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Cultură

Fotos perturbadoras de un asesino en serie

Si reconoces a alguna de las mujeres en las fotos de este artículo, por favor contacta al detective Patrick Ellis Departamento de Policía de Huntington Beach: pellis@hbpd.org.

El día 26 de julio de 1979, los detectives de homicidios de Huntington Beach, California, encontraron cientos de fotografías de mujeres desconocidas en el locker de un hombre llamad Rodney Alcala. Estaban investigando el asesinato de Robin Samsoe, una niña de 12 años que vieron platicando con Alcala un mes antes. Se dice que encontraron los aretes de Robin dentro del locker junto con una serie de fotos.

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Alcala fue sentenciado a muerte el día 8 de mayo de 1980 pero hizo una apelación en 1984 que resultó exitosa. En esta apelación afirmó que el hecho de haber incluido condenas previas en el caso influyó en la decisión del jurado. Su siguiente juicio, que tuvo lugar en 1986, fue anulado porque el juez había "evitado que la defensa desarrollara y presentara evidencias materiales de cuestiones significativas en el caso". Alcala fue declarado culpable en marzo de 2010 y volvió a recibir la pena de muerte.

A pesar de las dificultades para condenarlo, en realidad nunca hubo duda de que Alcala era un asesino. En los tres juicios entre 1980 y 2010, se demostró que Alcala asesinó a siete mujeres jóvenes, no obstante, los detectives insisten en que asesinó a más mujeres. Firme en esa teoría, el Departamento de la Policía de Huntington Beach (HBPD, por sus siglas en inglés) publicó las fotos de Alcala cuando finalizó el último juicio con la esperanza de poder identificar a cientos de mujeres o al menos confirmar su desaparición.

"Cerca de treinta mujeres confesaron haber posado para estas fotos", informó Patrick Ellis, detective del HBPD. "Su colección se conformaba de compañeras de trabajo, compañeras de escuela, novias, familiares y desconocidas, aunque muy pocas (menos de diez) confesaron que lo conocían en persona". A pesar de los cientos de llamadas que ha recibido Ellis desde 2010, se ha confirmado que ninguna de estas mujeres ha desaparecido. El HBPD eliminó de su sitio las fotografías de las mujeres sin identificar pero dejó los casos sin resolver disponibles, lo que significa que el caso sigue abierto. Aún no se ha identificado a ninguna de las mujeres que aparecen en este artículo.

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El ex detective Steven Mack también participó en la investigación que hizo Huntington Beach en 2010 sobre el caso contra Alcala. Steven cree que "es muy probable" que algunas de las mujeres de las fotografías hayan sido asesinadas. "Estoy completamente seguro de que hay más víctimas", dijo. "Hace un par de semanas escuché decir a alguien que eran 150 víctimas, aunque no creo que sean tantas. Pero no dudo que sí hayan sido el doble de las que se conocen".

Rodney Alcala nació en San Antonio, Texas en 1943 pero se mudó a Los Ángeles cuando tenía 12 años de edad. Después de que lo expulsaran del ejército (por trastornos mentales), estudió bellas artes en la Universidad de California en Los Ángeles y se graduó en 1968, justo el año en que cometió el primer asesinato del que se sabe. Un automovilista lo vio persuadir a una niña de ocho años a que se metiera a su auto decidió seguirlo hasta su departamento en Hollywood. Cuando llegó la policía, la niña ya había sido violada, golpeada y apenas se encontraba con vida pero de algún modo Alcala logró escapar. Se fue hacia Nueva York y utilizó un nombre falso para entrar a la Universidad de Nueva York, donde estudió cinematografía con Roman Polanski como profesor. Un año más tarde, por ironías del destino, Charles Manson asesinó a la esposa de Polanski y pocos años después Alcala fue acusado de abusar sexualmente de una niña de 13 años. Alcala aprendió a usar una cámara gracias a Polanski y fue entonces cuando se autoproclamó "fotógrafo de moda" e inició su carrera como tal.

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"Tenía talento para hablar con las chicas", explicó Mack. "En mi opinión, cuando un chico promedio —como yo— ve a una chica linda en un bar no suele hablarle porque cree que lo va a rechazar. Alcala no tenía miedo de hablarle a nadie. Podía convencer sin problemas a las chicas para que posaran para él y siempre funcionaba". Así fue como logró reunir una colección tan vasta.

Una de las chicas que fotografió era una azafata llamada Cornelia Crilley, a quien estranguló en 1971. Éste fue el modus operandi que utilizó para los tres que cometió en 1977: Ellen J. Hover, de 32 años, Jill Barcomb, de 18 años (ambas neoyorkinas) y una enfermera de Malibú llamada Georgia Wixted. En 1978, Alcala apareció en el programa de televisión de la cadena ABC llamado The Dating Game, donde venció a dos concursantes para ganarse una cita con una mujer llamada Cheryl Brashaw. Sin embargo, la cita no se concretó porque Bradshaw consideró que Alcala era aterrador cuando convivió con él detrás de cámaras. En 2010, Bradshaw dijo a CNN lo siguiente: "Era callado pero interrumpía y se imponía cuando se le daba la gana. A veces se comportaba de una forma muy desagradable y trataba de imponerse como si quisiera intimidar. Me cayó mal. Era tan extraño que nunca lo voy a olvidar".

En 1979, Alcala asesino a Charlotte Lamb de 32 años y a Jill Parenteau de 21 años, ambas residentes de Los Ángeles. Finalmente, el 20 de junio de 1970, Robin Samsoe desapareció cuando iba camino a su clase de ballet y fue entonces cuando la policía hizo una redada en el departamento de Alcala, donde encontraron la factura de un locker en Seattle. Desde entonces, Alcala se encuentra en la prisión estatal de San Quentin.

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"Tomé este caso como algo muy personal", recuerda el ex detective Mack. "Cuando ocurrió el secuestro de Robin, yo trabajaba como patrullero en la policía de Huntington Beach. Aún hoy en día pienso en las fotos de las víctimas. Pienso en Ellen Hoover, en las chicas de Los Ángeles y en nuestras víctimas de Huntington Beach. Esos acontecimientos cambiaron el futuro de mis hijos y la manera en que los educamos. También influyeron mucho en las actividades que tenían permitidas y las que no. Después de eso, no podía dejar que mis hijos fueran a la playa".

También se creía que Pamela Jean Lambson, de 19 años de edad y residente de San Francisco, había sido víctima de Alcala. En 1977, Pamela le dijo a sus amigos que iba a reunirse con un fotógrafo y desapareció poco después. La policía asegura que no tiene evidencia de ADN para proseguir con la investigación, aunque las descripciones de los testigos concuerdan con el perfil de Alcala. Además, la policía de Seattle está segura de que Alcala asesinó a otras dos adolescentes entre 1977 y 1978 pero no se tiene la evidencia suficiente para imputarle los cargos.

La capacidad de Alcala para evitar las condenas se le atribuye a su IQ alto, que se cree es de 135. Aunque el detective Mack cree que sólo ha tenido mucha suerte. "Una vez platiqué con él", dijo. "Según todo el mundo, Alcala tiene un IQ muy alto, aunque a mí me parece que no es tan listo como él cree. Sólo hizo mucho escándalo. No está loco. Sólo es un depravado sexual que actuó sin pensar".

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Si reconoces a alguna de las mujeres en las fotos de este artículo, por favor contacta al detective Patrick Ellis Departamento de Policía de Huntington Beach: pellis@hbpd.org

Sigue a Julian en Twitter: @MorgansJulian