Fui un estrella adolescente

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Cultură

Fui un estrella adolescente

En las boybands, las compañías discográficas juntan a un montón de chicos de buen aspecto, independientemente de lo bien que pueden cantar, o si pueden escribir canciones.

Ben Adams fue el cantante y principal rompecorazones de la boyband A1, que encabezó las listas británicas a finales de 1990. Le contó a Hannah Ewens sobre su época como el crush número uno de las adolescentes de todo el país.

Las boybands funcionan porque son la primera experiencia de una joven que se enamora de un chico. Esa es la razón por la que las compañías discográficas juntan a un montón de muchachos de buen aspecto, independientemente de lo bien que pueden cantar, o si pueden escribir canciones. Van a vender. Cualquier banda que desdeña a sus fans femeninas debe tener en cuenta que ni siquiera serían una banda sin ellas. Estarían trabajando en Mc Donald's.

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Tenía sólo 16 años y estaba obteniendo mi certificado de secundaria, cuando una compañía de administración nos puso juntos. Siempre tuve esos flecos. Nunca dejé que los estilistas me tocaran el pelo, porque siempre me hacían ver horrible. Tengo el pelo rizado, así que era difícil de mantener, pero una vez que la compañía discográfica se dio cuenta de que era muy popular con las chicas y en estas revistas de adolescentes, no dejaron que me lo cortara. De pronto, otras boybands y gente como Nick Carter comenzaron a hacer lo mismo. Tuve que usar este maldito corte de pelo durante años.

Cuando empezamos a recibir atención de las jóvenes y los fans fue bastante fácil, porque en realidad nunca tuvimos ningún contacto con seres humanos normales. Literalmente trabajábamos todo el tiempo en una pequeña burbuja. Nunca estábamos en ningún lugar durante un periodo largo de tiempo. De un vuelo a otro vuelo, de un hotel a otro. Nada parecía real. Tuve una vida muy extraña al crecer. Creo que si hubiera tenido tiempo para hacer cosas normales, hubiera entendido mejor lo que decían las chicas sobre nosotros o sobre mí.

Cuando caminábamos a través de una multitud, en vez de pedirnos un autógrafo, trataban de arrancarnos piezas de ropa o de pelo o cualquier otra cosa, para poder quedarse con un pedazo de nosotros.

Hubo muchas veces cuando conocíamos a los fans en que pensábamos, "Maldita sea, esto está fuera de control". Había niñas que estaban tan desesperadas por vernos que se estaban haciendo daño a sí mismas afuera del hotel para tratar de llamar la atención, para que bajáramos y dijéramos, "Dejen de hacer eso, no pueden hacerlo". Incluso cuando se estaban haciendo daño, el personal de seguridad nos decía, "No pueden bajar y hacer eso porque entonces todo el mundo va a empezar a hacerlo como una manera de conseguir que vengan a hablar con ellos." Hubo varios momentos que fueron muy extraños.

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No importaba donde estuviéramos porque nos sucedieron cosas locas en todas partes. Las chicas que gritaban sólo querían un pedazo de ti, literalmente. Cuando caminábamos a través de una multitud, en vez de pedirnos un autógrafo, trataban de arrancarnos piezas de ropa o de pelo o cualquier otra cosa, para poder quedarse con un pedazo de nosotros.

Algunas chicas murieron porque querían vernos a toda costa. Este hecho terrible sucedió la primera vez que fuimos a Indonesia. No sabíamos qué tan grandes éramos ahí. Organizaron una firma de autógrafos en una tienda de discos y esperábamos que aparecieran cerca de 2,000 personas, y creo que al final hubo una cifra exagerada de 20,000, por lo que la seguridad obviamente no estaba equipada para ese volumen de gente. Hubo un intenso ajetreo tan pronto llegamos y dos chicas quedaron aplastadas contra el cristal y posteriormente murieron. Tan pronto como se enteró seguridad, nos sacaron inmediatamente. Por supuesto, cuando nos estábamos yendo, hubo una gran estampida al tratar de salir del centro comercial, y alrededor del camión donde nos encontrábamos. Otras dos chicas quedaron aplastadas en las escaleras eléctricas.

