​Guía para ser una buena amiga

La amistad entre mujeres es rara, brillante e intensa. En el ámbito emocional, tener un vínculo fuerte con otra mujer es como poder nadar desnuda todo el tiempo. No importa si tienes un pedacito de moco colgando de tu nariz o si se te marcan los pantalones en la entrepierna porque siempre va a estar tu amiga —y tu confidente– para decirte sin que nadie se de cuenta.

Cuando te rompan el corazón, esa amiga va a estar a tu lado y te va a ayudar a recoger los pedacitos. Una buena amiga es la que sabe qué hacer en el momento indicado. Es la que llega a tu casa sin avisar y trae brownies de chocolate. Es con la que puedes decir estupideces como "Ya en serio, ¿crees la gente me ve como alguien que se guía por la moda?" a las dos de la mañana sin miedo a que te reclame.

Si quieres ser de esas amigas, esto es lo que tienes que hacer.

ACOMPAÑA A TU AMIGA HASTA EL FINAL

Están afuera de un antro. Entras en pánico porque ahora que ya salió el sol todos pueden ver el sudor bajo tus bubis. El sonido de los gorriones despertando y gritándose unos a otros hace que te sientas decepcionada de ti misma. Volteas a ver a tu amiga y te está haciendo esa carita de cachorro con los ojos abiertos y brillosos.

"Tom tiene muchas botellas en su casa", dice en tono de súplica, casi llorando. Tu departamento está a unas cuadras del antro, pero al parecer a ella en serio le gusta mucho este sujeto con amigos raros y es obvio que quiere tener sexo con él. El problema es que no quiere ir sola porque lo acaba de conocer y además van a ir todos sus amigos.

Entonces terminas en un departamento desconocido a las cinco de la mañana viendo a un tipo con zapatos puntiagudos metiéndose unas líneas sobre la caja de un DVD de The Hangover Part II. De fondo se escucha la programación de MTV y uno de los amigos raros se pone a hablar sobre la nueva canción de Trey Songz como pretexto para tocarte la espalda. Te levantas del sillón y corres al baño. Te sientas sobre la tapa del WC, lees las instrucciones de cada producto que ves y limpias las tapitas con un pañuelo. En total, todo eso te toma alrededor de 45 minutos. Escuchas una risita en el pasillo, una respiración agitada y el sonido de pulseras y nalgas pegando contra la pared de al lado.

Mañana, como compensación, vas a obligarla a que te diga cómo fue el sexo, obvio, después de que te compre un agua mineral.

NO TE QUEJES DE SU RIDÍCULA FIESTA DE CUMPLEAÑOS

Si fueran sólo tú y tus mejores amigas —las que han visto todos tus lunares y se acuerdan de la vez que te hiciste popó en el bosque— todo lo que necesitan son cinco botellas de whiskey, pizza y una invitación muy ofensiva hecha a mano. Los que te conocen esperan lo peor de ti, por lo tanto, pueden bailar canciones de Paris Hilton, tomarse de las manos, decirse que son las mejores y gritarse cumplidos.

Sin embargo, si alguna de tus amigas quiere que su fiesta incluya personas fuera de este circulo, es probable que te genere mucho estrés. Una de tus amigas quiere que su cumpleaños sea en un lugar de cinco pisos donde está de moda hacer fiestas de disfraces y ahora tienes que ocupar todas tus horas de comida planeando el evento en un grupo de Whatsapp para que todo salga bien. Y al final, la presión social hace que accedas a poner dinero de tu bolsa para comprar una tetera de puntitos de Oliver Bonas.

La fiesta termina siendo tan complicada y con tantas actividades que te preguntas si tu amiga tiene una enfermedad terminal y éste fue su ultimo deseo pero nadie te dijo nada. Para entrar, es necesario decir una "contraseña" o peor aún, llevar puesto un Kigurumi. Después, en la cena, te sientan junto a Vicky, su amiga de la escuela, quien pasa toda la cena hablando sobre su conejo enfermo. Pagaste mucho dinero para tener la segunda peor noche de tu vida. La primera fue cuando tu mamá te dijo que se iba a divorciar de tu papá.

Prepárate porque te espera toda una vida de asistir a este tipo de eventos. Pero seguro ya lo sabías. Has escuchado sobre las despedidas de soltera que cuestan 60 mil pesos con mesas de regalo en las tiendas más caras. Dentro de unos años, tus amigas más cercanas te van a pedir que compres los zapatos de 4 mil pesos para el vestido de dama de honor, así que aguántate y agradece la diversión. Por cierto:

NO SEAS TACAÑA

Por más que te den ganas de saltar, lanzarle el plato en la cara a un desconocido y gritar "¡NO PEDÍ NUECES NI ACEITUNAS!" cuando dividen la cuenta, debes mantener el decoro y aguantar el golpe. Paga tu parte porque si no es como si le estuvieras robando a tus amigas. No te emociones a la hora de ordenar ni "vayas al baño" cuando llegue la cuenta.

CRITICA A SUS ENEMIGOS SIN CUESTIONAR

Vas a tener que dejar de lado todo razonamiento lógico cuando tu amiga necesite una aliada. "Me caga Ana", dice tu amiga. "Me dijo que mi cabello se veía esponjoso. ¿Por qué habla como idiota?", dice cada vez más enojada. "Oh por Dios", respondes con voz de ofendida y paras toda actividad cerebral. "¡Qué hija de puta!"

