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Los coleccionistas de reliquias nazis de Instagram

En el lado oscuro de Instagram los nostálgicos del nazismo comercian con parafernalia alemana de la Segunda Guerra Mundial.

Imagen vía Instagram.

Instagram es como las cocinas de esas cantinas que tanto le gustan actualmente a los defensores de la autenticidad: basta rascar un poco en la superficie para que empiece a salir mierda. Cuando sorteas las trampas de su cara más amable, aquella que pretende engatusarte con comida, mascotas y paisajes bucólicos, cuando has dejado atrás cientos de fotos espléndidas en las que se mastica felicidad y alegría de vivir, es cuando la aplicación empieza a tener sentido. Si entras en Instagram buscando cosas morbosas, las encontrarás, tan solo se necesita predisposición y un poco de paciencia para obtener la recompensa. Y el otro día, durante un aburrido viaje hasta el trabajo, fui a parar al perfil de un coleccionista de memorabilia de la Segunda Guerra Mundial. Bueno, lo que mostraba en sus fotos mayoritariamente eran reliquias nazis.

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Me llamó la atención el hecho de que tuviera a la venta parte de su material y utilizara Instagram para establecer contactos y realizar transacciones. Por supuesto me enganché al tema y empecé a buscar perfiles parecidos sin saber muy bien por dónde me estaba moviendo. El caso es que eBay prohibió hace ya tiempo que en su página se pueda vender memorabilia nazi. Alguna cosa anda suelta por ahí, sobre todo monedas, pero su filtro es lo suficientemente riguroso como para que sea difícil llevar a cabo compra-venta de este tipo de productos. Hay protección al respecto, por si las moscas. De hecho, también las casas de subastas más relevantes se han autoimpuesto el veto a poner al alcance del público ítems relacionados con el nazismo, por mucho valor económico e histórico que puedan tener. Así que los coleccionistas han tenido que buscarse la vida en rutas alternativas: foros, páginas de Facebook y ahora también Instagram. Y sin censura ni prohibiciones. O eso creo.

Imagen vía Instagram.

Por lo que entiendo te puedes disfrazar de general nazi y hacerte una selfie subido a una réplica a escala real de un Panzer alemán sin que ocurra nada; mientras no enseñes un pezón o el pene no habrá ningún problema. Aun así, y por si acaso, he apreciado que una constante en los perfiles de coleccionistas que habitan por aquí es su empeño en dejar claro al visitante que no simpatizan con el nazismo y que no se trata de un perfil dedicado a ensalzar la línea política e ideológica nazi.

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Es un aviso para navegantes, básicamente un importante núcleo de población que muchas veces no quiere o no sabe discernir entre militancia y simple fascinación estética, militar o histórica, pero también, imagino, una declaración de intenciones para evitar que alguien los denuncie o que IG les cierre el changarro. A ojos de la gran masa, todos ellos se mueven en la delgada línea roja entre el valor documental de las piezas que muestran y el ensalzamiento puro y duro. Y acostumbra a penalizarse, como le ocurrió recientemente al ex jugador de béisbol y comentarista deportivo Curt Schilling al descubrirse la notoria colección de uniformes de las SS y otras piezas arqueológicas que decoraban su casa.

A mí me parece un sórdido pero irresistible paseo por las catacumbas de la historia, un viaje atractivo y peligroso, que puede herir sensibilidades, y que, expuesto en una aplicación como Instagram, cobra una dimensión aún más tenebrosa y perturbadora. Llegué por casualidad a @GERMANMILITARIA1914TO1945 y ahí empezó todo. Este tipo apenas ha subido 30 fotos, y lleva inactivo desde hace casi dos meses, pero el material que exhibe no deja lugar a dudas. Hebillas, condecoraciones, cascos e incluso algunos uniformes, desconozco si originales o buenas réplicas, decoran una galería que me sirvió de puerta de entrada para una pequeña pero intercomunicada red de fetichistas de las reliquias militares.

