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Japón recurre a dibujos animados para transformar sus fuerzas militares

A principios de mes, el Ministerio de Defensa nipón desplegó unos dibujos animados de unos veinte minutos de duración como parte de una campaña pública para promocionar las Fuerzas de Autodefensa del país a los ciudadanos.
Foto vía Flickr/mr_ashiya

Este artículo fue publicado originalmente en VICE News, nuestra plataforma de noticias.

A principios de mes, el Ministerio de Defensa nipón desplegó unos dibujos animados de unos veinte minutos de duración como parte de una campaña pública para promocionar las Fuerzas de Autodefensa (ejército) del país entre los ciudadanos. Aunque parezca extraño, tiene sentido si consideramos el hecho de que el ejército nipón se encuentra en una posición única en el mundo: el país no tiene autorización para tener un ejército propio.

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En lugar de un ejército, Japón tiene Fuerzas de Autodefensa (FAD). Si bien posee todas las características de un ejército, incluyendo una poderosa fuerza aérea y una marina respetable, las FAD tienen constitucionalmente prohibido operar en territorio extranjero, y se consideran técnicamente un cuerpo de policía.

El artículo 9 de la constitución nipona, que fue redactada por los estadunidenses después de la Segunda Guerra Mundial, renuncia explícitamente a la guerra y el uso de la fuerza militar —o incluso la amenaza de la fuerza— "para siempre". Pero en 1950, sólo tres años después de que se promulgara la constitución, la retirada de las tropas estadunidenses de Japón para luchar en la guerra de Corea dejó la isla sin medios con los cuales defenderse de una invasión extranjera. Por esta razón, se estableció rápidamente una Reserva Nacional de Policía con equipo restante del ejército estadunidense. Para 1954, la reserva de la policía se había convertido en las FAD.

Si bien el artículo 9 prohíbe la fuerza militar, se modificó para conceder a Japón el derecho a la autodefensa en terreno propio, pero no sin controversia. Como las FAD son consideradas inconstitucionales por algunos partidos políticos japoneses, ha sido imposible en los últimos años para los líderes que apoyan las FAD reunir la mayoría de dos tercios en la legislatura de Japón para enmendar la Constitución con el fin de eliminar las limitaciones en las fuerzas de defensa.

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Este ha sido un claro objetivo de Partido Demócrata Liberal del primer ministro, Shinzo Abe. El pasado mes de julio, su gobierno volvió a interpretar el artículo 9 para poder disponer de la "autodefensa colectiva" y permitir que sus fuerzas pudieran ayudar a los aliados que estén bajo ataque en situaciones que pongan en peligro el bienestar de Japón. Críticas de la oposición acusaron esta táctica de eludir la democracia. En respuesta a esta presión, Abe recientemente prometió que no utilizaría la palabra "militar" para referirse a las Fuerzas de Autodefensa niponas.

Pero mientras las fuerzas políticas nacionales de Japón trabajan para prevenir una expansión de las FAD, la situación de seguridad regional sigue empeorando. China está aumentando rápidamente sus fuerzas armadas y reivindicando sus demandas territoriales en el Mar del Sur de China, mientras que Corea del Norte lleva tiempo buscando un programa de misiles nucleares. ¿De qué manera, entonces, puede Japón justificar el aumento de su ejército en respuesta a estas amenazas, tanto en su capacidad como en lo que se le permite hacer?

Una reciente estrategia de las FAD para conseguirlo ha sido mostrar una imagen mejorada de las fuerzas.

Lo que nos lleva a los dibujos animados hechos públicos por el Ministerio de Defensa. Los dibujos muestran a un pájaro parlante llamado Bo-Emon que explica el propósito de las FAD a tres niños cuyo padre vuela un jet de combate F-15 de la Fuerza Aérea de Autodefensa. El pájaro explica que las FAD tienen como objetivo principal impedir la agresión y proporcionar estabilidad global, en lugar de invadir otras naciones. Los dibujos terminan con una escena del padre luchando en su F-15 para interceptar dos aviones sin identificar que tienen un parecido inconfundible con el caza ruso Su-35, un avanzado interceptor de fabricación rusa que China está dispuesta a comprar.

