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Cultură

Esto es lo que pasa después de una gran redada de cocaína

¿Qué significa exactamente una gran incautación para todos los bandos en 2016?

Miembros de las Fuerzas Especiales Antinarcóticos quemando cocaína que presuntamente iba a ser enviada a México, en Oruro, Bolivia, en enero 5, 2015. JORGE BERNAL/AFP/Getty Images

A comienzos de este mes, la policía colombiana encontró casi nueve toneladas de cocaína, gran parte de ella escondida debajo de una plantación bananera. El presidente colombiano Juan Manuel Santos dijo que se trataba de la más grande en la historia y tuiteó que la operación representaba "un golpe contra los criminales". Es la misma retórica que los políticos estadunidenses parecen utilizar cada vez que un gran cargamento de drogas es interceptado en la frontera. Tomemos, por ejemplo, la vez ––hace casi exactamente un año–– en la que Nueva York hizo su redada más grande de heroína y el policía a cargo dijo que "el caso [tendría] un impacto significativo en el tráfico de drogas en el estado de Nueva York y en todo el noreste del país".

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El problema es que es terriblemente difícil corroborar los hechos que declaran los policías y políticos frente a la importancia de estas incautaciones. Algunas preguntas permanecen, como si las redadas afectan de alguna manera el mercado mundial, o si esto de hecho puede desencadenar actos de violencia por enfurecer a algún jefe de cártel. Para tener algo de perspectiva, le pregunté al Dr. Bruce Bagley, profesor de la Universidad de Miami que estudia tráfico de drogas y asuntos de seguridad, qué significa exactamente una gran incautación para todos los bandos en 2016.

VICE: Pareciera que las grandes redadas son el logro más importante en la guerra contra las drogas en Estados Unidos:
Dr. Bruce Bagley: Sí, se enorgullecen mucho de este tipo de redadas. Suelen calcular el peso total, y luego proyectan cuánto podría costar de haber sido vendido por gramo en las calles de Nueva York. Así que, naturalmente, los burócratas tienen la tendencia de exagerar estos datos para darle más importancia al impacto real de estas grandes redadas.

¿Pero cómo es el impacto para los traficantes?
Si incautas una tonelada u ocho o diez, es un gran golpe para quien sea el dueño de esa cantidad, ¿sí? Y de seguro va a afectar las finanzas de ciertas organizaciones. Pero al final todo lo que hace es que haya una retirada en el mercado y se cree un vacío, que después hace que los precios suban para los otros contrabandistas que quieren meter cosas a los Estados Unidos. En el análisis final, no sólo no hay un efecto productivo a largo plazo, sino que se crea un incremento en los precios, lo que incentiva a contrabandistas adicionales a meterse en el negocio.

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A mediados de este mes, Colombia incautó 17,500 libras de cocaína de una banda de traficantes. ¿Podrá eso hacer una marca en el mercado local o global?
Ésa fue una grande, y van a hacer todo un alboroto al respecto. Es su trabajo, y es así como ganan puntos por méritos, así que tiene sentido. Colombia incrementó su número total de hectáreas de cultivos de coca en un 44% entre 2013 y 2014. Así que este aumento puede significar que se está produciendo y exportando más. Hay mucho más flotando por ahí. Y Colombia volvió al primer puesto, después de que Perú lo había tenido por muchos años. ¿Existe una incautación lo suficientemente grande como para alterar la infraestructura del tráfico de drogas?
Han capturado depósitos enteros en California y algunos otros lugares, y aun así nunca ha habido un impacto a largo plazo, no del tipo que hablas. Ha habido accidentes temporales, porque se crea un alza en los precios por la demanda constante. Y ese incremento motiva o incentiva a otros productores. La única forma de detener este procedimiento no se logra subiendo los precios periódicamente por medio de barreras económicas proteccionistas, que es lo que pasa aquí; la única forma de lograrlo es por medio de la legalización. De otra forma se tiene un mercado clandestino, ese mercado continúa alimentándose de la demanda de Estados Unidos y Canadá, así como de Europa, y esa demanda no llega a su fin, así que la oferta tampoco termina. Sin importar qué se haga.

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Más vale que se agachen, primero que todo, porque van a volar balas

Simplemente lo trasladan. Lo llevan hacia el norte, desde Bolivia y Perú. En 1985, Perú produjo 65% de la oferta mundial de coca, y Bolivia el 25%. Colombia era un factor irrelevante. En 2005, Colombia produjo más del 90% de la oferta mundial de coca. En 2010, Perú sobrepasó a Colombia por un esfuerzo de prohibición, y Perú se convirtió en el número uno para 2013. Entre 2013 y 2014, Colombia recuperó el primer puesto. Y ahora Colombia y Perú producen, entre los dos, un poco más de 80%, con Colombia estando 5% más arriba que Perú en términos de producción. Pero desde mi perspectiva, que está basada en mi investigación y mis textos, eso no es un triunfo. Lo que se hizo simplemente fue contaminar más y más países.

