas que se encuentran en un proceso que tiene un gran porcentaje de artesano.
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De La Ventilla nos trasladamos al barrio de Ibiza, donde trabaja Juan Béjar, taxidermista y presidente de ANTAX (Asociación Nacional de Taxidermistas). Lo primero que me encuentro es un técnico del Seprona (el Servicio de Protección a la Naturaleza español) comprobando que todo esté en orden.
