Historias brutales, crueles e incómodas de personas que han terminado con sus mejores amigos
Ilustraciones por Mai Ly Degnan

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Historias brutales, crueles e incómodas de personas que han terminado con sus mejores amigos

Todo se acaba, las personas maduran y los brazaletes de la amistad se deshacen con el tiempo.

Terminar con alguien es horrible y no sólo pasa cuando tienes relaciones sexuales. ¿Recuerdas la temporada de Entourage donde E se salió de control y trató de ser manager de otros clientes además de su mejor amigo Vinny Chase? Pues todos pasamos por eso en algún punto de nuestras vidas, excepto que la amistad promedio no involucra a personas famosas, incluso si la desgracia es igual de melodramática o tediosa.

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Todo se acaba, las personas maduran y los brazaletes de la amistad se deshacen con el tiempo. Estos rompimientos platónicos son dolorosos y pueden atormentarnos por años. A veces las experiencias nos enseñan cosas y salimos adelante, otras veces no. A continuación hay una serie de anécdotas que detallan el desastre que queda después de un terminar con un amigo.

La que se cogió al papá de nuestro amigo

Tuve una mejor amiga desde los cuatro hasta los 15 años de edad y dejamos de ser amigas porque me enteré de que llevaba dos años cogiéndose al papá de un amigo. El papá tenía más de 50 años y ellos empezaron a coger cuando ella tenía entre 12 y 13 años. ¡Y el tipo era asqueroso! Trabajaba en una fábrica de plumas y fumaba cerca de 40 cigarros al día, además tenía los dientes podridos, se vestía como si fuera 1982 y estoy casi seguro de que usaba un mullet. Daba miedo. Mi mejor amiga se escabullía para verlo todo el tiempo y siempre me decía que era un tipo que había conocido por internet y me presumía que tenían mucho sexo anal en el asiento trasero de su auto.

Me enteré de que se estaba cogiendo al papá de nuestro amigo y no a un güey que conoció en internet porque se le ocurrió decirle a una amiga que casualmente estaba saliendo con el hijo de ese sujeto. En esa época, yo estaba trabajando en un hotel horrible. Un día salí del trabajo y vi que el padre pedófilo me estaba esperando afuera. Se ofreció a llevarme a casa. En el camino me dijo que no estaba teniendo sexo con mi amiga y que no era más que una amistad. Obvio no le creí.

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Después, su esposa se enteró y lo amenazó de muerte. Casi todos los vecinos se enteraron, creo que el tipo se quedó sin trabajo y su esposa le pidió el divorcio. Todos se pusieron en mi contra porque asumieron que ella me lo había contado. Fue horrible.

Nuestra relación terminó oficialmente cuando ella me escribió una nota diciendo que ya no quería ser mi amiga. Quedé devastada. Era como mi hermana. Cuando recibí su nota, fui a su casa, rompí la hoja enfrente de ella y le dije que era una puta. Ella no dijo nada. Después de eso, la vi un par de veces en la calle pero ni siquiera volteó a verme. Ahora que lo pienso, debí haber denunciado a ese pervertido. Maldito pedófilo. —L


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Racismo y premios Tony

La amistad terminó la noche de lo Premios Tony hace uno años, cuando Audra McDonald rompió récord y recibió su sexto premio. Nos conocimos hace varios años y éramos muy amigos. Él tenía un novio que era súper lindo y los tres nos reunimos a ver el programa. Exigían silencio durante el programa pero podíamos hablar todo lo que quisiéramos en los comerciales. Eran muy dramáticos.

Mi amigo era optimista con todo. Para él, todas las actuaciones eran "increíbles" y hasta lloró de alegría (aunque eran lágrimas de cocodrilo), etcétera. Yo me la pasé diciendo cosas como "todos son blancos" en vez de "OMG qué belleza".

