Los esposos chinos de París

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Los esposos chinos de París

En el verano, los monumentos emblemáticos se convierten en un escenario para estos incesantes aspirantes a románticos que van y vienen.

Fotos y texto de Emeric Fohlen / Hans Lucas

Inmortalizar a tu pareja con traje de gala y en un entorno francés forma parte del itinerario de los futuros esposos chinos. En verano, es difícil salir a pasear por los grandes monumentos parisinos sin encontrarse a una pareja en plena sesión de fotos preboda.

Este fenómeno se convirtió en un paso casi obligatorio de la clase media china. Con la apertura de China y el desarrollo del turismo cultural, los habitantes del Imperio del Centro aprovechan cada vez más lo que ellos llaman "el arte de vivir a la francesa". Su viaje al corazón de la capital del romance es una manera de expresar su amor y, más que nada, de tener algo digno para presumir a todos sus conocidos antes de la boda en China.

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Antes de empezar esta serie, viví un año en China. Quedé marcado por la importancia que las generaciones jóvenes le dan a documentar y exponer sus vidas cotidianas. Cuando regresé a París, quedé igual de sorprendido de encontrar este mismo fenómeno tan cerca de mi hogar. Hay agencias especializadas que organizan las sesiones de fotos para estas parejas que vienen desde China. En el verano, los monumentos emblemáticos se convierten en un escenario para estos incesantes aspirantes a románticos que van y vienen. Apresurados por la ocasión, posan incansablemente durante horas. Decidí fotografiarlos porque me fascinaba su comportamiento imperturbable a pesar de la mirada insistente de los turistas.

Empecé esta serie por casualidad durante mis paseos parisinos. Como nunca llevaba una cámara profesional, tuve que utilizar el iPhone, lo cual resultó ser una ventaja ya que me permitía fusionarme discretamente entre la gente. Como su aparente felicidad me intrigaba tanto, los fotografié durante dos años sin dejar de hacer mis otros reportajes. Me concentré en los días más bonitos para capturar este amor de postal. Todas las imágenes fueron editadas con la aplicación Hipstamatic. Los colores vivos refuerzan el lado kitsch de la escena. El amor siempre es más bello con un filtro.

Emeric Fohlen es un fotógrafo francés miembro del estudio Hans Lucas. Síguelo en Instagram y visita su página oficial.

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