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Fotos de bichos comiendo bichos

Catherine Chalmers posiciona a sus sujetos en un fondo blanco. Rápidamente, la esterilidad del lugar se convierte en una escena llena de sangre y tripas.

Catherine Chalmers no le teme a la muerte. La artista visual reside en Nueva York, lugar en donde creó, recientemente, una serie fotográfica llamada Food Chain, que muestra el ciclo de la vida en sus diferentes fases. Para la serie, Chalmers ubicó a un predador junto a su presa y fotografió lo inevitable: una oruga entrando a un tomate, una mantis religiosa matando a la oruga, y un sapo comiéndose a la mantis religiosa. Otra serie de Chalmers, Pinkies, funciona similarmente. La primera fotografía de la serie es una camada de ratones recién nacidos; la siguiente, uno de los ratones siendo tragado por una serpiente, y luego por un sapo.

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Chalmers posiciona a sus sujetos en un fondo blanco. Rápidamente, la esterilidad del lugar se convierte en una escena llena de sangre y tripas. Ella muestra la manera en que los animales se desarrollan, lo que, según Catherine, no debería perturbarnos tanto. Es lo que hacen. Es lo que hacemos. Hablé con ella sobre su proyecto y el ímpetu detrás de Food Chain.

VICE: Considerando a Food Chain, ¿qué te atrajo al tema? ¿De dónde surgió la idea?
Catherine Chalmers: Acababa de terminar una serie fotográfica en blanco y negro llamada Houseflies. Era la primera vez que utilizaba mi cámara para un trabajo artístico y nunca había tenido mucho contacto con animales. Estaba intrigada con que ese insecto, la mosca, vive una vida paralela en nuestra propia casa. Los dramas de su existencia se desarrollan frente a nosotros, pero están fuera de nuestra atención. Las amenazamos de muerte y acechamos sus cuerpecitos hacia las ventanas pero, ¿qué sabemos realmente de nuestras compañeras de habitación? Crié cientos de moscas, miles, y las fotografié mientras volaban y hacían sus cosas increíbles en una caja de vidrio. Porque comían y, eventualmente, morían en el fondo de la caja, y mi cámara estaba en el aire, me perdí fotografiar dos partes esenciales de su vida: la alimentación y la muerte. Mientras imaginaba en qué proyecto trabajar, esas dos palabras retumbaban en mi cabeza, y finalmente, caí en cuenta que no eran dos conceptos separados. Noté que eran dos lados de la misma moneda y un aspecto clave del ecosistema. Lo tenía: recrearía la cadena alimenticia.

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¿Lo dudaste en algún momento? Imagino que existe una duda al iniciar un proyecto como éste. ¿No?
Tenía pánico. En serio, ¿vas a tener un animal para fotografiar su muerte? De solo pensarlo me daba dolor de estómago. Pero entre más lo consideraba, y probablemente porque estaba perturbada, me daba más cuenta del poder de este proyecto. ¿Cómo es posible que una persona educada esté tan desprendida de los procesos de la vida en la tierra?

Eso me lleva a la siguiente pregunta. ¿Qué tipo de reacción esperas que las personas tengan?
La reacción que las personas deberían tener no figura en la creación de mi trabajo. Las artes visuales son una caja de herramientas que utilizo para investigar lo que me intriga. El trabajo resultante es el registro de mi descubrimiento. Espero que las cosas que me enredaron a mí, también atrapen a las personas. Sería muy satisfactorio si mi trabajo funcionara como una linterna que iluminara a otros. Mis intereses, de todas formas, son de acuerdo a estos tiempos. Hace 200 años, la mayoría de las personas eran campesinos que cultivaban su propia comida. Estaban conectados íntimamente con los procesos de la naturaleza. Las cadenas alimenticias eran obvias. Ahora tenemos que hacer arte sobre ellas.

Es un buen punto.  
Hoy, la mayoría de las personas viven en zonas urbanas, y el mercado es uno de los pocos lazos que tenemos con la cadena alimenticia. Cuando la naturaleza y la cultura se encuentran, normalmente, chocan en un nexo de confusión y miedo. Por ejemplo, sin los insectos todos estaríamos muertos. Las plantas no se polinizarían, el barro se pudriría, y el ecosistema colapsaría en unos meses. ¿Y cómo los tratamos? Los odiamos.

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Yo le tengo pánico a las arañas. ¿Estás tratando de hacernos cambiar la mentalidad sobre los insectos?
Mi trabajo pretende quitar esa brutalidad e indiferencia con la que nos relacionamos con los animales. Mi fin último es ampliar el significado cultural de ese mundo inhumano.

Mencionas que estos proyectos toman años para ser realizados. Tengo curiosidad, ¿cuánto tiempo duraste con cada fotografía de Food Chain? ¿Usaste más de un animal por foto?
Criar, alimentar y limpiar a mi zoológico me tomaba muchísimo tiempo. Como en el mundo natural, sólo tenía unos pocos predadores en comparación con las grandes cantidades de presas. Los predadores necesitan una dieta variada. Muchos de los insectos que yo tenía nunca aparecieron en el trabajo. El problema no estaba en qué tan largo tomaba lograr una fotografía, porque en mi mente nunca hubo algo preconcebido. Lo que tomó meses fue sincronizar el tiempo de desarrollo de cada especie. Tuve varias generaciones de orugas antes de que las mantis religiosas nacieran. La relación predador/presa puede invertirse dependiendo del tamaño.

Estás lidiando con la muerte de criaturas vivas. ¿Has recibido reacciones negativas de animalistas?
Una vez, en una firma de libros, me amenazaron. Recibí un correo electrónico que decía “Te odio”. Pero siempre han sido reacciones individuales. Los activistas de animales han entendido que las serpientes no se alimentan de tofu y su depredación es parte de de su naturaleza. No estoy matando nada. Sólo estoy criando una criatura para mantener viva a la otra. O el ratón se muere, o la serpiente se muere de hambre. El ratón quiere vivir, la serpiente quiere alimentarse. Hoy en día las personas juzgan muy fuerte a favor de las víctimas. ¿Por qué tenemos que guiarnos por nuestras opiniones? Deberíamos es pensar en el bien del ecosistema.

Ésta puede ser una pregunta tonta, pero ¿comes carne o eres vegetariana?
El proyecto creció desde un deseo más relacionado con el mundo natural. Con el tiempo, me fui fascinando por la extraña desconexión entre lo que las personas creen que pasa en la naturaleza y lo que realmente sucede. Los humanos son asesinos potenciales. Soy omnívora. Comerse un pollo que está en el jardín es una forma de sostenibilidad ecológica. Pero la producción masiva de pollos es asquerosa. Trato de comer en una forma amable para el planeta. Desafortunadamente, no existe inocencia en comer. Algo muere para que otros vivamos.

¿Estás trabajando en más cadenas alimenticias?
No. Después de Food Chain, crié Periplaneta americana, un tipo de cucaracha. Quería investigar la parte de la humanidad que odia a la naturaleza. Puedo pensar en muchas más especies de ese tipo.

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