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Música

Defendiendo el Reggae

Una apología del ritmo jamaiquino para los culo-apretado.

La autora musical Sophie Saint Thomas toma sus precauciones (y probablemente hiera los sentimientos de David Bowie) con esta impresionante defensa del reggae.

Permíteme abrir con un extracto de una entrevista a David Bowie para la revista Melody Maker en 1979:

"Melody Maker: Nunca has experimentado con el reggae, ¿cierto?"
"David Bowie: No, no me gusta mucho. Me inclino contra el género… lo escuché demasiado cuando era niño, y escuché todavía más cuando era una adolescente con un gusto por el ska y el bluebeat; y fue una desgracia."

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Como señaló uno de nuestros lectores por Twitter: "tengo un tatuaje, una colcha y una cuenta de Twitter de David Bowie". Con eso en mente, lo que diré a continuación te sorprenderá: ¡JÓDETE, DAVID BOWIE! Mi encantadora editora, la Srta. Kelly McClure, tuiteó en su contra. Pitchfork ha presumido su "política oficial contra el género". A continuación les presento una defensa del reggae, un ataque contra todos aquellos que se quejan de lo que no entienden.

Crecí en St. Thomas, en las Islas Vírgenes, Estados Unidos, lo cual dio origen de mi pseudónimo. Aunque mis padres me presentaron a los clásicos, a los Talking Heads y los Stones, la música que envolvía mi vida era el reggae. Mucho antes del tatuaje de David Bowie, tenía un signo de paz "verde glaseado" tatuado en mi trasero. Años después de haber dejado las Islas Vírgenes, esta música sigue teniendo un lugar especial en mi corazón.

Un verano, mientras estaba en la universidad, entré a una compañía de producción en la Ciudad de Nueva York y el director de casting me dijo: "Creo que Bob Marley ha hecho más daño que bien. ¡Su música convirtió a todos los niños de Estados Unidos en unos drogadictos!"

Este comentario resume esa visión egocéntrica de los estadounidenses. En lugar de ver los orígenes jamaiquinos y la importancia cultural de la música, es (y lo entiendo) vista con ojos de suburbio gringo. Uno no puede entender la belleza de ese ritmo llenando el aire en una isla a 96 degreees…, cuando la primera impresión del reggae sigue tirada hasta el pito en el sótano de algún vecino en Nueva Jersey.

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Todos tienen derecho a dar su opinión. Si viera un artículo llamado "Defendiendo la música country" seguro pelaría los ojos y cerraría esa ventana. Sólo pido que antes de juzgar, intenten salirse de esa experiencia egocéntrica y le den una oportunidad a la música. El reggae es uno de los géneros musicales más apreciados en todo el mundo. Quizá aprendan algo. El giro, un tanto irónico, de la historia es que el reggae fue una influencia importantísima en la música que todos los crítcos aman. ¿Crees que habríamos tenido Santigold sin el reggae?

Sal de la ciudad. Súbete en un avión a St. John con tus amigos y renta una choza por un mes. Pide aventón al pueblo y pide trabajo como cantinero para pagar la renta. Sumérgete en la cultura local para descubrir el lado oscuro de vivir en una isla. Mira a los vagabundos infectados de SIDA y lee en el periódico sobre los asesinatos y violaciones diarias. Pregúntate porque los supermercados tienen que vender frutas importadas y podridas cuando hay un árbol de plátanos en la esquina. Ten una aventura con algún local. Acostúmbrate a dejar pasar a los burros. Cómprate una botella de ron por ochenta pesos y tómatela en Cinnamon Bay recostado bajo el sol, sumergido en agua salada. Llévate un grabadora (sí, una maldita grabadora) y después dime que Toots & the Maytals no te hace querer menear tu trasero.

@TheBowieCat