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Los demonios del deporte

El futbol también lucha por lograr un estado palestino

Los palestinos le van al FC Barcelona porque identifican la opresión de España sobre Catalunya, con la que Israel ejerce sobre ellos.

El pasado fin de semana hubo varias cosas de qué preocuparse, ya sea la Liguilla del futbol mexicano, que Fernando Alonso sigue sin poder ganar la Fórmula 1, el cierre de la Cumbre Iberoamericana en Cádiz que no sirvió para nada o que en Israel la situación esté al borde de una guerra en la región. Y te preguntarás ¿cómo será la vida pambolera en la Franja de Gaza? ¿Jugarán cascaritas en la calle? ¿Tendrán ligas propias? ¿Les interesa el futbol mundial? Seguro te vale madre, pero yo te lo voy a contar.

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Resulta que la FIFA tiene 209 asociaciones nacionales afiliadas, eso es más que la ONU, que sólo tiene 193.  ¿Cómo es que hay más países jugando futbol que en el interés social mundial de la ONU? La FIFA tiene la gracia de reconocer ciertos territorios o naciones que nos son estados como el clásico caso de Inglaterra, Escocia e Irlanda, que ante la ONU son sencillamente Gran Bretaña. Pero incluso hay casos donde están reconocidos naciones que ni si quiera tienen un territorio debidamente delimitado como Palestina. Palestina contempla Cisjordania y Franja de Gaza, que medio sobreviven a los costados de Israel.

No soy historiador ni politólogo así que no me responsabilizo de las tonterías que pueda decir con respecto a la historia, y verdadera justicia de los pueblos judíos y árabes. Pero como siempre les voy a contar cómo el futbol realmente une y separa el mundo al mismo tiempo.

La Federación de Futbol de Palestina existe desde 1952 y está registrada ante la FIFA desde 1998 cuando se conformó la Autoridad Nacional Palestina (organismo de observación ante la ONU). Palestina juega eliminatorias para el mundial dentro de la confederación asiática y además existen dos ligas mayores, por no decir profesionales, una para Cisjordania y otra para la Franja de Gaza.

El futbol palestino está fuertemente marcado por el conflicto con Israel. Al ser Israel quien controla las entradas y salidas de gente de los territorios palestinos, los jugadores se enfrentan a muchos problemas para poder llevar una vida normal de futbolista, e incluso, de representar a la nación palestina en partidos en el extranjero. La solución a este problema es reclutar jugadores de ascendencia palestina y participar en los juegos fuera de Palestina, por esta razón hay dos selecciones: la que juega en casa y la que juega fuera, ya que igual para los jugadores de ascendencia palestina es muy difícil conseguir entrar a los territorios palestinos. Existen documentales sobre el tema y la BBC muestra esa dificultad de tener jugadores locales y de la diáspora.

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Hay cientos de historias detrás de esta lucha. No sólo la admiración de poder llevar a cabo vidas normales de futbolistas en los territorios bajo las constantes amenazas de misiles o ataques, sino también el esfuerzo del papeleo y procesos vergonzosos para poder salir a representar la nación en juegos de visita. Peor aún: historias de jugadores que han sido víctimas de los ataques, perdiendo sus familias, sus casas o sus propias vidas como Falasteen Al-Ryadi entre otros. Hasta el ex directivo de la federación como Mahmoud Sarsak, fue acusado de pertenecer a facciones yihadistas y detenido durante tres años hasta que, después de una huelga de hambre y presiones del mismo presidente de la FIFA, Joseph Blatter, fue liberado el pasado julio del 2012.

Mahmoud Sarsak protagonizó una historia peculiar del conflicto Palestino que involucró al clásico español del pasado 7 de octubre y sobre todo, al FC Barcelona.  Es muy común que los palestinos prefieran al equipo barcelonés antes que el Real Madrid, porque en cierto modo sienten un vínculo de opresión parecido a de los catalanes y comparan España con Israel. Tel Aviv solicitó al FC Barcelona si el militar israelí recién liberado por Hamas, Gilad Shalit, podía asistir al juego puesto que es aficionado al Real Madrid. Al saber esto, el gobierno palestino de Hamas decidió llamar a la población a hacer un boicot y no ver el juego que comúnmente paraliza las calles. Con tal de balancear el problema político, el FC Barcelona decidió invitar a Sarsak y otros dos directivos palestinos, invitación que fue tajantemente rechazada por Sarsak; pero los otros dos sí aprovecharon viaje y fueron al clásico.

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Como toda nación moderna, los símbolos son algo importante ya que crean ese sentimiento de unidad y afinidad cultural, y hoy en día la selección nacional de futbol es no sólo un símbolo sino un embajador mundial de la existencia de una nación. Palestina sabe de la importancia de una selección nacional y, a pesar de todos los obstáculos políticos y conflictos de guerra, está haciendo todo para desarrollar su selección.

Palestina estuvo cerca de calificar a los juegos olímpicos de Londres y está trabajando por mejorar su generación de futbolistas, poner a Palestina en el mapa y cumplir sus sueños de usar el futbol como apoyo para la creación del estado palestino.  Así que detrás de cada ataque que veas en Gaza estos días piensa que gente lucha por tener vidas normales y el futbol no está ajeno. En otra ocasión les cuento el origen de la Federación Palestina de Futbol.

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