FYI.

This story is over 5 years old.

Lo mejor de VICE 2012

Por qué las chicas no deben practicar sexo anal

¡Ésto es lo que significa que te rompan el culo!

En medio del West London en el piso de un amigo, bueno no, en una botella de pinot grigio de 7 libras que le he mangado de la nevera y con un par de rayas encima que saqué de mi bolso y que ya no recordaba de cuando salí una noche hace dos semanas. Se supone que tengo que escribir algo sobre gente a la que le guste trinchar el pavo y porqué les mola tantísimo. Aunque la verdad es que no sé qué decir.

Publicidad

Fijo que ya has estado en tu primera, segunda o tercera relación larga y has estado dándole al sexo de todas las maneras posibles que se presuponen fabulosas y deliciosas, dale que dale, para volver a las posiciones clásicas del misionero o ella-encima. Mientras él seguro que te susurra cosas bonitas en el oído sobre amor y pensamientos profundos, dadas las circunstancias eso será lo más sexy del mundo, sin duda.

Y ahí sí se convierte en una opción. Empiezas sola y medio cachonda metiéndote cualquier cosa que más o menos quepa. Inevitablemente esas fantasías no son más que vainilla con canela más que sexo de verdad comparado con lo que puedan tener unos animales de campo. O será casi como apuntarse al culo directamente con un misil, depende de qué uses. La mera idea del sexo anal es más que suficiente para que te corras hasta morir. Después revisarás un poco de porno en busca de respuestas, y le preguntarás a una amiga putilla o a tu colega gay que te dirán que lo adoran y ya estás vendida: sí, el sexo anal no es un sacrilegio, solo es otra barrera más que cruzarás con tu pareja en el duro camino de la convivencia. Ellos te dirán que no hay nada mejor que permitir que alguien se acerque esa parte de tu cuerpo que solo la taza del váter ha visto. Aún así, yo discrepo.

ES COMO CAGAR HACIA ADENTRO
Plantar un pino enorme cuando lo estás deseando es genial, de acuerdo. Ahora toma esa maravillosa y catárquica sensación, multiplícala por un millón ponlo en negativo con un enorme signo menos (-) en negrita muy grande justo delante.

Publicidad

El ojete no es una máquina del tiempo.Tu cavidad anal es finita y tú está introduciendo aún más materia. La capacidad del culo se llena pronto y cansada de que llamen a la puerta, se romperá. Casi irreparablemente. Lo que me lleva al punto número dos. (¡ja ja ja!).

LA PUERTA TRASERA SE ROMPE POR UN TIEMPO

De donde yo soy, hay un viejo dicho que es muy parecido a la expresión española de ver la hierba crecer. Vamos, que "hacer algo insignificante/sinsentido/aburrido/ es como esperar los nueve días que necesita tu esfínter culero para recuperarse".

Una búsqueda rápida en internet me confirma que eso es exactamente cuánto tarda el ano medio en recuperar su estado normal de firmeza, así que, ese es el tiempo que tiene que pasar entre cada encuentro anal. Nueve días.

Este valioso consejo sobre cómo romper culos posiblemente se aleje mucho de los intereses de un artículo que intenta disuadirte de hacerlo, pero mi argumento es: el cuerpo humano tiene un número claramente definido de entradas y salidas. Ya sé que ésto es lo que dirían los cabeza-cuadrada y los homófobos pero no veo porqué esos espacios de la anatomía deberían tocarse..

¿Convencida? ¿Aún no? Pues ésto es lo que significa que te rompan el culo:

CAGARÁS SEMEN

Y ni se te ocurra pensar que será en la intimidad de tu cuarto de baño, en los aseos de la oficina o en un sanitario portátil. Pasará en cualquier momento y mucho después del polvo. Yo he sido testigo de como cambiaba de color la cara de una amiga cuando se daba cuenta de que le había empezado a gotear el culo mientras bailaba en el sofá de un club en Ibiza durante la happy hour. Con el bikini. Pensamos que había sido toda la coca que había puesto pero en realidad había que culpar al pene de su chico.

