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Cultură

¡Kuppycats: gatitos clonados!

Si las cosas continúan según el plan, en los próximos meses podrás comprar el tuyo en la tienda de mascotas más cercana.
Ellis Jones
London, GB

Foto: Angie Sullivan

En 1996, el Instituto Roslin, en Escocia, clonó a la oveja más esponjosa y adorable que pudieron encontrar, le pusieron Dolly, y todos (excepto algunos religiosos apretados) soltaron un colectivo “aaaah” en todo el mundo. Es un dato poco conocido que en los años siguientes al milagroso nacimiento de Dolly, al final de cada día laboral, los científicos responsables de su existencia discutían sobre a quién le tocaba llevarse a este bebé a su casa. Su solución: clonar más bolas de lana, lo que llevó a la contratación de más científicos, y pronto se dieron cuenta que sería imposible satisfacer la demanda.

El mes pasado, este pleito quedó inesperadamente resuelto cuando VICE recibió una llamada telefónica del experto en transferencia nuclear de células somáticas del Instituto, quien aseguró ser el “¡fan número uno del Cute Show!” (quien nos pidió que no reveláramos su nombre). Nos invitó para que documentáramos en exclusiva lo que nos describió como “la cosa más adorable jamás creada”. Por supuesto, tomamos el siguiente avión a Edimburgo.

Llegamos justo a tiempo, y la recepcionista nos indicó que esperáramos a nuestro misterioso anfitrión junto a una puerta en el pasillo. Luego de unos minutos, un hombre con el cabello naranja y una bata de laboratorio apareció en el pasillo con una jaula para gatos. Apenas si nos volteó a ver, pasó con prisa y abrió la puerta violentamente.

“¡LLEGÓ LA HORA DE CERRAR EL HOCICO, IDIOTAS!” gritó el científico. El salón se quedó en silencio mientras él abría la puerta de la jaula y sacaba con cuidado un espécimen de dos semanas de edad. Su propia invención. “Contemplen la máxima frontera de lo cute: kuppycat”. Mientras arrullaba al recién clonado, a quien nos presentó como Ginger (Mark II), sus colegas comenzaron a discutir sobre quién debería cargarlo primero. “¡IDIOTAS!” gritó el biólogo. “¿Creen que sería tan estúpido como para repetir ese error? ¡Los gatos nacen en camadas! Hay uno para cada quien”. Dos asistentes de laboratorio entraron al cuarto, cada uno con una caja de cartón y siete kuppycats idénticos. Y si las cosas continúan según el plan, en los próximos meses tú también podrás comprar tu propio kuppycat en la tienda de mascotas más cercana.

Bueno, sabemos cómo te encantaría creer que esto es verdad y que quieres ver un video de ellos, pero los kuppycats no son reales. Nos los inventamos porque el mundo los necesita y esperamos que alguien se inspire con este texto y produzca un milagro. Mientras tanto, disfruta de las criaturas adorables y apachurrables de verdad viendo los videos de los nuevos episodios del Cute Show.