Esta app te dice cuánta mota has fumado

Dr. Adam R. Winstock, fundador y director de Global Drug Survey en el documental Drugs Live: The Ecstasy Trial.

Si consumes drogas, es muy probable que fumes, ingieras, bebas o aspires tu sustancia preferida con fines recreativos. Según las estadísticas, siempre y cuando no ingieras cantidades estúpidamente elevadas de esa sustancia, podrás continuar con tu vida sin problemas. Ahora bien, es muy difícil saber con seguridad qué es una “cantidad estúpida”, puesto que los lineamientos oficiales para el consumo del alcohol —“no más de X número de bebidas a la semana”— y de drogas —“nunca las consumas”— no son para nada realistas.

Es precisamente ese sector —reducción del daño en los consumidores de drogas recreativas “no problemáticos”— el que Global Drug Survey (GDS) quiere abarcar. Reunieron información de una enorme red de consumidores de alcohol y de drogas en todo el mundo y la utilizaron para crear un Medidor de drogas y un Medidor de alcohol. Estos dos servicios interactivos —disponibles en línea o como aplicación para iPhone— comparan con gran precisión tu consumo con el de las demás personas en todo el mundo y también dan recomendaciones (avaladas por otros usuarios) para que mejores la manera de consumir lo que sea que te guste.

También tiene un par de funciones distintas —por ejemplo, una te da un aproximado de cuánto gastaste en mariguana el año pasado— diseñadas para ayudarte a decidir si necesitas corregir tu consumo. Por último, GDS publicó una guía llamada The High Way Code (HWC) en la que les dice a los usuarios en términos muy claros cómo disfrutar sus drogas y tomarlas con precaución.

Me reuní hace poco con el Dr. Adam R. Winstock, fundador y director de GDS, para hablar sobre cómo las herramientas de esta organización están cambiando el concepto de reducción del daño.

Una gráfica del Medidor de drogas que muestra las recomendaciones de los usuarios para el consumo de MDMA.

VICE: Hola, Adam. Primero que nada, hablemos de sobre cómo aplica tu enfoque en el alcohol. ¿Por qué los ingleses ignoran los lineamientos oficiales del  consumo de alcohol?
Dr. Adam R. Winstock: No creo que sólo sean los ingleses, son todas las personas en el mundo. Los lineamientos nacionales del consumo de alcohol hablan sobre los daños a largo plazo, pero lo que en realidad le interesa a la gente son los beneficios a corto plazo. Están basados en evidencia sólida y si la gente los obedeciera, tendrían muchas menos probabilidades de desarrollar problemas de salud debido al alcohol. Sin embargo, muchos alcohólicos quieren beber para obtener un beneficio a corto plazo, por ejemplo, ponerse un poco (o muy) ebrios.

Muchos consideran que los lineamientos actuales no consideran que embriagarse de vez en cuando es algo que la gente encuentra atractivo. Necesitamos crear lineamientos mejor planeados y con más matices que se dirijan a las personas como adultos. También tenemos que aceptar que el alcohol es un estupefaciente legal que puede ser muy peligroso.

¿Cómo planeas hacer eso?
Este año planeamos desafiar los lineamientos existentes y utilizar las opiniones de los expertos para ayudar a formular la primera guía en el mundo de “límites para un consumo seguro de drogas y alcohol”. En GDS le preguntamos a la gente cuánto necesitan tomar para sentir los efectos y divertirse. También preguntamos cuáles son los riesgos según los niveles y la frecuencia de consumo. Me parece que los que consumen drogas son más prudentes de lo que se piensa.

Correcto. Creo que eso ayuda a explicar por qué las campañas financiadas por el gobierno son tan poco efectivas cuando se trata de llegar a este sector.
Creo que estos programas pueden ser muy informativos pero no son aptos para las personas que consumen drogas. Es como llevar a un vegetariano a McDonald’s. La mayoría de las campañas financiadas por el gobierno cargan el mensaje de: “Las drogas son peligrosas y no deberías consumirlas. Por eso son ilegales”. Por lo tanto, es muy difícil que mantengan una conversación adulta que acepte claramente la realidad: que las personas que consumen drogas no son estúpidas y que lo único que quieren es convivir sin ninguna intención de dañarse a sí mismos o a la gente a su alrededor.

Por esta razón, GDS es un proyecto independiente. No estamos atados al gobierno porque no nos paga.

Dr. Adam R Winstock.

¿Por qué otra razón el concepto de reducción de daño no ha logrado influir la manera en que la gente consume drogas con fines recreativos (“no problemáticos”)?
A nadie le importan los consumidores de drogas recreativas porque no andan por ahí cometiendo una gran cantidad de delitos ni arruinando sus vidas. Este enorme grupo de personas [cerca del 89% de los consumidores de drogas las consumen con fines recreativos] se queda en el olvido.