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Cuando Audra ganó, empezamos a pelear. Mi amigo y su novio dijeron que yo me la pasé criticando todo el programa, sobre todo las diferencias raciales. Estaban enojados porque hacía comentarios sobre los estereotipos raciales en los números musicales del evento, la falta de personas de color en general, y cómo a pesar de que McDonald acababa de ganar un premio importante, no quitaba el hecho de que la falta de personas de color era muy notoria, igual que todos sus pinches estereotipos. Mis dos amigos sólo querían sentarse frente a la televisión y escapar a un mundo teatral. Creo que sus vidas como gay han sido difíciles y por eso no reaccionaron muy bien cuando empecé a hablar mierda de su escape.

La gota que derramó el vaso fue cuando su novio me dijo "Hablas de razas igual que mis padres". Sus papás son del sur y se incomodaban tanto al hablar sobre racismo que cuando yo habé en contra de él, me compararon con sus estúpidos padres racistas. Querían que adoptara una postura "posracial", es decir, que ya no tomara en cuenta la raza. Dos gays homonormativos blancos me llamaron racista por tirarle mierda a los premios Tony. Estaba tan enojada que perdí el control. Ya nos habíamos tomado un ponche completo. La pelea empezó por mis comentarios pero se fue haciendo cada vez más grande.

Salí corriendo de su departamento 20 minutos después pero olvidé mi bolsa y tuve que regresar. Todo fue tan incómodo. Tomé mi bolsa, me quedé parada frente a la puerta y dije "¿Nos vemos pronto?" y ellos respondieron "Claro…". Desde entonces no hemos hablado. —S

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El amigo que tenía una doble vida

Tuve un amigo muy excéntrico que era una de las personas más inteligentes que he conocido. Nos volvimos muy cercanos cuando fuimos a estudiar a París. Creí conocerlo muy bien y hasta fui a su casa a celebrar la Navidad.

Poco a poco se hizo evidente que él tenía vidas múltiples. Teníamos un grupo de amigos y él actuaba diferente con cada uno de nosotros. Por ejemplo, él tenía novia y nunca nos habló sobre ella, y a ella nunca le habló de nosotros.

Con base en lo que decían otros de sus amigos y conocidos, sonaba como si todos describieran a una persona diferente. Actuaba como intelectual frente a una persona y como un chico cualquiera frente a otras. Se moldeaba a los deseos de las personas para proteger el tipo de identidad que él creía que estaban buscando. Era un artista del disfraz, aunque nunca se aprovechó de nosotros. No sé qué ganaba al crear un personaje diferente para interpretar con cada persona.

Cuando regresamos de París, mi amigo mandó un email grupal (yo incluido) para informarnos que todo lo que sabíamos de él en esos tres años de amistad era una mentira y que por favor no tratáramos de ponernos en contacto con él. Este es un fragmento del email que nos mandó. El asunto era "Por favor no respondan".

Hay algo que tienen que saber. Cuando estuvimos juntos en París, conocieron una versión falsa de mí. Pero no había ningún motivo oculto. Toda mi vida he sido un mentiroso. Dejé de hablarles porque quería distanciarme de eso. Nadie debe vivir así. No está bien. Lean el email, enójense y olvídenme. De todas formas, nunca me conocieron.

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Y nunca lo volví a ver. Investigué un poco y descubrí que vivía con su novia extranjera. Lo sé porque lo arrestaron el año pasado en la protesta de Black Lives Matter y vi su foto en los registros de la policía. — K

La atea contra la cristiana evangélica

En la universidad me hice muy amiga de mi roomie pero ella era cristiana evangélica y yo era atea. A pesar de eso encontramos similitudes y fuimos inseparables por un tiempo.

