"¡Es como sumergirse en mousse de chocolate!" me grita el señor Yiannis, cubierto de lodo de pies a cabeza. Sólo sus ojos y párpados están libres de la arcilla terapéutica en la que está chapoteando. Está en medio de una gran piscina llena de barro, rodeado por un grupo de personas de todas las edades que están sobre sus espaldas en el espeso lodo, atravesándolo y cubriéndose el rostro y el cabello con él.
Publicidad
Cada año, los baños de lodo de Crénides, cerca de la ciudad griega de Kavala, atraen a miles de visitantes que se zambullen en la arcilla, debido a sus cualidades curativas. La gente llega en su mayoría para tratar algún problema dermatológico, me cuenta Anastasia Iosifidou, presidenta de la organización que gestiona los baños.
Relacionado: El milagroso Niño Fidencio del norte de México que curaba con lodo
Iosifidou añade: "Pero la gente también toma baños para tratar los trastornos musculoesqueléticos y las enfermedades reumáticas o cardiovasculares". Hay un manantial termal cerca de los baños de lodo, y una máquina especial mezcla esta agua con el suelo en la parte inferior de los baños y con la arcilla que proviene de fuentes naturales cercanas. Esto da lugar a este relajante y curativo mousse de chocolate de 27 grados centígrados en el cual flota la gente.Los visitantes se duchan con agua termal antes de sumergirse en el barro, en donde permanecen por cerca de media hora. Después de salir, dejan que la arcilla medicinal se seque durante un par de minutos antes de terminar la sesión terapéutica con otra ducha termal. Una visita cuesta 120 pesos (6 euros) y el tratamiento integral tiene una duración de 15 a 20 días, dependiendo de las indicaciones del médico.
