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La extraña historia del marine detenido por entrar a México con armas 'accidentalmente'

El marine estadunidense se pasó una salida, varios letreros y la frontera con una escopeta, un rifle, una pistola y cientos de municiones.

El sargento Andrew Tahmooressi de la marina de Estados Unidos fue arrestado hace dos meses por entrar a México con varias armas, en contra de las leyes del país. Dice que su entrada a México fue un accidente, una salida equivocada en la carretera.

En semanas recientes, mientras se calentaban las campañas mediáticas para que lo liberaran, emergió un nuevo panorama, un poco más complejo, del caso de este veterano, que está siendo tratado por estrés postraumático. De acuerdo con declaraciones que hicieron oficiales mexicanos a VICE News, la manera en la que Tahmooressi transportaba las armas también violaba las regulaciones estadunidenses.

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Las autoridades mexicanas detuvieron a Tahmooressi la noche del 31 de marzo, después de haber ingresado a México con un rifle calibre 5.56, una escopeta calibre 12, y una pistola calibre .45 y más de 400 rondas de municiones. Alejandro González Guilbot, administrador central de la Aduana de Tijuana le dijo a VICE News que las armas encontradas a Tahmooressi no estaban en un contenedor, fuera de alcance, o descargadas, como lo requieren las leyes de California.

"Todas venían envueltas en sus pertenencias, su ropa, y un cobertor", dijo el oficial. El rifle fue encontrado atrás del asiento del conductor; la escopeta, en el asiento del copiloto; y la pistola, en un compartimiento de la puerta del conductor, junto con varios cartuchos.

Debido a las leyes de armas que rigen en México, en la carretera que llega desde Estados Unidos se encuentran letreros que advierten que tanto las armas como las municiones son ilegales en el país. Tahmooressi debió pasar por uno de esos letreros, así como varios que decían que estaba saliendo de Estados Unidos, antes de llegar al punto de revisión de El Chaparral, en el lado mexicano de la frontera.

"Nunca dijo que estaba armado", le dijo González a VICE News. "El ingresa a las 10:30 de la noche y una hora después es cuando hace la llamada al 911”, ya cuando estaba bajo custodia militar.

En la llamada que hizo al 911, el marine se escuchaba como si no tuviera idea de lo severo de su situación. "Me están quitando las armas", le dijo al despachador. "Ya no estás en territorio estadounidense", le contestaron. "No te puedo ayudar".

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Tahmooressi le dijo a las autoridades mexicanas que nunca había estado en México y que no conocía la zona.

Sin embargo, más tarde los noticiarios revelaron que de hecho había visitado el país al menos una vez anteriormente. Además, su madre, Jill Tahmooressi, le dijo a VICE News que su hijo hfue una vez a Tijuana con sus amigos. También sabía de una novia que Andrew había conocido en la iglesia, que era de Tijuana pero vivía en San Diego.

Esta discrepancia, según Jill, se debe a que el abogado de Tahmooressi le dijo que le mintiera a los oficiales el día de su detención. El abogado, Alejandro Osuna, le dijo el miércoles a reporteros en Tijuana que Tahmooressi lo había despedido.

"Tuvimos algunos desacuerdos sobre la manera en la que se presentó la información", dijo Osuna, de acuerdo con U-T San Diego. Además dijo que creía que Tahmooressi es inocente.

Al despedir a su abogado, el caso de Osuna quedó en una especie de limbo: su audiencia de este miércoles se detuvo debido a que no tenía la representación apropiada. Su regreso a la corte será el 4 de junio.

En entrevista con VICE News, Jill Tahmooressi dijo que su hijo era inocente, y agregó que le diagnosticaron estrés postraumático en el Hospital de Veteranos de La Jolla, California el 12 de marzo. Lo describió como "hipervigilante".

"Nunca, absolutamente nunca, habría vendido sus armas", dijo Jill. "Necesitaba esas armas. Eran su defensa propia. En 2013, se sentía cazado constantemente, como presa. Así que nunca habría vendido sus armas".

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Cuando le preguntamos si Andrew mostraba síntomas de paranoia, Jill contestó: "Sí, definitivamente”. “Soy enfermera", continuó. "Vimos síntomas cada vez más marcados de estrés postraumático. Y por eso le dijimos que tenía que conseguir ayuda profesional".

Según su mamá, Andrew dejó California en enero en busca de tratamiento. Estuvo viviendo en su camioneta Ford F-150 y no había podido encontrar casa en California. Jill dijo no conocer el estatus legal de las armas de su hijo en Florida o en California, o cómo logró viajar con las armas y cientos de municiones.

"No tengo idea", dijo. "Empacó todas sus posesiones, incluyendo las armas que compró legalmente".

Mientras Tahmooressi espera una resolución, una campaña intensa de cartas y peticiones, pidiendo la intervención de altos mandos estadunidenses ya comenzaron a circular. Los miembros conservadores del Congreso estadunidense se han ligado particularmente al caso de Tahmooressi.

"Creemos que Andrew nunca intentó cruzar a México, y que llegó a la frontera después de pasarse una salida y entrar por error al módulo de inspección de El Chaparral", dijo el congresista Duncan Hunter el 7 de mayo en una carta al procurador general mexicano, pidiendo que se liberara el caso de Tahmooressi. "Respetamos el derecho de México de hacer valer sus leyes, pero no creemos que Tahmooressi sea un criminal o traficante de armas". Más de veinte miembros del congreso firmaron la carta.

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Hasta hoy, Tahmooressi ha pasado 60 días preso. Primero lo mantuvieron en la sección general de la penitenciaría estatal de La Mesa, en Tijuana, antes de que las autoridades dijeran que se apuñaló a sí mismo en un intento de escapar.

"Lo consideré un movimiento estratégico el que lo hayan movido a una parte más segura de la cárcel", le dijo Jill a VICE News, y agregó que no cree que el incidente haya sido un intento de suicidio. "Hizo lo que haría cualquier marine: improvisar, adaptarse y salir adelante".

Alan West, excongresista de Florida, el estado natal de Tahmooressi, le dijo a Fox News que el marine "no tenía una brújula ni un buen mapa", y que los oficiales mexicanos debieron solo haberle dicho "Vaya con Dios", y dejarlo regresar a Estados Unidos. Aunque las quejas de los congresistas se acumulan, las preguntas centrales sobre las armas del marine siguen sin respuesta.

Si Tahmooresi tuviera problemas mentales, las leyes federales le prohibirían tener armas cargadas. Sin embargo, no hay un sistema que regule las armas que las personas ya poseían al momento del diagnóstico.

Después de la puñalada de la cárcel, Tahmooressi fue contenido por más de un mes para evitar que se volviera a hacer daño, dijo su madre. El 8 de mayo, fue transferido al penal de máxima seguridad, El Hongo, a 50 kilómetros al este de Tijuana. Desde entonces, el marine ha sido apartado de los demás prisioneros.

La madre de Tahmooresi dijo que espera ver a su hijo en libertad pronto, pero que le preocupa que su hijo no tenga un juicio justo en México. Dice que los reportes aduanales oficiales son falsos. "Es una mentira absoluta. Sin duda es una mentira".

Este artículo fue publicado originalmente en VICE News