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Todos son amigos entre ellos, cuando menos virtualmente, y se conocen. Por ejemplo, @thirdreich_relics, que también va al grano y no está para tonterías: mucha medalla, mucha insignia, algunas primeras ediciones del "Mein Kampf", placas o incluso cuchillos decoran su IG. De la misma manera que me he encontrado con muchos perfiles interesados en la Segunda Guerra Mundial como concepto, lo que lleva a sus protagonistas a acumular piezas de los dos bandos indistintamente, en este caso en concreto la cosa va más allá: además de todo ese muestrario nazi se incluyen ítems de coleccionista de Mussolini o de Falange.

Imagen vía instagram.

A medida que vas metiéndote más en el fango, las sospechas y las reticencias se incrementan considerablemente. Por ejemplo, @_WWII_MILITARIA es un croata que combina objetos de su colección con fotos de archivo. Así, entre más insignias, pins, Lugers o esvásticas originales te topas con fotos de serbios decapitados por miembros de la Ustaše, fotos hechas en armerías o memes de contenido militar. Este, como todos los demás, insiste en que no se tolerarán comentarios racistas o proclamas fascistas en su perfil, pero no sabes hasta qué punto es cierto o si, por el contrario, se trata de pura palabrería para no incomodar, una cuota que debes pagar para que no te denuncien.

En la duda permanente sobre dónde has ido a parar y con qué clase de personaje estás tratando estriba uno de los encantos más macabros de este viaje a las profundidades de Instagram. Misma sensación de incertidumbre experimenté al llegar a @WW2WEAPONS_AND_MILITARIA , propietario de una de las colecciones más completas de toda la aplicación. Especializado en armas de fuego y cascos, el tipo ha montado una exposición en su casa que provoca tanta curiosidad como nerviosismo. Sobre todo porque incluso llega a incluir videos para que veamos en primera persona cómo tiene organizados sus objetos. Y por medio, alguna foto de su hijo pequeño.

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Ese mismo discurso de tolerancia cero con los simpatizantes del Tercer Reich es el que preside la biografía de @german_relics, claramente uno de los más serios y profesionalizados con los que me crucé en mi exploración. Lo avalan casi 5,000 seguidores y más de 700 fotos. Y se nota.

En este perfil predomina la labor arqueológica, sobre todo porque su autor, neerlandés, para más señas, forma parte de expediciones dedicadas a encontrar, desenterrar y restaurar todo tipo de reliquias del ejercito nazi desperdigadas por Holanda. Su catálogo de hallazgos no es tan efectista ni contundente visualmente, pero con toda probabilidad sea el que más curiosidad histórica despierta de todos ellos. @RZM_MILITARIA se autodefine como la primera cuenta de Instagram dedicada al intercambio de reliquias de la Segunda Guerra Mundial. Ya será menos. En cualquier caso nos ofrece un menú variado en que destaca la presencia de documentos o pasaportes originales, pero poca cosa más. No es muy activo y, por lo que se entiende, su colección no es especialmente llamativa.

Imagen vía Instagram.

Por último, y me lo he dejado para el final expresamente obviando muchos otros perfiles que no hubieran aportado mucho más al artículo, acabé llegando a la cuenta de @DR.SAHLIN.SWEDEN. Lo que me sorprendió al recalar en la galería de este tipo fue el hecho de que en su descripción pasara por completo de dejar claro que no comparte ni simpatiza con la ideología ni las acciones del régimen. Me sorprendió porque todos los demás lo hacen de forma explícita; este, en cambio, se describe como coleccionista de la Segunda Guerra Mundial, a secas.

Y sí, en efecto, su perfil está repleto de piezas e ítems curiosos, desde medallas a pasaportes, pasando por insignias, documentos oficiales o incluso botellas de vino con fotos y dibujos de los capos nazis. El problema es que más allá de mostrar su colección también incluye memes e imágenes de notorio y contundente humor negro nazi. La más explícita acompaña la imagen de una etiqueta de gas Zyklon con los hashtags #summer #breeze y, faltaría más, entra en otra categoría mucho más explícita y discutible que la del coleccionismo militar y la obsesión por la historia. Ojo dónde nos metemos. Como les decía el sargento Phil Esterhaus a sus oficiales antes de empezar la patrulla, "tengan cuidado ahí fuera".