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VICE Sports

Los lugares para patinar son fugaces

A veces vas en el microbús y te percatas que la raíz de un árbol rompió la banqueta y creó una rampa perfecta para poder llegar al barandal en el que siempre soñaste hacer un slide.

La bowla.

Los patinadores nos encontramos en una búsqueda constante de spots. A veces encuentras un lugar que, accidentalmente, la arquitectura dejó para ti. En otras, sólo estás de paso, camino al trabajo o vas en el microbús y te percatas que la raíz de un árbol rompió la banqueta y creó una rampa perfecta para poder llegar al barandal en el que siempre soñaste hacer un slide.

Los spots son sueños, pero cuando tu forma se funde con el espacio arriba de tu tabla, eso es el skateboarding. En este sentido, encontrar albercas vacías también lo son. Cuando uno patina una alberca, es mejor mantenerlo en secreto, ya que atascar el spot puede hacer que, en cuestión de segundos, los vecinos lleguen para correrte y a veces hasta pueden llamar a la policía y acusarte "por uso indebido de el espacio urbano" o allanamiento de morada.

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Hay gente que buscamos existir del sueño del skate, siempre con el afán de buscar el spot que nunca volverás a patinar, intervenciones o arreglos, todo para crear un momento único en un espacio único y así generar nuevas sensaciones, nuevas texturas y nuevas experiencia que te hacen crecer en la vida como patinador.

Un lugar abandonado trae misterios y ambientes fantasmales. Los ecos de la tabla retumbando son un sueño hecho realidad. Foto cortesía de Nike SB.

Lo desconocido es algo que es parte del skate, somos foráneos aun en nuestra propia ciudad. La calle es libre y algunas veces las reglas nos hacen criminales por el simple hecho de apropiarnos de un lugar. A diferencia de una apropiación del espacio como lo hacen los maestros en el Zócalo o en el Monumento a la Revolución, sabemos que tomar el espacio público es algo que le duele al gobierno, pero entonces, ¿por qué nos hacen ver como un puñado de jóvenes desenfrenados con hambre de destrucción? También tenemos derecho del uso público, ¿o es sólo para algunos cuantos?

Ahora la tecnología hace que la propagación de información sea más eficiente. Antes, alguien podía decirte que encontró algún spot, que patinaron y que hasta llevaron una cámara, así que para poder comprobarlo tenías que esperar a que revelaran el rollo, ir a casa de tu compa y verlo con tus propios ojos. Esto habría tomado más de una semana, pero hoy, en segundos te pueden decir: "Güey, ya estamos en el spot, ¡apúrate!" En ese lapso de tiempo esperas con ansias llegar, piensas qué truco podrías hacer para subir tu foto a las redes sociales y afirmar que aún puedes subirte de ollie a una banca abandonada, pero la mejor motivación es la adrenalina y la presión de: "¡Patinemos antes de que nos corran!"

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Skate stoppers garra de león. Esta foto es de un artículo de la revista Slap, donde algunas personas suben fotos de los stoppers más absurdos. Imagen del usuario Fongstarr.

Hay personas que se esmeraron tanto en inventar objetos que impiden el uso de los rincones más atractivos para patinar, que crearon los famosos "skate stoppers". Son estos pedazos de metal o concreto que crean un tope en el obstáculo, así que nada de grind ni slide, pero como siempre, los patinadores nos adecuamos, no hay problema, los quitamos a la chingada o de plano pasamos por un lado. Esto no nos impide que nuestra creatividad nos dé la ruta para seguir usando el espacio público, lo curioso del asunto es que el güey que inventó estas madres era un patinador, quien seguramente fue al rincón más oscuro de su mente y encontró la respuesta a la pregunta "¿qué no me dejaría raspar esta madre?"

Los spots son fugaces, hoy están, pero mañana no sabemos. Es probable que encuentres el paraíso del skate: piso de mármol, una buena sombra para evitar la insolación, bebederos (con cerveza), rieles, escaleras y nadie que se siente a estorbar la banca que quieres patinar. Pero también puede ser que alguien monte su puesto ambulante ahí —que también son personas que están surfeando la ciudad apoderándose del espacio—, que algún indigente se orine en la caída de tus escaleras favoritas o las autoridades por fin se pongan a trabajar y arreglen todas las banquetas rotas que sirven como rampas. Lo que es cierto es que el skate va cambiando y se va acoplando a épocas. Antes una baqueta era suficiente para divertirte por horas, pero hoy el espacio que se patina tiene que ser más variado por la manera en la que todo esto va evolucionando.

Pascual se esmeró un chingo para terminar su bowl y aunque las manos de mucha gente se involucraron en el proyecto, hoy este sueño no existe. La bowla RIP.

El skate evoluciona y nosotros junto con él, pero a decir verdad, lo único que de plano puede arruinar tu sesión en el spot de ensueño, es lo que me tiene aquí escribiendo estas palabras: hoy no pude patinar por esta pinche lluvia.