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el pendejo de la semana

Genaro Góngora Pimentel

El exministro y expresidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación está preocupado por su fondo de retiro. Es por esto que se aseguró de no malgastar un solo peso, aunque tuviera que meter a la madre de sus hijos a la cárcel.

A sus 75 años, el exministro y expresidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Genaro Góngora Pimentel, está preocupado por su fondo de retiro. Es por esto que se aseguró de no malgastar un solo peso, aunque tuviera que meter a la madre de sus hijos a la cárcel.

Se trata de un caso que bien se pudo resolver en Laura en América. Desde hace un par de semanas el expresidente de la Suprema Corte de Justicia de México se ha dedico a destrozar su intachable carrera como jurista. Tras revelarse detalles sobre su vida privada y su negativa a brindar pensiones alimenticias a los hijos que concibió fuera del su matrimonio, —a costa incluso de utilizar sus influencias en contra de la mujer que fuera su pareja— el exasesor de Andres Manuel López Obrador sentó un nuevo precedente sobre cómo doblegar la ley para beneficio personal. ¿Quién hubiera pensado que un dulce viejecito en el retiro daría una lección a muchos sobre la responsabilidad paterna? Si bien la persecución del exministro en contra de su expareja y madre de dos de sus hijos no es único, retrata un problema arraigado en las sociedades machistas latinoamericanas: Los padres ausentes, abandonando toda responsabilidad.

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En 2013, tras pasar un año en prisión por el delito de "fraude genérico", Ana María Orozco fue puesta en libertad. En mayo, Genaro Góngora Pimentel pidió perdón públicamente a Ana Maria Orozco. En una carta enviada al programa radiofónico de la periodista Carmen Aristegui, en MVS, el exministro reconoció que se dejó llevar por "emociones de desconcierto por la situación" que vivían sus hijos en ese momento. En otras ocasiones el mismo Gongora había denunciado abuso físico y psicológico a sus dos hijos autistas por parte de Ana María Orozco.

El caso hubiera pasado a engrosar las cifras de los que suceden en el país, de no haber sido por tratarse de el expresidente de la máxima tribuna legal del país. Uno imaginaria que tras décadas de impartir justicia, algo se quedaría en la memoria. La persecución legal, a la sombra del poder, el trafico de influencias, muestra el lado obscuro de quienes imparte la justicia en México. Al tratarse de la persona que presidióuno de los tres poderes del gobierno mexicano, no queda sino cuestionar la clase de decisiones que pudo haber tenido basado en los criterios de su feroz ataque legal contra su ex pareja.

La carrera del ex ministro Góngora, si bien es desconocida por muchos incluye decisiones consideradas controvertidas a favor de las libertades sociales y del derecho a las mujeres a decidir sobre su cuerpo, hace menos comprensible el por qué actuó de una manera tan encabronadamente cruel con quien no tenía los recursos para proveer un sostén básico a la familia que conscientemente decidió procrear. La exmagistrada Ana María Orozco, después de haber sido encarcelada y expuesta a vejaciones, tuvo que pasar por el intento de Góngora Pimentel de ahora sí, hacerse cargo de sus hijos y apelar su libertad. La investigación relata que el 25 de junio de 2012, Góngora exigió la custodia de sus hijos que durante seis años no había peleado.

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En un país de padres ausentes esto generó indignación, una indignación selectiva por parte de un grupo de periodistas quienes organizaron una reprimenda pública bajo el título en redes sociales como: Basta de Góngoras”, Esta indignación selectiva pasó por alto mencionar los casos del presidente Enrique Peña Nieto y del hijo concebido con Maritza Díaz, uno de los hijos que el ahora presidente de México tuvo fuera de su matrimonio con su difunta primera esposa. O del caso del exgobernador del estado de México, Arturo Montiel, que ha retenido a los hijos concebidos con la francesa Maude Versini. A esos periodistas de memoria distraída va dedicada esta mención honorifica.


Da click en la imagen para ver el video de Maritza Díaz y Jorge Ramos.

El caso Góngora llamo también la atención de políticos que no quisieron desperdiciar la oportunidad para colgarse de la ocasión y subirse a los medios asegurando que algo similiar no se repitiera jamás en la sociedad mexicana. Federico Döring, famoso por la Ley Doring y el PRD prepararon sendas iniciativas que de ley planteen “perseguir de oficio a quien incumpla con la pensión alimenticia, dar celeridad a los juicios y eliminar diferencias de clase social”.

Entre los legados del exministro Góngora estarán indirectamente estas iniciativas y también el embarrar al poder judicial del escandalo y estatus de corrupción del que gozan ampliamente los otros dos poderes de la unión en México.

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Mencion Honorifica II: El profeta de las farmacias Guadalajara.

¿Tratando de sobornar al poli con la salvación eterna o qué hace?

Mención honorífica III: El Alcalde zombi

De las muchas historias de terror en la política mexicana es bien sabido que los muertos votan, pero hasta hoy el primer caso registrado en el país donde un muerto gana una elección. Leninguer Raymundo Carballido Morales ganó la elección en San Agustín Amatenco, Oaxaca pese a haber sido declarado muerto, velado y sepultado en 2010 para evitar ir a la cárcel por violación tumultuaria. Pendejo con creatividad, al cuadro de honor.

¿Por cuál votas?

@RomanCotera

Anteriormente:

Andrés Granier Melo

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