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Pase y llore

La primera vez, como tragedia; las siguientes, vomitamos

Cómo nuestra clase política ha logrado hacer que vivamos en loop.

Uno de los principales postulados de la Iglesia de los Optimistas es que un día, al comenzar, supone 24 horas de espacio en blanco, un plano de posibilidades que puede usarse como deseemos. Y, ofcors, qué mejor que usarlo para ser felices.

El problema es que en México esa afirmación vale menos que un billete de dos panchólares: aquí no funcionan fórmulas como "hoy es un nuevo día" o "mañana empieza todo de nuevo", debido a un fenómeno (¿atmosférico, tal vez?) que hace que todos los días sean el mismo. Así que tiren sus calendarios, porque gracias a nuestra clase política, la historia se parece cada vez más a un loop.

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Hay muchas pruebas, pero para no deprimirnos, hablemos sólo de dos.

El heredero universal de los basureros defeños, Cuauhtémoc Gutiérrez, fue exonerado por el IEDF. Esto quiere decir que el dinero que esa dependencia (Insituto Electoral del Distrito Federal) le dio al partido en la capital no fue usado para algo malo, como pagar favores sexuales a empleadas disfrazadas de secres, o al menos no tienen pruebas de eso: "yo nunca lo he visto coger. Bueno, una vez lo vi, pero no me consta que les pagara. O al menos, que fuera con dinero público. ¿A ustedes les consta?", etc.

El asunto ya había pasado por la Procu del DF, que se hizo graciosamente a un lado porque, alegó, tampoco vio que pasara nada malo ahí. En todo caso, dicen, era responsabilidad de las víctimas llegar a las instalaciones de la PGJ y caminar frente a polis, que ese día andaban dándole vuelo a la paranoia, sacándole fotos a todo mundo, a lo largo de pasillos llenos de finísimos burócratas de la justicia, para acusar a uno de los caciques más espesos de la ciudad y, de paso, admitir frente a personal del ministerio público que cogieron con ese ser humano:

Gracias a las bendiciones recibidas, hoy Cuauhtémoc Gutiérrez está listo para seguir trabajando por el bien del país. Esa parte de nuestra historia ya había sucedido, con protagonistas más o menos gordos (bueno, de hecho, han sido casi uniformemente menos gordos). Hoy sólo se refritea el tocino.

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La segunda prueba es la "pérdida" (ya sabemos que el dinero no se crea ni se destruye, sólo cambia de mano) de 15 mil millones de pesos que habían estado en los fondos del sindicato ferrocarilero, destinados a pagar pensiones y seguro de vida de sus trabajadores.

Ya Víctor Flores, dirigente del sindicato, dijo que no lo molesten porque quien realiza los pagos es Nacional Financiera y ahora se ha retrasado. Así, mientras el señor charro gana tiempo con la vieja técnica ninja de hacerce güey, la ampolla mediática puede irse desinflamando y él sigue dedicándose a lo suyo:

Esto también ya había sucedido tantas veces, que es casi una ley de la naturaleza. Y no se necesita hacer un gran ejercicio de memoria, porque la última ocasión es reciente: antes de completar el planchado de las Leyes Secundarias de la Reforma Energética (MAMADA, por sus siglas), nos hicieron saber que había un detalle pendiente. Pemex y la CFE arrastraban una deuda interna ("pasivos laborales") que sumada, daba casi 2 billones de pesos (un dos y doce ceros; favor de no confundir con los "billones" gringos).

Todo mundo en el congreso y en los respectivos sindicatos se dijo muy confundido, que no sabemos cómo sucedió, que qué cosas. Pero total, lo mejor que puede hacerse es trasladar esa deuda al sector público y ahora todos la vamos a pagar, de acuerdo a la decisión de los legisladores. La cifra de la que estamos hablando es más del doble que la del célebre Fobaproa noventero, que es otra de las ocasiones en que esto mismo había sucedido. Es decir, la historia se repite, pero ahora en 3D y sin roqueseñal.

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Supongamos que don Flores cae de la gracia de la corte PRI-Gobierno Federal y se le prepara su sesión personal de circo romano, seguida de una indagatoria judicial. Podría pensarse que con eso se lograría una pequeña victoria de la justicia y que no puede ser tan malo que se mande a la jaula a uno de los tantos líderes que han contribuido a la corrupción corporativa y al saqueo de sus sindicatos, y así sucesivamente.

Y sí, pensaría que algo hay de razón en eso, si no fuera porque tengo presente el ejemplo de otro de los días en que eso mismo ha sucedido: la emboscada que le tendieron a Elba Esther. Me explico: tengo pocas dudas acerca de la honestidad con que la Gordillo encabezó su sindicato (es decir, de la falta de la misma), pero da la impresión de que todo se arregló con que ella quedara en el bote.

¿Debemos creer que ella actuaba sola, que no había una estructura en torno a ella de la cual se beneficiara alguien más? Sobre todo, no parece lógico que todas las cuotas y moches y sobornos que manejaba (¿maneja?) el SNTE terminaran en manos de "la Maestra" (ni siquiera de su familia, porque ella sigue siendo la única procesada).

Lo mismo va para el caso de los sindicatos ferrocarilero, petrolero y elctricista, ni modo que los dirigentes sean capaces de acaparar cada peso desviado. Ya sé que Romero Deschamps seguramente come trufas diario y caga ferraris, pero a veces lo hacen pasar por el Mario Aburto o el Lee Harvey Oswald del petróleo.

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Dicho de otra forma, qué padre si meten al bote a cualquiera de esos flores o romeros o ejecutivos bancarios (éstos caen a los ceresos todavía menos seguido que los charros; por cierto, ¿se acuerdan de cuando los bancos se [pusieron a jugar a la bolsa de valores con la lana de las afores](http:// http://www.jornada.unam.mx/2013/06/23/economia/023n1eco)? ). Pero no nos ganamos mucho si de todos modos el desmadre que dejan atrás se convierte en deuda pública. Por lo menos, estaría padre saber dónde quedó la lana, aunque sea para quitarnos el pendiente.

Cada amanecer de nuestro Groundhog Day nacional por lo menos nos quita la ansiedad de saber qué pasará, porque eso ya lo sabemos. El problema es que a cada nueva vuelta, la náusea es mayor. Si no me creen, vuelvan a ver esta obra maestra de la recurrencia vomitiva:

El propósito es verlo entero, para que la ejemplificación sea perfecta. Aunque comprendo si no lo logran y tienen que darle pausa. Lo que no comprendo con tanta facilidad es por qué no hemos hecho lo mismo con nuestro loop nacional.

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