Publicidad

Los habrá que penséis en usar un condón o algún juguete sexual, aún así, tendrás la sensación constante de que quieres cagar. Especialmente, si eres de esos mutantes propensos a la bulimia, te parecerá una idea de puta madre, pero, y aquí está el quid de la cuestión, en realidad no mola. Afrontarás unas 25 visitas diarias al váter sin ningún resultado más que la nueva sensación de tu recto contrayéndose para nada. Cosa que da bastante mal rollo.

ESE PERVERSO JUEGO DE PODER

Otra amiga, llamémosla  Marlene,  que se da la casualidad de que era mi consejera putilla cuando yo aún era una principiante inocente y que se casó con 21, me soltó esta perla: "me encanta pero no se lo permito todas las veces que apetece. Eres una mujer y el sexo tiene que ser en los términos que tú digas. Tienes que hacer que te lo pidan, que lloren si hace falta,  úsalo solo cuando tengas algo que pedir a cambio que sea muy importante. Como unas vacaciones en yate"

Si aún no ves que es una jodienda, te mereces todo lo peor de este mundo.

LA FALTA DE ESPONTANEIDAD

Para dar el salto definitivo, primero tienes que montártelo todo en la cabeza, una y otra vez, y una vez más por si acaso. Y aún así con todo este trabajo de concienciación y análisis, siento decirte que nunca será como lo has imaginado. Con el sexo anal, no va a pasar que los miembros se deslicen fácilmente dentro de agujeros que han sido diseñados durante miles de años de evolución, no será un  proceso fácil con autolubricación (y ya sé cuantas fantasías habéis tenido penetrando culámenes). Nada te hará agarrarte a la cama fuerte, ni empujar, ni tendrás ningún impulso natural, nada de pasión.

Publicidad

Acéptalo, todo está planificado y los movimientos serán mecánicos y hechos con el poco amor que da una erección y la relativa suavidad vas a sentir por el dolor inminente. Perdona ¿olvidé mencionarlo? VA A DOLER. UN MONTÓN. Y no pruebes con grandes cantidades de sustancias, artificiales u orgánicas, que un cabrón usaría para limpiar tu pelo, tu cuerpo o las sábanas de tu cama. Por favor, no.

Digámoslo sin rodeos, no importan las buenas intenciones de las dos partes. No merece la pena. Imagínalo como una pesada disputa interminable para ponerse el condón como es debido. Y por si fuera poco tendrás que fregotear el puto suelo para quitar los restos de lubricante al acabar. De rodillas.

TU CHICO LUCHARÁ POR RECORDAR TU AGUJERITO PRINCIPAL

El mayor problema es que a ti también te pasará. Una vez él esté dentro, estará muy preocupado por no hacerte daño, o muy abstraído sintiéndose un semental (¡puag!) o puede que ambos; y tú tan atontilada co los apuros de la penetración, que nadie se acordará de la pequeña muñequita llamada vagina y del papel que ha jugado en tantas fiestas.

En cualquier caso, sino consigo que que reconsideres que te peten el culo, espero que sirva para que le prestes la atención que ella necesita, pobre vagina. Tú ya sabes cómo.

Y eso es más o menos todo. Solo quiero añadir que:

NADIE ME HA CONVENCIDO TODAVÍA DE QUE A LOS TÍOS LES GUSTE.

Una vez mi chico me contó que a él también le podría doler. Que las cosas tan tensas no son buenas ni para mí ni para él, pero hace tanto tiempo que no recuerdo exactamente qué me dijo. Aún así quiso hacerlo. Estúpido.

Publicidad

En cualquier caso, no me importa mucho. No soy un tío, soy una tía… Y si tú también lo eres ¿qué tal si nos das tu opinión en los comentarios?

A los lectores gays les diré que siento centrarme fundamentalmente en el sexo hetero pero ya tenéis toda una Guía Vice para ser gay para leer un rato.

Más sexo

~
La Guía VICE para chupar pollas

La Guía VICE para comer coños

La Guía Lésbica para comer coños

La Guía VICE para salir con chicas ricas

~