También se debe a la falta de financiamiento e interés. Además, la reducción del daño se enfoca a la prevención de delitos, muertes, mortalidad, y al principio se creó por la necesidad de reducir el contagio del VIH. Sin embargo, los problemas a los que se enfrentan las personas que consumen drogas recreativas no siempre son la muerte y el VIH. El gobierno no sabe qué recomendaciones debe darle a la gente. Está enfrascado en el concepto de “no consuman drogas” y no da la oportunidad de aceptar que los riesgos se pueden reducir de forma significativa si se mejoran los hábitos de consumo y el contexto.

La mayoría de los consumidores no consideran la abstinencia como una opción viable porque las drogas no representan un gran problema. Las recomendaciones del gobierno no son adecuadas para los destinatarios, que es el público en general y no un grupo de sujetos peligrosos.

Dr. Adam R Winstock explicando el Medidor de drogas.

Mencionaste que tus recomendaciones para reducción del daño están “personalizados”. ¿A qué te refieres?
La verdadera personalización se debe a que el Medidor de drogas y el Medidor de alcohol no dan la misma información generalizada que dan en todos lados. No soy tan ingenuo como para pensar que la aplicación que creó el GDS va a lograr que la gente cambie sus hábitos de consumo de drogas. No basta con eso. Lo que se necesita para cambiar los hábitos de consumo es que la gente tenga la oportunidad de reflexionar acerca del impacto que dejan las drogas y sobre cómo un cambio de estrategias podría modificar su propia experiencia y reducir el riesgo para su salud.

Una función del medidor de drogas para calcular aproximadamente cuánto has gastado en mariguana desde que empezaste a fumar.

¿Cómo funciona exactamente?
Digamos que hay cuatro obstáculo que no nos dejan cambiar nuestras acciones. Lo primero que hacemos es sobreestimar nuestra inmunidad al peligro. Los medidores de drogas y alcohol desafían este obstáculo al mostrarle a la gente cómo su historial personal y familiar, su medicación y sus hábitos de consumo de drogas afectan su inmunidad al peligro. De este modo, nadie puede decir: “Esto es muy ajeno a mí”, porque es evidente que no lo es.

El segundo obstáculo es cuando nos decimos a nosotros mismos: “Bueno, seguro voy a estar jodido el fin de semana pero no importa porque todos mis amigos lo hacen y no les pasa nada”. Nos refugiamos en la manada, pero claro, nuestra manada es muy pequeña. El Medidor de drogas no te compara sólo con tus 25 amigos, te compara con decenas de miles de personas en todo el mundo que consumen las mismas drogas que tú. Creo que es esa retroalimentación social normativa la que hace que la gente se sienta incómoda. Probablemente se den cuenta de que meterse dos gramos de cocaína el fin de semana no es algo que cualquier persona haría. Si actuamos con inteligencia, saber lo que hace la mayoría de la gente puede ayudarnos a mejorar nuestros hábitos.

El tercer obstáculo es la ambivalencia de las personas —les encanta drogarse. Nuestra retroalimentación no tiene problema con eso. No se trata de juzgar sino de decirle a la gente cómo puede divertiste y hacer lo que quiera de una forma más segura.

Por último, el cuarto obstáculo es cuando la gente admite que sus hábitos de consumo son peligrosos y buscan ayuda, se enfrentan a la estigmatización y a la humillación. Además puede resultar peor debido a las leyes antidrogas (la mayoría de las cuales son irrelevantes). Es por eso que nuestros servicios son anónimos independientes y confidenciales.

¿Has tenido dificultades para hacer tu trabajo debido a la clase de recomendaciones que das para la reducción del daño?
Honestamente, casi no. Aunque, si me disculpas, no considero que sean tan radicales. Si tienes sentido común —si entiendes de lo que trata el consumo de drogas y no te riges por los prejuicios morales en torno a los estupefacientes—, te darás cuenta que no hay nada polémico en la guía HWC. Está basada en modelos educativos probados en los usuarios que resultaron de conversaciones adultas con personas que admiten la realidad.

Nuestro mensaje es: “Oigan, esto es lo que un chingo de gente que consume las mismas drogas que tú considera sensato. Por cierto, al parecer no hace que la experiencia sea menos placentera, así que deberías tomarlo en cuenta”.

Es bastante amable. Sólo estamos compartiendo información —así es como veo a mi organización, como un medio para intercambiar información. La gente nos cuenta su experiencia y a cambio le damos información. No es algo radical, es racional.

¿Por qué crees que tomó tanto tiempo para que alguien reuniera a gran escala el conocimiento y las experiencias de las personas que consumen drogas? Me parece que es información accesible y valiosa.
Estoy de acuerdo contigo. No es gran ciencia. Mucha gente que forma parte del movimiento para la reducción del daño ha dicho esto por muchos años. Sin embargo, toma tiempo para que esta idea llegue hasta alguien como yo, que estoy en la posición para ponerlo en marcha gracias a GDS. Somos muy afortunados de tener una red global de investigadores, socios en los medios de comunicación y usuarios que nos han ayudado a hacer realidad este proyecto.

Gracias, Adam.

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