En el mercado minorista existe el concepto de la reducción, la suposición de que el producto se va a robar como parte del negocio. ¿Los cárteles tienen en cuenta la prohibición como parte de sus proyecciones de negocios?
Sí, la tienen. Cooperan entre ellos. Para darte un ejemplo, al cártel de Medellín se le ocurrió una técnica: en lugar de tener 100% de un cargamento a manos de un solo dueño, los de Medellín tenían cinco miembros principales, cada uno llevando 20%. Así que si perdían un cargamento, la posibilidad de que lograran pasar otro y que minimizaran sus pérdidas era muy alta. Los mismo pasa con el cártel de Sinaloa, dentro de Los Zetas. En efecto, existen accionistas. Así que han desarrollado mecanismos para absorber las pérdidas potenciales de 10 a 15%, que ellos calculan en sus propios negocios como parte del procedimiento, una práctica de negocios estándar.

¿Entonces qué pasa en un cártel cuando hay cobertura de una gran incautación?
Puede haber un impacto significativo si el producto era de un solo grupo. Tendría un impacto devastador. No podrían pagarle bien a su organización. Habría malestar y descontento. Incluso podrían darse peleas en varios grupos por intentar subir de posición, especialmente si esto va acompañado del arresto de un gran líder. Alguien se tendrá que hacer responsable por eso.

¿Y qué pasa con los civiles de la zona? ¿Son estas regiones desestabilizadas después de una redada?
Pues más vale que se agachen, porque van volar balas. Y puede que no se les pague si son transportadores, o vigilantes, o manejan los carros. Si se pierde mucha plata, la organización puede quedar corta de efectivo. Gente como El Chapo o Mayo Zambada, del cártel de Sinaloa, básicamente le dan empleo a las personas. Un cargamento no va a terminar con sus esfuerzos por mantener la organización. En grupos más precarios, o con grupos en ascenso, se pueden encontrar más dificultades. Así que entre más joven y menos consolidado esté el grupo, la menor cantidad de efectivo va a tener este para mantener a la gente en su lugar cuando las ganancias no estén fluyendo como deberían. Es como cualquier otro negocio; entre más grande seas, más fácil va a ser sobrellevar la crisis.

Se hace mucho alboroto con cada gran incautación. ¿Hay alguna forma precisa de supervisar cómo va la guerra contra las drogas diferente a los comunicados de prensa sobre redadas? ¿O al menos una mejor?
La mejor forma es ver el precio por gramo, por octavo de bar, por onza o por tonelada métrica en lugares como Miami, o a lo largo de todo el país por cocaína o heroína. Y la tendencia en los últimos 20 años o 40 años es de una disminución en el precio. El mejor indicador es el precio de las calles, y la DEA, de hecho, publica una serie de precios de calle. Y la tendencia ha sido de disminución. Ellos han planeado estos precios por más de 20 años y lo demostraron claramente, a pesar de los picos esporádicos en precios cuando hay alteraciones serias. Cuando cerramos las fronteras después de 2001, hubo un gran pico en precios por un corto periodo de tiempo. Así que todas esas cosas son posibles. En últimas, la prohibición, escribió Peter Reuter en Sealing the Borders, normalmente captura entre el 10 y el 15% de todos los cargamentos que llegan a Estados Unidos. Estos son sólo retrasos temporales. Otros han hecho proyecciones de los precios, e incluso con esas grandes redadas, la tendencia general ha sido de una disminución de precios en cocaína y heroína en el mercado de los Estados Unidos, precisamente por las razones que mencioné.

Y gastamos miles de millones de dólares al año en prohibición. Si tuvieras que calcular cuánto nos cuesta ––nadie ha hecho esto–– capturar cada tonelada en términos de Fuerza Aérea, patrullas e inspectores de la armada, de la DEA y de todos los demás, los costos serían astronómicos. Si hay un incremento en los cargamentos capturados, probablemente esto indica un incremento en el nivel del cargamento hacia los Estados Unidos. No tenemos referencia con la cual podemos juzgar realmente cuán efectivas son estas operaciones. Nunca me impresionan los altos niveles de prohibición. Esta entrevista ha sido ligeramente condensada y editada.