Es ya un archivo. Así lo llama su autor, Juan Carlos Martínez. El título es Secret photography y resulta bastante revelador. Son fotografías tomadas en la calle, de forma secreta, con un celular, de una manera sigilosa y desapercibida. "Estas imágenes actúan como pequeños fotogramas, muchas veces cercanos a la fantasía por la fascinación que me producen los encuentros fortuitos y encubiertos con atractivos transeúntes, deportistas, trabajadores que impactan en el devenir diario como un acontecimiento sublime a destacar; por eso la necesidad de dejar el testimonio".
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Todo empieza cuando cae en sus manos por primera vez un smartphone, "Aunque este tipo de imagen indiscreta la he utilizado de manera recurrente a lo largo de mi trayectoria como artista visual, con este proyecto se afianza el carácter clandestino de las imágenes por lo encubierto de la cámara. Este trabajo se convierte en una especie de reto diario para con la fotografía documental".VICE: ¿Se puede hablar de fotos robadas en la calle?
Juan Carlos Martínez: Sí, porque la naturaleza de este trabajo radica precisamente en tomar las imágenes a escondidas, no de manera impulsiva, esta circunstancia provoca una serie de recursos estéticos que se deben explotar. Siento predilección por este modo de captura por dos razones. Por un lado por la veracidad adicional al que se le presupone la imagen documental, aunque sigue siendo una construcción subjetiva… digamos que actúas como un transmisor espontáneo de personajes y acontecimientos. Por otro lado la gran cantidad de opciones posibles al estar siempre con el teléfono en la mano a pesar de los obstáculos y limitaciones que pueden surgir en el momento de querer hacer una fotografía.
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¿Por qué siempre chicos?
La masculinidad es un tema que llevo abordando desde el inicio de mi carrera. Soy licenciado en artes y conozco la tradición de la representación de la masculinidad a lo largo de la Historia del Arte, además me muevo en el terreno del Arte Contemporáneo. Muchas piezas artísticas de artistas de referencia me han hecho posicionarme en esta dirección de investigación. Mis trabajos están relacionados con creación de imagen para enaltecer y cuestionar diferentes episodios de virilidad. Un libro de cabecera es Hombres de mármol, de José Miguel García Cortes.
Juan Carlos Martínez: Sí, porque la naturaleza de este trabajo radica precisamente en tomar las imágenes a escondidas, no de manera impulsiva, esta circunstancia provoca una serie de recursos estéticos que se deben explotar. Siento predilección por este modo de captura por dos razones. Por un lado por la veracidad adicional al que se le presupone la imagen documental, aunque sigue siendo una construcción subjetiva… digamos que actúas como un transmisor espontáneo de personajes y acontecimientos. Por otro lado la gran cantidad de opciones posibles al estar siempre con el teléfono en la mano a pesar de los obstáculos y limitaciones que pueden surgir en el momento de querer hacer una fotografía.
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¿Por qué siempre chicos?
La masculinidad es un tema que llevo abordando desde el inicio de mi carrera. Soy licenciado en artes y conozco la tradición de la representación de la masculinidad a lo largo de la Historia del Arte, además me muevo en el terreno del Arte Contemporáneo. Muchas piezas artísticas de artistas de referencia me han hecho posicionarme en esta dirección de investigación. Mis trabajos están relacionados con creación de imagen para enaltecer y cuestionar diferentes episodios de virilidad. Un libro de cabecera es Hombres de mármol, de José Miguel García Cortes.
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Hay cierto componente sexual, a veces mucho, en las fotos, ¿qué te interesa de la relación imagen y sexo?
En el mundo de las redes sociales la intimidad parece haberse disuelto y el exhibirse es casi necesario para tener audiencia, así que vivimos seducidos por un montón de imágenes de carácter sexual. Yo contribuyo a esta recreación de fantasía y provocación, retratando a personajes anónimos que me voy encontrando durante el día a día. Siento predilección por aquellos prototipos que llaman mi atención, viriles, potentes, culturalmente sexualizados. En un mundo puramente virtual, la imagen es la protagonista y se torna como la moneda de cambio en un juego de seducción constante.
En el mundo de las redes sociales la intimidad parece haberse disuelto y el exhibirse es casi necesario para tener audiencia, así que vivimos seducidos por un montón de imágenes de carácter sexual. Yo contribuyo a esta recreación de fantasía y provocación, retratando a personajes anónimos que me voy encontrando durante el día a día. Siento predilección por aquellos prototipos que llaman mi atención, viriles, potentes, culturalmente sexualizados. En un mundo puramente virtual, la imagen es la protagonista y se torna como la moneda de cambio en un juego de seducción constante.
¿Has tenido algún problema con alguno de tus "modelos"?
No, aunque el riesgo siempre está ahí y hay situaciones en las que paso realmente miedo. Me consuelo diciéndome que siempre puedo sincerarme y explicar mis intenciones para con la fotografía y el arte… si no me llevo un puñetazo antes. Me he propuesto hacer un archivo interesante y en eso estoy, siguiendo hacia adelante con decisión y sin temor.¿Cuántas fotos haces al día? ¿Cómo es tu método de trabajo?
Hago bastantes fotos, pero son pocas las que pasan la selección final. Se necesita mucha dedicación para conseguir cosas interesantes, pues los momentos potentes surgen de manera circunstancial. La edición es determinante. Aunque intento resolver la imagen de manera autónoma, estas imágenes están concebidas para enriquecerse, complementarse unas con otras y poner así en evidencia la estrecha relación que hay entre ellas. Estos pedazos de realidad son proclives a agruparse por tipologías, temática o localización, digamos que podrían establecerse varios subgrupos dentro del archivo. Las imágenes además actúan como fotogramas, pudiendo crearse narraciones fragmentadas más complejas, historias sugerentes que se desprenden de esta concatenación de escenarios, proyectar lo que uno quiere ver…
No, aunque el riesgo siempre está ahí y hay situaciones en las que paso realmente miedo. Me consuelo diciéndome que siempre puedo sincerarme y explicar mis intenciones para con la fotografía y el arte… si no me llevo un puñetazo antes. Me he propuesto hacer un archivo interesante y en eso estoy, siguiendo hacia adelante con decisión y sin temor.¿Cuántas fotos haces al día? ¿Cómo es tu método de trabajo?
Hago bastantes fotos, pero son pocas las que pasan la selección final. Se necesita mucha dedicación para conseguir cosas interesantes, pues los momentos potentes surgen de manera circunstancial. La edición es determinante. Aunque intento resolver la imagen de manera autónoma, estas imágenes están concebidas para enriquecerse, complementarse unas con otras y poner así en evidencia la estrecha relación que hay entre ellas. Estos pedazos de realidad son proclives a agruparse por tipologías, temática o localización, digamos que podrían establecerse varios subgrupos dentro del archivo. Las imágenes además actúan como fotogramas, pudiendo crearse narraciones fragmentadas más complejas, historias sugerentes que se desprenden de esta concatenación de escenarios, proyectar lo que uno quiere ver…
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