¡ELIGE A TU PERSONAJE FAVORITO DEL TAKANAKUY!

Si no te importa que te digan q’ara gallo (que significa “gallo encuerado”) puedes ponerte un uyach’ullu (pasamontañas) y vestir cualquier pendejada que se te antoje para el Takanakuy, así sean unos jeans de metalero todos desgarrados. Se vale usar hasta máscaras de hombre lobo. Para aquellos con menos huevos para inventarse su propio disfraz, hay algunos “personajes” Takanakuy tradicionales que pueden usarse como modelo.

Majeño  Un majeño es alguien que vive cerca del río Majes en los Andes, y así es como solían vestirse: pantalones vaqueros de lana, un sombrero deportivo de piel, una chamarra peruana estilo Harrington, y un cuerno de toro hueco para tu chupe. La máscara uyach’ullu tiene un montón de asociaciones simbólicas arcaicas (los cuatro colores representan los “cuadrantes” del universo), pero su función original y más importante es esconder tu rostro para que puedas madrearte a tu jefe o al alcalde sin que te jodan al día siguiente. Se supone que también tienes que hablar con una voz aguda como de pájaro para proteger tu identidad; resulta bastante perturbador escuchar a cincuenta hombres enormes con pasamontañas hablando así al mismo tiempo.

Langosta

En 1940, la cosecha de Chumbivilcas fue devorada por una plaga de langostas, así que naturalmente los hombres se empezaron a disfrazar de langostas para pelear, y—naturalmente—las langostas se fueron volando al año siguiente. La gabardina y los pantalones de colores brillantes imitan el abdomen brillante de estos insectos, y van bien con un casco minero de plástico o con un pájaro muerto amarrado al cuello. El de langosta es sin duda el look más accesible y te da un aire de mafioso de manga japonesa.

Negro

El Negro del Takanakuy no tiene mucho que ver con los negros; más bien hace referencia a los dueños de esclavos, que solían tener negros. Para ser un Negro, necesitas botas de cuero hasta las rodillas, pantalones tejidos de lana, una linda camisa y un chaleco; una capa de seda bordada, rosa o azul claro y una corona de cartón envuelta en aluminio con una estrella encima. Después tienes que bailar dando vueltas a lo bestia como un gallo, el animal asociado con el Negro. El disfraz de Negro estaba reservado para los adinerados del pueblo y representaba la contraparte elegante que contrastaba con los majeños hebrios. Poco a poco el Negro dejó de ser el atuendo del rico para convertirse en el disfraz de los mejores peleadores. Hoy en día el disfraz no tiene ningún significado específico, pero los Negros suelen ser los más sofisticados y los mejores bailarines de todos. ¡Dios, todo este párrafo me hace sentir incómodo!

Qara Capa

Quiere decir “langosta” en quechua, y es básicamente una versión más indígena de la Langosta. Nos gustan sus capas.

Qarawatanna

Igual que hicieran los Ramones con los los rebeldes de pelo envaselinado de los cincuenta, los qarawatannas tomaron el look majeño tradicional y lo mejoraron. Cambiaron la chamarra de lana por una de cuero, el sombrero por un pájaro o zorro disecado, y los pantalones vaqueros por un abultado par de chaparreras de motociclista, parecidas a las botas de Aeon Flux. La mayoría de los jóvenes eligen el Qarawatanna, ya que es—por mucho—el look más agresivo e intimidante de todos. Algo parecido a esos tipos de la prepa que se disfrazaban de El Cuervo para Halloween todos los años. Bueno, es broma… más o menos.