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Pero las FAD también están empezando a usar el estilo moe, un estilo de animación japonés que (normalmente) cuenta con personajes femeninos atractivos y que es muy popular entre los cómics y dibujos animados japoneses. El uso de las moe por parte de las FAD llamó la atención en 2011 cuando la cuarta brigada de helicópteros antitanque pintó uno de sus helicópteros de ataque AH-1S Cobra con la imagen de una chica estilo moe que nombraron Aoi-chan. Al año siguiente, Aoi-chan tenía tres hermanas, cada una con su propio helicóptero de combate. Las hermanas resultaron ser una sensación local, hasta el punto en que los miembros femeninos de la escuadra se vestían como las chicas para las exhibiciones aéreas, entre otros eventos de promoción.

Las hermanas fueron finalmente retiradas en 2013; al parecer, alguien decidió que esto se estaba saliendo de control y ordenó que acabaran con ello. No obstante, la idea parece haber sido bien recibida en otra sección de las FAD, especialmente entre los reclutadores. La Sede de Cooperación Regional de las FAD en Tokushima, por ejemplo, utiliza carteles de reclutamiento con las tres chicas moe cada año desde 2010. El Centro Regional de Reclutamiento de Okayama registró un aumento de 20 por ciento en los voluntarios en 2013, tras hacer debutar a estas tres atractivas hermanas. Otras sedes regionales han empezado a hacer lo mismo en todo Japón.

Los medios de comunicación populares reflejan cómo se siente una sociedad acerca de sí misma y de su ejército. En Japón, el Godzilla original de 1954 se utiliza a menudo como una metáfora para el horror que sintió Japón al sufrir los ataques con bombas atómicas que finalizaron la Segunda Guerra Mundial. El hecho de que en Godzilla el ejército fuera inútil, sirviendo solo para provocar al monstruo, es cuando menos revelador. En su lugar, fueron un científico y un niño los que salvaron el planeta. Para la década de 1970, el mensaje fue evolucionando y era cada vez más evidente. La clásica serie de anime Space Battleship Yamato contaba con una nave espacial en una misión desesperada para salvar al planeta de una raza de alienígenas de cabellos rubios que utilizaban ataques nucleares para bombardear la Tierra hasta su rendición. La grave situación en la que se encuentra el mundo refleja la de Japón en los últimos compases de la Segunda Guerra Mundial.

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Los recientes dibujos anime caracterizando al ejército nipón muestran cada vez una mayor tendencia moe. Las FAD han sido representadas en el anime y el manga desde el principio, pero la dicotomía de moes atractivas y los militares es algo único de Japón. Se pueden ver a militares de todo el mundo retratadas como atractivas y peligrosas, pero Japón acostumbra a mostrar un enfoque diferente. Los detalles varían de una exhibición a otra, pero algunas tendencias son fáciles de detectar. Ya sean chicas con mini falda y poderes mágicos, con sus piernas atadas a los motores de cazas de la Segunda Guerra Mundial luchando contra los alienígenas en Strike Witches de 2010, o de adolescentes conduciendo tanques como actividad extraescolar en Girl and Panzer de 2012, el tema de fondo es el mismo. ¡El armamento militar no es una amenaza, es divertido y sobre todo hermoso!

La temporada 2015 de Kantai Collection entremezcla ternura y guerra de una manera muy revisionista. El espectáculo, popularmente conocido como KanColle, cuenta con "chicas marineras" que reencarnan los buques de guerra japoneses hundidos en la Segunda Guerra Mundial. Esta vez, sin embargo, la Armada Imperial Japonesa vence. El final de temporada del show (alerta de spoiler) concluye con los protagonistas ganando la batalla de Midway, la decisiva batalla naval que históricamente hizo girar el rumbo de la guerra en el Pacífico a favor de los estadunidenses.

Abe ha sido criticado con anterioridad por tratar de restaurar el recuerdo de la guerra en que participó Japón y presionando por extralimitar las funciones de las FAD. Las raíces del pacifismo japonés son profundas debido a las dolorosas lecciones de la Segunda Guerra Mundial y, por este motivo, a Abe no se lo han puesto fácil. Pero un interés orgánico en el renaciente militarismo es un claro indicador de que las reglas están cambiando.

El debate está sobre la mesa para seguir reduciendo las limitaciones en la actividad de las FAD. Si Abe es capaz de sacar provecho de manera positiva —y no amenazadora— en que la población comienza a ver a los militares, la narrativa que se separa de la historia de la agresión japonesa podría tener éxito y ello supondría dar un paso hacia una nueva narrativa que presente a sus tropas como defensores de la paz.

Sigue a Jonathan Gad en Twitter: @jng2058