Puedes usar la misma respuesta para todo tipo de frases, como "Mi jefe es un imbécil", "Mi roomie nunca le da de comer al pez" y "Creo que la novia de mi hermano se roba mis liguitas para el pelo". La otra opción es simplemente repetir lo que dijo con un tono más agudo y volverlo pregunta. "¿¡Qué!? ¿¡Tu roomie nunca le da de comer al pez y esa vieja te roba liguitas para el pelo!?"

Si dominas la técnica del tono de voz, en realidad no tienes que ponerte de parte de nadie, sólo tienes que hablar como idiota para hacer sentir bien a tu amiga.

NO MENOSPRECIES LA AMISTAD QUE TIENEN

Se supone que ya aprendiste cómo no hacerte amiga de las chicas que publican imágenes con frases de autoayuda en Instagram y cantan los éxitos de Mariah Carey. O de las que se autodenominan "chocoadictas" o "compradoras compulsivas". O de las que aseguran que "odian el drama" cuando se nota que les encanta.

Cuando terminaste la escuela te diste cuenta que antes creías que esa clase de chicas eran "cool". Pero tus amigas adultas son mucho mejores. Son ingeniosas, se ríen muy fuerte, entienden las noticias y nunca en la vida han platicado sobre barniz de uñas. Sin embargo, todas tienen al menos una amiga a la que odian y aman al mismo tiempo. Una chica llena de veneno que huele a Coco Mademoiselle y a ropa de piel. Una chica a la que no le da pena hablar de pilates en el transporte público. Esta amiga es guapa pero da miedo. Te gustaría ser como ella y al mismo tiempo te dan ganas de golpearla. Pero sabe perfectamente cómo usar tus inseguridades a su favor y de una u otra forma siempre aceptas cuando te invita a comer.

Se conocieron en una fiesta porque se te acercó y te habló con ese exceso de confianza tan característico que tiene. Te pidió que la acompañaras al baño, te tomó de la muñeca, te alejó de tus amigos y te llevó al pasillo. "Me encanta tu vestido, es PRE-CIO-SO", te grita en la cara. "¡No puedo creer que no nos hayamos conocido antes! Ok, la verdad es que me intimidabas. Ya sé que no tiene nada que ver pero… ¿tu amigo te ha contado algo de mí?", dice y te toma del brazo. Que se hayan enseñado las bubis y te haya contado lo que hizo la primera vez que fue a un antro no significa que son mejores amigas. Significa que se metieron muchas drogas.

A estas alturas de la vida ya no necesitas esta clase de amigas, en especial porque ya tienes un grupo de amigas que valen mucho la pena. Sí, entiendo que te pidió que posaras para su blog de "Lo que más amo" y que es muy emocionante pero recuerda: esta chica no te ama como tus amigas porque no tiene la capacidad de amar.

ACEPTA SU EXTRAÑO AMOR POR EL TIPO AL QUE NO APRUEBAS

Se supone que tu deber es mantener en semisecreto su amor (y con semi, me refiero a que está bien hablar de eso cuando llevan media botella de lo que sea que estén tomando y después decir "¿te acuerdas de la vez que hiciste esa cosa súper vergonzosa?"). No hablo del amor que se vuelve aceptable cuando se pone de moda en Twitter. Hablo de su amor por su compañero de oficina, aquel tipo feo o el nuevo gerente de cuentas que se huele los dedos cada que sale del baño.

Nunca vas a entender por qué le gusta alguien tan horrible, no importa cuánto lo analices. Simplemente tienes que aceptarlo porque un día te va a gustar alguien que va a hacer que se te acelere el corazón y te den agruras al mismo tiempo.

SIEMPRE TEN BOCADILLOS A LA MANO

Compartir bocadillos con tus amigas es hermoso. Un buen chocolate o unos nachos con queso son como el aceite que ayuda a que los engranes de la amistad sigan funcionando. Hasta ese chocolatito que tienes en la bolsa desde hace dos días es suficiente para que tu amiga no se ponga como loca por el hambre. En especial si tienes una de esas amigas que siempre tiene hambre y responde "Sí me lo chingo" cada que le ofreces algo de comer.

Una vez, esa amiga se comió un frasco completo de chiles porque perdió una apuesta y se pasó toda la tarde vomitando. Cuando llegó la hora de cenar, le dije: "¿Quieres unos tacos?" y respondió: "Sí me los chingo". Siempre tiene hambre.

SOSTÉN SU CABELLO CUANDO VAYA A VOMITAR

Las amigas siempre terminan coordinando su periodo y orinan una frente a la otra. Pero cuando se trata de salir de fiesta, el vómito es la prueba de fuego en la amistad. Es cuando todo sale mal y tu amiga vomita en tu bolsa.

Todo grupito de amigas ha tenido una de esas noches. Esas donde terminas limpiando vómito y sosteniendo el cabello de tu amiga. Si la que vomita eres tú, prepárate para sufrir. "Se me acabó la batería", dicen tus amigas. "No te encontré por ningún lado", dicen a pesar de que te pisaron cuando entraron al baño. Aunque es comprensible, piénsalo, si ves a una persona vomitando a lo lejos, es lógico que te den ganas de correr hacia la dirección contraria.

Pero de ti depende que su amistad vaya más allá de eso. ¿De qué sirve tener amigas si no te van a ayudar a sentarte hasta que se te pasen las ganas de vomitar? Nadie quiere pasar toda la fiesta de Año Nuevo inclinado en el WC con la mano manchada de vomito y otras cosas, pero si es tu amiga, tienes que hacerlo. Al fin y al cabo, de eso se trata la amistad.

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