Gracias por su preferencia sexual: Chaperos viajeros

Los chaperos viajeros son la versión española de los chichifos mexicanos, aunque estos viajan reformulando la vieja frase en "viajé, las di y me corrí".

por Óscar David López

27.5.15

Todas las imágenes son capturas de pantalla del video "Pornopoética" de Chaperos viajeros.

El archivo de la sexualidad online está compuesto por dos grandes figuras: quien mira y quien se expone. Ya no hace falta un grupo técnico haga las tareas necesarias para que un personaje adquiera relevancia mediática de golpe. Desde que la homosexualidad salió del clóset donde se mantenía por obligación o por comodidad, las formas en que se revela la intimidad erótica contemporánea son cada vez más inmediatas. Hace apenas una década nuestras tías se fascinaban cuando veían al vecino en las noticias pues era una de las pocas maneras de acceder a esos quince minutos de fama o visibilidad. Pero era una fama selectiva. Hoy para nadie es sorpresa cómo se puede solventar una carrera profesional o amateur mediante la exposición controlada sólo por uno mismo. Sin exclusividad. En los últimos años pasamos del reality show de cadena transnacional a los docu-realitys donde cada quien es un enorme multitasking de la empresa del yo.

Todo esto ocurre con Chaperos viajeros, colectivo formado por Rubén Besametonto y Josh Milk que es mucho más que una asociación de profesionales del sexo pues documentan las horas muertas entre cliente y cliente. Ocurre que como en los realitys televisivos de claustro, en su página Chaperos viajeros tenemos acceso a sus personalidades incluso más allá de la intimidad erótica o de actuación sexual. Todo aquello que no se documenta en las películas porno, todo esa pornografía que queda fuera de cámara y de foco, y que a muchos les despierta el morbo o que incluso podría ponerlos más cachondos que una escena del acto sexual mismo. Todo lo que no se considera porno por la industria pero que de repente aquí causa placer o nerviosismo ya que el deseo del ser humano tiene un alto espectro de posibilidades. Por eso en las dos temporadas que han puesto online, Chaperos viajeros juega a desnudarse hablando de la clientela del día, aplicándose un enema con ayuda uno del otro o también a depilarse el culo para ir de fiesta o a un set fotográfico, todo esto en plan honesto, divertido y, la mayoría de las veces, en complicidad de amigas.

Los chaperos viajeros son la versión española de los chichifos mexicanos, aunque estos viajan reformulando la vieja frase en "viajé, las di y me corrí". Las historias de Rubén y Josh nos muestran el diario de los hombres escort: desde el baño a su cocina, del auto compartido con la familia hasta una noche de juerga con los amigos, de la preparación de un viaje a New York hasta el regreso en tren desde alguna ciudad europea adonde fueron a talonearle. El mundo del chico de compañía, del taxiboy argentino, del chico a domicilio como fantasía de pago por evento. Josh Milk es actor porno gay profesional, modelo, ha recibido varios premios tanto en el cine como en la escena porno europea. Rubén Besametonto es un gran personaje de la escena nocturna gay en Madrid y en el sur de España. Antes de que fuera manager y luego chico de compañía, Rubén decidió montarse una fiesta anual para celebrarse con los Premios Besametonto Awards que han tenido incluido prácticamente a todo aquel que se mueva en la farándula y la marcha gay española, aunque sólo los mejores han recibido el gato Maneki-Neko que se entrega como trofeo. A continuación una entrevista con Rubén Besamentonto y una selección de capítulos de Chaperos viajeros.

VICE: ¿Qué es un "chapero", según tus palabras? ¿Cómo lo describirías?
Rubén Besametonto: Un chapero es un hombre o chaval que vende sexo a cambio de dinero, favores o bienes materiales. Hay diversos tipos de chaperos: los hay cutres, regulares, buenos, y excelentes, pero eso ocurre en cualquier tipo de profesión. Algunos lo disfrazan con la palabra "escort" porque de puertas para afuera lo que alquilan es el tiempo que pasan con el cliente y no lo que hacen con él. No entro en discusiones de ese tipo porque al final tanto el escort como el chapero acaban siempre en la cama. Es como un reloj, los hay baratos y caros… pero todos marcan la hora.