Pensaba: ¿acaso está gritando por mí, o por cualquier persona? Quién sabe.

Nunca puedes tratar mentalmente con algo así. Por suerte otros tres chicos me ayudaron, ya que todos pasábamos por lo mismo. Nuestro objetivo era sólo hacer música, no dañar a nadie. No pude evitar pensar que si no hubiéramos estado allí, nunca habría ocurrido. No fue nuestra culpa, pero no podía entenderlo en ese momento. Todavía no sé cómo me siento. Nos llevó mucho tiempo después de eso —cerca de un año— y acudimos a terapeutas para tratar de procesar lo ocurrido de una manera razonable.

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Al tocar en estadios luego del descanso, me sentaba ahí y miraba a todas las personas y pensaba, "Mierda, podría pasar cualquier cosa." Está un poco en tu control, pero al mismo tiempo, completamente fuera de éste. Te fijas en las fans y sus alaridos y piensas, si no estuvieran gritando por nosotros, sería por Westlife o Five o One Direction o quien quiera que sea la más reciente boyband. Las fans son muy fieles, pero también rebotan de banda en banda. Pensaba: ¿acaso está gritando por mí, o por cualquier persona? Quién sabe.

Cuando estaba de vuelta en Reino Unido, vivía solo en Battersea, frente al Battersea Park, y había gente acampando en el parque con binoculares, tratando de mirar a través de mis ventanas. Por supuesto, si me ves en un programa de televisión o fuera de casa, está bien si te acercas para saludar o pedir una foto, pero eso me hizo sentir como si viviera en una pecera. Sólo era realmente horrible con las personas si tocaban a mi puerta, porque de lo contrario le contarían a sus compañeros, "Oh, está bien, ve a casa de Ben, es muy agradable". Cuando la gente iba a a casa de Mark (Read, A1), sus padres los invitaban a tomar una taza de té. No quería que empeorara la situación, así que fue la forma en que traté con eso.

Las compañías discográficas pensaban que si las fans sabían que tenías novia, afectaría las ventas de discos, por lo que no podías tomar de la mano a ninguna chica ni podías ser visto con ella.

Todo esto sin duda afectó mis relaciones. Es diferente hoy en día, pero las compañías discográficas no te permitían tener una novia públicamente, por lo que tenía novias —novias a largo plazo de un año, dos años— y no podía tomarlas de la mano en público. O si venían a los conciertos tenían que colarse por la puerta trasera. Las compañías discográficas pensaban que si las fans sabían que tenías novia, afectaría las ventas de discos. Dirían algo como, "Bueno, ahora es inalcanzable, así que ya no me gusta." Las novias tenían que ser realmente tolerantes para ser relegadas a una esquina de esa manera. Era mejor estar soltero. Era muy fácil encontrar chicas y pasar una sola noche juntos todos los días de la semana y divertirte, pero no lo era encontrar a alguien en quien confiar.

Estuvimos en A1 durante unos cinco años, así que probablemente sólo tenía 21 o 22 cuando la banda terminó. Miré mi agenda ese día y pensé, "Mierda, el resto de mi vida está en blanco." Era casi como retirarse a los 22. Perdí compañeros durante el período porque ya no teníamos nada en común. En aquel entonces no había redes sociales, así que era fácil desaparecer de la faz de la tierra. Me mantuve ensimismado y realmente no salía mucho. Hoy en día doy conciertos de reunión con A1, escribo para artistas y trabajo en un musical. Es gracias a los fans que todavía puedo mantenerme ocupado en todas estas cosas. Pero en ese momento estaba un poco perdido. Empecé una vida pequeña e insular a partir de ahí.

@benadamsuk y @hannahrosewens