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Cultură

¿Las mujeres deberían faltar al trabajo cuando les está bajando?

Es destacable que las mayoría de personas que hablan a favor del permiso menstrual, son hombres que no tienen idea de qué se trata tener la regla.

La menstruación es una de esas excusas que las mujeres usamos para zafarnos de las cosas: "¿Puedo faltar a clase de educación física? Es que tengo cólico". "No puedo coger contigo hoy… me está bajando". "¡Perdón, estoy encabronada porque ando en mis días!"

Esta excusa es un as bajo la manga porque: A) funciona para casi todas las situaciones y B) es imposible, o al menos maleducado, verificar si una mujer está o no menstruando (claro que esto sólo ocurre en nuestra burbuja clasemediera, porque en las maquiladoras de Latinoamérica se ejercen prácticas ilegales por parte de los patrones, donde millones de mujeres tienen que demostrar cada mes [o sea, enseñar sus toallas sanitarias usadas] que no están embarazadas, y que podrán mantener su trabajo otro mes más; porque cuando la regla falta, es posible que haya embarazo y que las empresas paguen seguro médico y tres meses para que la madre esté con su bebé). Pero volvamos a nuestra burbuja, la excusa de la regla es tan útil que, según una ​encuesta de Counsel & Health, el 38 por ciento de las mujeres mienten y usan la regla como una excusa.

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No sorprende, entonces, que actualmente exista un debate sobre la posibilidad de que las mujeres se ausenten del trabajo durante sus días de periodo. La semana pasada, Gedis Grudz​ins​kas, un ginecólogo londinense, dijo que las empresas deberían ofrecerle a las mujeres unos "días menstruales libres pagados".

"Algunas mujeres se sienten sucias cuando menstrúan", dijo en una entrevista con el ​Daily Mail. "Ir al trabajo es todo un esfuerzo y pueden sentirse repugnantes".

Ir al trabajo es una lucha diaria para mí, pero me conformaría con un pase libre para los días en que esté sangrando (o los días en que diga que estoy sangrando). De acuerdo con la recomendación del doctor Grudzinskas, las mujeres deberían obtener unos días de "permiso menstrual", pero no considerándolas enfermas porque, después de todo, la regla no es un enfermedad.

Gloria Stein​em, periodista feminista, hizo un llamado parecido en 1978 cuando planteó una teoría sobre lo que sucedería ​si los hombres menstruaran, e incluyó una investigación sobre los cólicos que sufrirían y lo que harían para evitar "las horas perdidas de trabajo mensuales a causa del periodo, entre los más poderosos". Pero, antes de eso, el permiso menstrual fue establecido como una política en algunos países de Asía: en Japón existe una ley que requiere que los empleadores permitan que las mujeres dejen el trabajo si están "sufriendo" el periodo; en Taiwán se les da una licencia de tres días anuales; en Indonesia, el permiso se extiende a dos días por mes; en Corea del Sur se les da un día al mes. Una política menstrual también fue debatida (y rechazada) el año pasado en Rusia. Un político (hombre, de hecho) argumentaba que "el dolor a veces es tan intenso que es necesario llamar a una ambulancia".

No pude encontrar ninguna estadística sobre mujeres que entren a urgencias por dolores menstruales, pero un ​estudio confirma que "el dolor puede ser tan severo que puede interferir con las actividades diarias en el veinte por ciento de las mujeres".

Ya puedo oír a los activistas de derechos de los hombres lamentándose sobre cómo se comete una injusticia por darle privilegios a las mujeres y su política menstrual. Pero también es destacable que las mayoría de personas que hablan a favor del permiso menstrual, son hombres (incluyendo al doctor Grudzinskas), que no tienen idea de qué se trata que te baje.

Como mujer, nunca lo confesaría. Si realmente sabrían cómo son esos pocos días en el mes, no usaría la regla como una excusa para librarme de cualquier cosa.

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