FYI.

This story is over 5 years old.

Cultură

Lo que las chicas deben de saber sobre orinar al aire libre

Es la mejor opción cuando la fila del baño siempre es jodidamente kilométrica.

Cuando nos ofrecieron pases de prensa para otro festival al aire libre nos pusimos a hacer seriamente una lista de pros y contras. Estos festivales de música que duran todo el día siempre son cosa de suerte: te puede tocar ver un grupo que te gusta en medio de diez mil personas sucias y sudorosas, o puede que te la pases chingón. Si tienes suerte, incluso puedes descubrir algún grupo que no sea una completa mierda, empedar un poco después de algunas (bastantes) cervezas y deshidratarte, y si tienes mucha, mucha suerte, conseguir que te hagan una una puñeta detrás de una carpa de propaganda de alguna ridícula marca de refrescos. Si no tienes suerte, el escenario se caerá y te matará, o todo el festival se convertirá en un infierno. Por supuesto, algo con lo que siempre puedes contar es que ir al baño será una odisea. Especialmente para nosotras, las chicas. Todo el mundo sabe que el problema que tienen las chicas con eso de mear en público –no sólo en los conciertos– es que la fila del baño siempre es jodidamente kilométrica. Es triste que algo tan natural y bonito como el acto de orinar se convierta en un inconveniente para las hembras, especialmente en un lugar donde todo el mundo está bebiendo continuamente y mear se vuelve inevitable. Sin embargo, lo que muchas de nosotras ya debemos saber es que las mujeres seguras de sí mismas se han estado escabullendo en los bosques para mear desde hace siglos y, chicas, ya es hora de que todas nos expongamos al mundo de las “meadas libres”. Consideren lo siguiente: SANIRENT MANDA
Para empezar, no abogo por la anarquía urinaria. Cuando encuentres un baño portátil tipo Sanirent, haz buen uso de él. Mea como si no hubiera un mañana. ¡Qué diablos! Orina sangre si hace falta, vacía tu copa menstrual, reacomoda los calcetines que llevas en el brasier, mastúrbate, restrégate contra la taza del baño, lo que sea. Usa la privacidad mientras puedas y agradece que no estés en medio de una muchedumbre que solo se sabe la mitad de esa canción de Gotye pero aún así insiste en cantarla. NO PASA NADA POR MEAR EN EL BOSQUE
Las mujeres, en general, y especialmente las mujeres que han nacido y se han criado en ciudades, tienen mucho que aprender en cuanto a mear como Dios manda en el bosque. Y por “el bosque” me refiero a estacionamientos, callejones, paradas de autobús, bancos y casi cualquier lugar público donde los tipos también mean frecuentemente. El mito de que las chicas no pueden orinar en la calle es obviamente falso. He aquí la verdad: para que una chica mee en la calle no necesita nada más que una vagina, piernas, un rincón privado que haga un poco de sombra y una planta decorativa que la mire mientras se menea un poco para sacudir las últimas gotas. No hay nada en la anatomía femenina que no permita a las mujeres mear en la calle. Ambos sexos lo hacen diferente. Sólo eso. LUGAR
Mientras buscas tu lugar secreto, camina con un objetivo fijo y no pierdas el tiempo. Busca áreas bien protegidas que no estén muy lejos del camino. Los arbustos son ideales porque te puedes agachar y esconder mientras haces lo que tengas que hacer. Además, te permiten emerger rápido, de forma elegante y segura. Tres paredes de seguridad son lo mejor, pero solo con dos también te las puedes arreglar. Recuerda que también puedes usar tu ropa como barrera, a veces es tan efectivo que te puedes construir tu propio compartimento. Las faldas son lo mejor para mear en la calle, pero los shorts también están bien. O, si eres muy cool, no lleves ni calzones. TÉCNICA
Vamos, chicas, ¡a hacer sentadillas y cuadriceps! Dobla las rodillas, baja el culo y ¡voilà! Agáchate tan cerca del suelo como puedas para minimizar el efecto spray y el ruido. Un último consejo, y éste es importante: apunta lejos de tus pies. LÍMPIATE
Haz un poco de efecto epilepsia y sacúdete. No muy violento, ¡si no te caerás para atrás! Si eso te hace sentir incómoda o insegura, intenta tomar a alguna rama, pero vigila que no sea nada venenoso. Si te orinas los pies, simplemente restrégalos un poco contra algo absorbente. Si no encuentras nada, igualmente ya se habrá secado mientras buscabas, así que ya está. Ahora haz como que no ha pasado nada. Es tu pequeño secreto. EL BAÑO DE LOS CHICOS
Mi filosofía personal sobre la pipí y la libertad, es que orinar es biológicamente necesario, y mientras me siga comportando razonablemente y con un respeto genuino, ningún puto letrero va a conseguir que no entre en un baño, sea cual sea, cuando me estoy meando. Si no hay fila en el baño de los chicos y sientes que tu uretra está a punto de explotar, hazle el favor de no ser autodestructiva sólo por no pasar un poco de vergüenza. Una vez dicho esto, el baño de los chicos sólo es una opción cuando los que te rodean no son violadores. ¿Qué cómo lo sabrás? Pues supongo que deberás tener fe en la raza humana. Después de eso, ya es cuestión de suerte. ORINAR EN PÚBLICO Y LA LEY
Los países del primer mundo tienden a creer que los países del tercer mundo lo tienen difícil en lo que se refiere a la libertad personal, pero en realidad, ellos tienen bastante más libertad que los demás. Imagina la sensación de independencia que se siente al bajarse los pantalones en medio de la calle y cagar donde y cuando a uno le dé la gana. En los Estados Unidos, sin embargo, se vive una sociedad controlada por la policía, la cual impone que orinar en público es vergonzoso, sucio y asqueroso. Los polis ponen multas por orinar en público cada dos por tres, debido a que es “obsceno”, y eso es una verdadera pena porque, a menudo, mear en público es una necesidad, no un placer. No tienes que haberte graduado en derecho para saber que está mal que el gobierno haga que una necesidad humana sea ilegal. En el Reino Unido, un juez ordenó recientemente que orinar en público no es una molestia pública si nadie lo ve, lo cual parece no sólo razonable sino también bastante chingón. Lo que deberíamos practicar es el respeto. Respeto hacia nosotros mismos y hacia las meadas. Jo, creo que tomé demasiadas drogas el fin de semana pasado. Más artículos sobre orines:

Encontramos un calabozo de meados en un bar