FYI.

This story is over 5 years old.

18+

Las chicas nos cuentan cómo se masturban

Desde porno y fantasías irreales hasta mangueras y dildos gigantes: le preguntamos a varias chicas sus secretos al momento de darse placer.

Aquí tenemos una imagen genérica de una mujer fingiendo un orgasmo. Todas las fotos vía Shuttershock.

Tal vez las chicas no hablemos tanto de la masturbación como los chicos, pero eso no significa que no nos guste frotarnos allí abajito de vez en cuando. De hecho, lo que significa es que no creemos que todos los güeyes del bar tengan que saber los detalles de cómo estuvo "la pinche dedeada de anoche", así que nos lo guardamos o lo hablamos en grupitos que no consisten en 10 güeyes de ventas y 5 de producción.

Publicidad

Claro que toda esta reticencia significa que terminamos hablando de este tipo de cosas con un grupo relativamente pequeño de calientotas. Y considerando que hay muchas, muchas formas en las que una señorita puede prenderse, creímos que quizá estábamos olvidando algunas técnicas invaluables o simplemente alguna información que no supiéramos.

Teníamos curiosidad de saber exactamente de qué nos estábamos perdiendo, así que le pedimos a algunas chicas que nos educaran. Cada párrafo pertenece a una chica diferente y todas quisieron permanecer anónimas porque no querían que cualquiera que googleara su nombre encontrara la frase: "En general pienso en cosas como andar en patineta en una nube y de repente caer en la verga de un desconocido".


Relacionados: Instructivo para masturbarte con un jengibre y retorcerte de placer


"Soy muy fan del porno. Me encantan todas las películas de Stoya. Casi siempre veo videos de PornHub porque es lo más fácil. No tienes que descargar nada. Aún así puedes tardar un rato en encontrar algo bueno. A veces los actores son súper asquerosos o la descripción es una completa mentira, o así. En cuanto a categorías, me gustan las cosas que yo no haría, como los juguetes (no tengo ninguno), las lesbianas (me gustan los hombres) y los tríos (lo he intentado, pero no es lo mío). La ejecución no es del todo espectacular: tan sólo uso mi mano. Como dije, no tengo vibradores ni nada así. Por más triste que suene, sólo pienso en la persona que me guste en ese momento".

Publicidad

"Cuando tenía 15 mi mejor amiga me contó de los méritos de las mangueras de regadera y desarrollé un gran gusto por ellas. Así que básicamente son lo único que uso. He usado otras cosas, pero creo que los dildos son muy feos y planos. Como que les falta imaginación, ¿no?"

"Supongo que lo hago como todas, con la mano, ¿no? Cuando tenía 17 mi mejor amiga y yo compramos cada una un vibrador; habíamos escuchado que eso es lo que se hace cuando eres adulta. Lo probé y para mí fue muy raro. De hecho terminé tirándolo. Después me regalaron otro. Tenía un cachito especial que estimulaba el clítoris. Eso fue increíble. Cambió mi percepción de los vibradores. De hecho una vez me compré un dildo enorme por pura curiosidad. No fue tan sexy, sólo era enorme".

"La verdad, los vibradores no me prenden. No necesito tener algo adentro para llegar. Pueden ser muy divertidos con tu pareja, pero mi mano es más que suficiente cuando estoy sola. Por alguna razón siempre uso la mano izquierda a pesar de que soy diestra. No sé por qué. No creo que las mujeres tengan la misma necesidad de llegar que los hombres. Pero sí debo admitir que a veces tengo que hacerlo. Es raro, pero pasa. El porno es bueno; a veces veo cosas que nunca intentaría. Muchas veces sólo uso la imaginación. Me gusta usar la manguera de la regadera, pero tiene que ser la correcta. Cuando encuentras la correcta, es el mejor invento del planeta. Varía mucho qué tan frecuente me masturbo. Si me paso, por decir, un domingo entero en cama, podría hacerlo unas tres veces. A veces, si tuve una semana estresante, no lo hago ni una vez".

Publicidad

"La primera vez que me masturbé fue sin querer. Tenía 11 años y estaba en la alberca con una amiga. En realidad no sé qué pasó pero desde entonces me volví fan del agua. Regaderas, albercas… básicamente agua en movimiento. Las mangueras de regadera definitivamente son lo mejor, pero hace algunos años me puse muy paranoica pensando que el constante flujo de agua le quitaría sensibilidad a mi vagina, así que las dejé. Me encantan, pero no tengo ganas de quedarme con una pepa paralizada. Hoy en día dependo de mis aburridos dedos. En general pienso en cosas como andar en patineta en una nube y de repente caer en la verga de un desconocido, de un güey que resultó estarme esperando con una enorme erección".


Relacionados: La primera vez que tragué semen


"Siempre debo tener una imagen en mente para darme placer. Imaginar al güey más sexy del mundo en realidad no es suficiente. Obviamente el porno es lo mejor, pero todo ese monótono mete-saca no me hace ni cosquillas. Para mí, el manga y los cómics son más eróticos. Siento como si me estuvieran diciendo cosas sucias; me prende mucho. Si tengo el material adecuado no importa si estoy parada o acostada. Y ciertamente no me toma mucho tiempo. A veces puede pasar muy rápido. Si pudiera llegar así durante el sexo, creo que felizmente diría que mi vida es perfecta".

"No me masturbo tan seguido. Pero cuando lo hago, se siente como si fuera súper necesario. Casi siempre es cuando no he cogido en días o cuando estoy peligrosamente cachonda. A veces lo hago cuando estoy aburrida. Para ser honesta no soy del tipo de chica que necesita meterse un gigantesco dildo en cada hoyo del cuerpo. Una vez me regalaron un dildo de cumpleaños, pero en realidad sólo está acumulando polvo en un cajón. Cuando me dedeo casi siempre pienso en tipos que me gustan. Si es una emergencia más grave, veo porno, generalmente algo con sexo oral. Sé exactamente qué botones presionar para llegar rápido".

"Empecé a masturbarme a los 13. Estábamos en un paseo escolar y un niño me explicó los placeres del clítoris. Lo hice bien y eso ocasionó años de intensa masturbación. Lo hice por varias razones: aburrimiento, para romper mi propio récord, etcétera. En ese entonces me gustaba verme haciéndolo y exhibirme en Skype y otros videochats. Tengo una historia muy penosa que involucra a la cámara familiar. No me encanta la estimulación vaginal, lo mío es el clítoris. Para mí usar un vibrador requiere demasiado tiempo y simplemente no me prende. A veces, si me echo unas líneas o algo, mi autoestima está fuera de control y mis gustos terminan llevándome a los lugares más extraños. El porno que me gusta es sobre todo de las dinámicas de poder entre el hombre y la mujer, especialmente cuando el hombre es más fuerte o tiene una posición de poder. Ya sea una niñera, una tutora o lo que sea, si hay dinámicas de poder, hay una gran posibilidad de que no dure más de un minuto".