Los majestuosos pescadores de Ghana

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Los majestuosos pescadores de Ghana

En promedio, 1.5 millones de personas de los 25 millones de ciudadanos ghaneses dependen totalmente de la pesca como fuente de ingresos.

El fotógrafo Romano Tudor Vintiloiu ha sido fotoperiodista de profesión por más de ocho años. Ha sido reconocido por sus proyectos fotográficos innovadores en lugares como África, América Latina y Asia. Dice que el shock cultural y la libertad presente en estos destinos son las cosas que más interesantes le parecen. Además, resalta el hecho de que "en África puedes vivir un mes con el mismo presupuesto que te gastarías en una semana en un resort al lado del mar en Europa".

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En 2013 y 2014, Tudor vivió cuatro meses en Ghana. Sobre todo, le interesaron los contrastes que rodean a este país. Mientras que unos ciudadanos gozan de una educación de calidad y viven rodeados de riqueza, otros sobreviven con la humilde pesca. Así fue como el fotógrafo, que para ese momento trabajaba en la campaña electoral de un político local, comenzó a documentar la vida de los pescadores en sus tiempos libres. En promedio, 1.5 millones de personas de los 25 millones de ciudadanos ghaneses dependen totalmente de la pesca como fuente de ingresos. La trágica historia de la esclavitud en Ghana todavía es palpable en las comunidades pesqueras. Por ejemplo, Jamestown, uno de los distritos más pobres cerca de la capital, solía ser un puerto para transportar esclavos al Nuevo Mundo.

"Mantuvieron los fuertes, los castillos y las celdas construidas por los españoles en el siglo 17. Estos lugares fueron especialmente diseñados para tratar a las personas como si fueran animales. Este país tiene una historia dolorosa que ha dejado grandes secuelas y muchas cicatrices. Como europeo, puedes sentir este resentimiento residual en la forma como los ghaneses te tratan. Cuando me miraban a mí, un europeo con una cámara en su cuello, me decían que de alguna manera los estaba explotando, pero con otra herramienta", cuenta Tudor.

Sin embargo, también hizo muchos amigos que accedieron a ser fotografiados. A pesar del número de botes y la ruda competencia por la comida, los pescadores de Ghana dependen el uno del otro: "Esposas, niños, vecinos, parientes, todos salen a ayudar con las cuerdas mientras cantan al unísono".

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