Un día, yo estaba muy deprimida y ella llegó y me abrazó. Me puse a llorar y ella dijo que iba a rezar por mí. No pude aguantar más y exploté. Le dije que ella era demasiado inteligente como para creer en "esa mierda" (mis exactas palabras). Una semana después, me acusó con el director por tener una botella de vino en la habitación. No la volví a ver hasta el día de su boda e incluso entonces nuestra amistad no tenía arreglo. Las dos lloramos mucho cuando nos vimos pero el daño estaba hecho. — R

El roomie del infierno

Él era mi mejor amigo y vivíamos juntos en un dormitorio estudiantil. Cuando decidió que ya no quería ser mi amigo, me hizo la vida de cuadritos porque no se podía salir de ahí. Me prohibió poner mi champú y mis cosas de baño en su estante y pasó todas sus cosas de la cocina a su parte del estudio para dividirlo en dos. Yo empecé a dejar mis champús en el piso del baño para hacerlo enojar.

Después empezó a hacer cosas como ponerse tampones en los oídos y poner su despertador a las 3:30 AM para que yo me despertara y tuviera que apagarlo. También abrió mis cajones y tiró todos mis condones. Me borró a mí y a toda mi familia de su teléfono y de Facebook. Y escribía frases dramáticas sobre mí en Tumblr.

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Y como no podía hablar conmigo, ponía canciones a todo volumen para decirme cómo se sentía. Usualmente eran canciones de Mumford & Sons o de Avett Brothers. Brutal. Hizo de nuestro hogar (un estudio sin separaciones) un infierno para dejar claro que nuestra amistad se había acabado. — B

"No la volví a ver hasta el día de su boda e incluso entonces nuestra amistad no tenía arreglo".

El acto de desaparición

Empezó con las clásicas tácticas de la friendzone: dejó de darle like a mis publicaciones de Facebook. Tardaba semanas en responder mis llamadas. Las tarjetas de cumpleaños se convirtieron en mensajes de texto. Después hizo un viaje de negocios a mi ciudad y dijo que "podía hacer espacio para ir a tomarse un café conmigo". Supe que algo andaba mal cuando se quedó a dormir en mi casa unos días porque "los hoteles eran demasiado caros" y como agradecimiento me dejó 200 pesos y una tarjeta que compró en la papelería. O en verdad los cuatro días en mi casa valían apenas 200 pesos o era una muy mala propina. Nunca lo supe.

Nuestro rompimiento fue silencioso. Desapareció sin ninguna explicación y reapareció medio año después en mi Facebook con un vestido blanco, un ramo de flores en la mano y un nuevo esposo a su lado. Y su dama de honor era una tipa que conoció en su equipo de futbol. — M


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El destructor de hogares

Cuando tenía 20 años, tuve mi primer rompimiento serio. Yo era un desastre y me empecé a juntar con un chico que conocí en la escuela en esa época. Él también acababa de romper con su primera novia formal. Creo que nos volvimos tan unidos porque los dos teníamos el corazón roto, nos gustaba la mariguana, queríamos ser escritores y quizá tal vez por tensión homoerótica que se sentía (es broma). Él me contó todo sobre su rompimiento y yo le conté todo sobre mi ex. Cuando la vi por primera vez después de que terminamos, llevé a mi nuevo amigo para que me diera apoyo moral. Cuando nos fuimos, recuerdo que la describió como "encantadora" y que ahora entendía porque estaba tan clavado con ella.

Unos meses después, el y yo peleamos por primera vez. Yo estaba escribiendo mi primer articulo profesional freelance y él me dio algunos consejos cuando le platiqué mi idea. Le dije que sus consejos eran buenos y él me dijo que si podía aparecer también como autor. Cuando le dije que no, se rió y dijo enfrente de un grupo de amigos, "Igual VICE no te va a contratar".

Decidí alejarme un poco de él y empecé a ignorarlo. Unos meses después, me enteré por Facebook de que estaba saliendo con mi ex —la ex de la que tanto le hablé y le presenté—. Lo que pasó después es muy inmaduro pero en resumen, nuestra amistad terminó. Hasta donde sé, está viviendo en España con mi primer amor. Pero no estoy muy seguro, no he hablado con él en 976 días. Y heme aquí, escribiendo un artículo para VICE en mi oficina nueva y vacía. No sé quién ganó. — Q

Se cambiaron todos los nombres para mantener el anonimato.

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