Israel intensifica la ofensiva terrestre en Gaza en la jornada más sangrienta del conflicto

Todas las imágenes por Dylan Collins

El domingo de madrugada, miles de personas desalojaron del barrio de Shujaiyeh, en la ciudad de Gaza, huyendo del bombardeo más intenso llevado a cabo por Israel desde que empezara la operación Borde de Protección, hace 13 días.

Según fuentes médicas palestinas, más de 66 palestinos murieron durante la mañana en el barrio oriental de la ciudad de Gaza, si bien se espera que la cifra aumente a medida que se vayan encontrando cuerpos ente los escombros. La noticia de lo que los habitantes de Gaza consideran una “masacre” perpetrada en Shujaiyeh se dio a conocer tras el levantamiento del secreto de sumario que el ejército israelí había impuesto sobre las muertes de 13 soldados durante los enfrentamientos con los militantes palestinos en la Franja de Gaza.

Vecinos del barrio de Shujaiyeh, en la ciudad de Gaza, huyen de la zona ante la invasión con tanques y los intensos bombardeos del ejército israelí en la madrugada del domingo, 20 de julio.

A lo largo de toda la mañana se sucedieron las explosiones de las bombas y los disparos en las calles de Shujaiyeh mientras los vecinos abandonaban sus hogares y se dirigían al centro de la ciudad, llevando consigo las pocas pertenencias que les hubiera dado tiempo a recoger.

Debido a la intensidad de los bombardeos, los equipos médicos no pudieron acceder a la zona hasta que la Cruz Roja logró acordar un brevísimo “alto el fuego humanitario” que les permitiera recoger a los muertos y los heridos. El gobierno de Israel culpa a Hamás de la interrupción del alto el fuego.

Antes del inicio del alto el fuego, los vecinos de la zona explicaron a VICE News que había cadáveres esparcidos por las calles. Cuando los equipos de prensa pudieron acceder a la zona, constataron el horrible panorama. Las calles estaban cubiertas de escombros del interior de los edificios bombardeados, las líneas eléctricas estaban destrozadas, había ambulancias calcinadas, sangre y vidrios rotos por todas partes. Los residentes aprovecharon el alto el fuego para regresar apresuradamente al barrio, entre edificios agujereados y soldados con máscaras, para recuperar sus pertenencias.

La mayoría de los habitantes de Shujaiyeh han huido de la zona, dejando atrás sus hogares y un panorama de muerte, destrucción y familias destrozadas.

“Sabemos que el barrio de Shujaiyeh es el principal bastión de Hamás en Gaza”, afirmó un portavoz de las Fuerzas de Defensa de Israel a VICE News, asegurando que aproximadamente el 10 por ciento de los cohetes dirigidos contra Israel desde el inicio de las hostilidades se lanzaron desde esa zona.

Muchos de los refugiados de Shujaiyeh se dirigieron directamente al hospital de Al-Shifa, el principal complejo médico de Gaza, para reunirse con otros familiares y conocer la identidad de las personas heridas o muertas. Las instalaciones del hospital pronto se convirtieron en un caos. Las sirenas sonaban constantemente y había un incesante ir y venir de ambulancias que traían cadáveres desde el desolado barrio de Shujaiyeh.

Frente al hospital, el médico noruego Mads Gilbert explicó a los medios la creciente crisis humanitaria que se está generando en Gaza.

Con las cámaras frigoríficas de la morgue al máximo de su capacidad, el personal del hospital no tuvo otro remedio que disponer los cadáveres alineados en el suelo, entre los grupos de familiares que se arremolinaban en la sala para tratar de identificar y recuperar a sus parientes fallecidos.

“Al-Shifa está desbordado”, cuenta Mads Gilbert a un grupo de periodistas junto a una tienda improvisada para los medios de comunicación. “No puede destrozarse un barrio residencial casa por casa. Eso es lo que están haciendo [el ejército israelí] en Shujaiyeh. Viene gente del barrio a decirnos que hay decenas de cuerpos tirados en la calle y ahora las ambulancias no pueden entrar ahí”, afirmó poco antes de que se declarara el alto el fuego.

El hospital de Al-Shifa está haciendo enormes esfuerzos para trabajar muy por encima de su capacidad. La morgue no dispone de más espacio para refrigerar cadáveres. Los familiares se ven obligados a caminar entre los cuerpos distribuidos por el suelo para identificar los cuerpos y a menudo tienen que trasladar a sus familiares muertos en taxi al cementerio.

“He visto llegar cuatro cuerpos sin cabeza al hospital. Hace unos 20 minutos nos ha llegado el primer paramédico muerto. Pocos minutos después, llegó un periodista fallecido, con chaleco antibalas, su acreditación de prensa y todo.”

Mohammed Suker llegó al hospital Al Shifa a pie alrededor de las 7 de la mañana, con su mujer, sus cuatro hijos y 20 miembros de su extensa familia. “Hemos tenido que marcharnos”, dijo a VICE News. “Nunca hemos visto un bombardeo como ese en Shujaiyeh. Todo el barrio está destruido. El bombardeo era constante, no ha habido ni un momento de calma en toda la noche. Pensábamos que las cosas se calmarían por la mañana. Es lo que suele ocurrir, pero no ha sido el caso, esta vez. Se ha intensificado.”

Durante el alto el fuego, una anciana palestina llegó a Shujaiyeh para descubrir que su casa había sido destruida.

En este panorama de caos, familias desplazadas y diezmadas, miembros de seguridad de Hamás y médicos trabajando frenéticamente, Suker no sabe qué hacer. “Aquí estamos con las maletas, como si fuera 1940. Estamos sufriendo la misma suerte”, se lamenta. “No tenemos nada ni ningún sitio al que ir. Supongo que iremos a ver si hay sitio en las escuelas, pero ya veremos adónde nos envían”.

Un cámara graba los restos de una ambulancia bombardeada en Shujaiyeh durante un breve alto el fuego humanitario la tarde del domingo.

Suker tiene intención de llevar a su familia a las escuelas de la zona, dirigidas por el Organismo de Obras Públicas y Socorro de las Naciones Unidas (OOPS), una organización que se ocupa en especial de los refugiados palestinos; sin embargo, no sabe con certeza si habrá sitio para ellos. Según las últimas cifras facilitadas por el portavoz Chris Gunnes, más de 83.500 palestinos desplazados están albergados en 61 refugios del OOPS en toda la zona asediada. Las familias conviven hacinadas en las clases de estas escuelas. El agua potable es un bien escaso y todavía lo son más los sanitarios.

Hamam Harara recupera una foto de su tío en su casa destrozada de Shujaiyeh durante un breve alto el fuego humanitario la tarde del domingo.

“Esta masacre ha sido completamente causada por el hombre y respaldada por los Estados Unidos y el presidente Obama”, afirma Mads Gilbert mientras llega una nueva oleada de residentes desplazados que tendrán que compartir, junto con otros miles como ellos, el espacio cada vez más reducido de las instalaciones del OOPS. “El ejército de Israel está luchando contra gente que no tiene nada con lo que defenderse. Las mujeres y los niños se llevan la peor parte.”