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Post-identitario

Post-Identitario: Las personas trans no viven mucho

Una lista incompleta de los casos de homicidios o violencia por transfobia que han sucedido en este año.

"Bullying", palabra supuestamente nueva, pero realmente es odio tipificado. Foto vía Flickr, trixer

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"Neta no te puedo dar follow porque alguien vería que tengo gente trans en Twitter" - desconocido, sobre por qué no lo voy a poder saludar online.

Me caga el clóset. El hecho de otorgarle a un tercero el poder de mi felicidad es una decisión moral e intelectualmente corrupta. Es discriminarse a uno mismo antes de que cualquier otra persona lo haga. Siempre he considerado que el "no decir" va de la mano con ver cómo le dan en la madre a un amigo y no decir nada.

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Voy a explicar por qué me llega esto al corazón. Darle importancia al clóset empodera a las personas que nos discriminan. Es como aquel sujeto que discrimina sin razón sólo porque creció con esa educación.

Les comparto la historia de mi amiga Luisa, de 17 años. Parte de una familia conservadora e hija "para" su familia. De pequeña entregada al sueño imposible de ser la luz de sus padres. Luisa estudió donde la pusieron, se especializó en lo que le pidieron y se enamoró de quien le permitieron.

Y si esto no suena absurdo, Luisa también se adaptó al cuerpo que sus papás le dieron. Y por "le dieron" no me refiero a su configuración genética, sino que Luisa se sometió a una serie de cirugías cosméticas para mantener su figura y su imagen. Justo como sus papás se lo pidieron.

Aún si existe el argumento familiar de "¿Cómo me la irán a maltratar en la escuela si llega y está gordita?", no se acepta. Para aquellos que estén del lado de la familia les pregunto lo siguiente: ¿Por qué maltratar a alguien en la escuela que resulta que sí está gordita? El clóset es un vicio que llega de familia. Todos nacemos ateos e incluyentes.

¿Y si no se trata de alguien gordito sino de alguien LGBT? Leelah Alcorn se quitó la vida por su imposibilidad de vivirla a su manera.

Digamos que, indebidamente, se permitiera la existencia de la violencia por transfobia. En este caso la lógica dicta que es un acto se lleva a cabo por una reacción emocional pero, ¿por qué llevarla tan lejos?

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Algo traemos nosotros los que atravesamos el genero que impulsa a nuestro grupo de "antifans" a no sólo comunicar su disgusto sino también a manifestar su miedo con golpizas y a veces hasta quitarnos la vida a pedradas y como si no fuera suficiente, luego es tristemente común que busquen querer quemar nuestros cuerpos.

Estamos en pleno 2015 y las cosas siguen siendo rudas cuando se trata de violencia. México tiene el segundo lugar a nivel mundial en estadísticas de crímenes de odio por trans y homofobia, pero en general se reportan más de 250 casos de homicidio por año de personas transgenero a nivel mundial. Esto equivale estadísticamente a más de un asesinato transgenerista cada lunes, miércoles y todo el fin de semana más uno obligatoriamente cada festivo.

Agnes Torres, asesinada a golpes, degollada, quemada y arrojada a un barranco a orillas de la ciudad de Puebla. Foto por Jaime Romay.

A continuación les comparto una lista incompleta de los casos de homicidios o violencia por transfobia que han sucedido en este año y dos durante el pasado.

En ningún orden en particular:

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Y dos casos que quiero recordar además de estos:

  • María Diaz, actriz española quien no es transgénero, travesti o transexual e igual recibió una golpiza al ser confundida por transexual por parte de unos hinchas del Real Oviedo, en España.
  • Agnes Torres, quien se necesito que fuera golpeada, apedreada y degollada en Puebla antes que se tomara en cuenta la urgencia y necesidad de legislar a favor de la diversidad sexual y de género y de que el odio se tipifique como una agravante en este y otros tipos de asesinatos.

Recuerden que entre complicaciones médicas, suicidios y homicidios, se estima la tasa de mortalidad transgenerista es de más del 60%. Sólo por ponerlo de otro modo: dos tercios de la gente trans muere.

Sergio Urrego, a quien le fue imposible llevar una vida gay en Colombia a causa de la homofobia. Se suicidó a los 16 años.

Hay tanta injusticia, que incluso existen leyes que defienden el "pánico trans" donde, si asesinas a alguien transgénero o LGBT, es posible que algunos jurados consideren argumentar una condición temporal demente adjunta al pánico de descubrir que alguien es transgénero.

Todo es por otorgarle poder sobre ti a terceros. No por lo que ellos te impongan, sino por lo que tu aceptas en imposición. El clóset es el mejor modo de no pensar y ahí es donde viven los demonios. Cada que alguien LGBT me diga que la pasa del nabo, la primera persona a la que culpo por ello es a él o a ella misma por callar.

@OphCourse