¿Cómo nació la idea de Chaperos viajeros?
Yo trabajaba para la web de contactos profesionales Rentboy.com y organicé por primera vez en España el concurso Mr. España Escort del Año; el ganador se llevaba un viaje a Nueva York para concursar en el Mr. International, Los Hookies Awards. Resultó que ganó Josh Milk, y decidí irme de viaje con él. Y de algún modo pensamos en grabarlo todo y montar un blog. No recuerdo cómo se nos ocurrió el nombre, pero era evidente que era perfecto y gracioso para nuestros objetivos, que sólo era uno: quitarle dramatismo a la prostitución.

¿Cuál es la situación de la prostitución masculina en España?
Bueno, no somos especialistas en prostitución masculina en España, alguna idea tenemos de lo que hay, y creemos que supongo por la necesidad, el efecto de la crisis, muchos chicos decidieron hacer chapas (prostituirse) y venderse a precios realmente ridículos, una competencia que en muchos casos no aporta un buen servicio, y por lo tanto devalúa el trabajo de los que deciden hacerlo bien.

De su primer contrato profesional al proyecto Chaperos viajeros, ¿qué enfrentaron en la calle o en su vida familiar? ¿Qué de esto decidieron mostrar en sus videos?
Todo ha sido bastante fácil en realidad. El sentido del humor abre muchas puertas; es frecuente que nos paren por los sitios gays, y nos reconozcan y nos saluden. Sí, somos nosotros, los de Chaperos viajeros. Imaginarse esta situación sin la excusa del blog es impensable. Es verdad que no podemos publicar todo lo que grabamos y siempre pedimos permiso expreso para hacerlo. Mucha gente se ha involucrado desinteresadamente y no les importa que se les vinculara con la marca. No sé si estamos dando un paso más hacia la normalización del asunto, o tal vez sólo sea un paso en falso. Hacemos gracia, y le reímos la gracia.

Sobre su primer encuentro sexual que se convirtió en un corto llamado "Porno poética", ¿cómo decidieron preservarlo en video? ¿Lo han vuelto a ver? ¿Cómo perciben la evolución de sus propios días/noches de sexo?
Bueno, fue un tiempo en que mucha gente pensaba que éramos pareja. En realidad nunca habíamos mantenido una relación sexual, al menos a solas y con tranquilidad. No nos apetecía enseñar algo realmente pornográfico porque nuestra amistad no es nada pornográfica aunque lo enseñemos todo. Josh Milk y yo tenemos una bella amistad, y si esa amistad fuera sexo, habría que mostrarla así. No todo el mundo tiene la suerte de poder conservar su primera vez con alguien, y que quede algo bonito. Lo hemos vuelto a ver, claro está. Es un recuerdo bonito. Ahora bien, cuando pasamos días/noches juntos, no tenemos sexo, besito de buenas noches y a dormir.

¿Cuál sido el mejor de sus viajes?
Nueva York, sin duda alguna. Fue una experiencia inolvidable. Imagínate…dos amigos y la gran manzana para morderla a bocados. Berlín tampoco estuvo mal, fue divertido. Pero supongo que el próximo que tenemos planeado a San Francisco puede ser el mejor. Lo mejor siempre está por venir.

¿En qué se divierte un chapero entre cita y cita de trabajo?
Entre cita y cita puede haber muchas horas de ocio, sobre todo en España, así que hacemos vida de lo más normal. Somos políticamente correctos en nuestro día a día. Cuando estamos fuera, tenemos menos tiempo, así que lo utilizamos para descansar, gimnasio, conocer la ciudad, comer juntos y ver la televisión.

¿Cómo es la diversidad de exigencias de la clientela española comparada con otros países?
Bueno, depende el país donde te mueves, pero hay países mucho más fetichistas, donde buscan algún morbo en especial. Alemania o Suiza son países que buscan al chapero para realizar sus fetiches. En realidad, lo que de verdad buscan todos aunque no lo confiesen es simplemente conseguir compañía. El sexo es el medio que quieren utilizar. Desde luego tirarían piedras sobre mi tejado si les digo que están equivocados.

Gracias, Besametonto.