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Tecnología

Los recintos marginales de música en México - parte II

Detrás de los recintos y eventos independientes en la escena musical, hay gente verdadera que no son una puta empresa.

Acidandali en el Festival Aquí No Hubo Escena III. Foto por Ana Fantasma.

Hoy en día siguen existiendo lugares marginales para que se presenten artistas, y como ya lo mencionamos, han sido parte fundamental en la historia de la música. En verdad, cualquiera puede abrir un espacio para que su expresión sonora o artística favorita pueda ser apreciada por quien comparta su gusto por tal. Sin embargo, es una lucha constante no sólo con las autoridades, los vecinos y la cartera, entonces, ¿qué recompensa se tiene? Incubar expresiones artísticas tan buenas o mejores que lo que se encuentra en el extranjero, verlas de cerquita y desde que arman sus primeros pininos.

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En el 2014, la filosofía DIY (hazlo tú mismo) vive en lugares como el Bahía Bar, el Multiforo Alicia y el Real Under, entre otros. Más que recintos, hay muchos colectivos o personas que arman diferentes tocadas y ciclos en locales que pertenecen a alguien más, como bares rockeros, galerías, okupas o espacios no convencionales. Hay organizaciones y ciclos como Volta, Lxs Grises, Aquí No Hubo Escena, NAAFI, Castillos en el Aire, Negative Youth, LSDR, y festivales como All My Friends, Raymondstock, Chayito Fest y Antes de que nos olviden, así como decenas más a lo largo del país.

“Si quisiera tener dinero, pondría un local de salsa y lo llenaría de Godínez de miércoles a domingo, que te compran una botella de Buchanan’s o Torres”. Dice Fer Ledesma, la persona detrás del Bahía Bar, donde tocan muchos artistas de electrónica, garage y cosas menos convencionales. “Afortunadamente, creo mucho en lo que he presentado: gente como Javier Estrada, NAAFI, Siete Catorce y Juan Cirerol han sido elementos importantes para nosotros, como nosotros lo hemos sido para ellos. Es una relación recíproca, muy chingona y gratificante. El Bahía es un medio para que la gente lo trabaje”.

Cacophony Joy en VOLTA. Foto de Moisés Méndez.

Pocos se avientan el paquete de tener un lugar y Fer es de las personas que han abierto un espacio. “Los únicos lugares que no siento que sean empresas descorazonadas son la Legión Americana y el Under. O sea, el dinero está chido y es lo que hace que funcione todo, pero también tienes que hacerlo con gusto y es importante creer en lo que haces”.

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Para otros, abrir un recinto no es opción pero eso no los detiene para otras cosas. “Para el primer festival, la bodega [que usamos] era de mi madre”, dice Yair Hernández, una de las personas detrás de Aquí No Hubo Escena (ANHE), un colectivo que pretende romper fronteras entre sonidos y “descentralizar” al público y bandas del DF y el Estado de México. Originalmente, su misión era muy local. “Teníamos la idea de mantenernos en Azcapotzalco y zonas cercanas, pero conforme fue llegando gente interesada en el proyecto, decidimos expandirlo a otras zonas. Así llegó el espacio en CCH Vallejo, La Arena Royal Club (una casona ubicada en la San Rafael), Ecatepec y Xochimilco”.

Fuete Billete en el Bahía Bar.

Otra parte importante para ANHE es una necesidad más básica. Comenta Yair: “Para acudir a un foro céntrico se hace un gasto excesivo. Se tiene que pagar el cover, luego las cervezas que cada una cuesta casi lo mismo que el cover, y el gasto de pasajes, sobre todo cuando ya no encuentras metro y recurres a los taxis. También fue una necesidad cultural porque en esta zona de la ciudad, la propuesta de eventos y foros es nula. Tomamos como modelos al colectivo Happy Fi, lo que venían haciendo Vale Vergas Discos y Burger Records, además de este texto

“Lo que hace falta es estrategia e innovación para los nuevos artistas”, dice Lucía Anaya, quien con UFOria ha hecho eventos con talento nacional e internacional en recintos como Casa Roma, SOMA y Cine Tonalá, así como la versión nacional de Boiler Room. “Creo que el tipo de promoción sigue siendo muy tradicional, y el pensamiento de ‘tocar en el Vive Latino, ¡ya la armé!’ sigue vivo”.

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Dean Blunt en el Cine Tonalá. Foto cortesía de UFOria.

“Lo chingón no tiene que ser lo que le guste a la gente”, dice Fer Ledesma. “Por ejemplo Soledad, había pérdidas cuando tocaban pero lo que hacían era impresionante y valía la pena perder el dinero por ellos. Igual con San Pedro el Cortez; que sólo he ganado dinero en dos de sus presentaciones, pero todas han sido increíbles y son de las bandas que más respeto”.

“Muchas veces se liga lo independiente con lo ‘mal hecho’ y no es así”, señala Juan José Rivas, quien comenzó el ciclo de música experimental VOLTA que ha atraído a gente más allá del circuito más marginal, y también ha invitado a talento que no se acostumbra ver en esos escenarios. “Me ha importado que se mantenga independiente y además tenga un rigor de calidad. Hay que educar a la gente, porque si quieres un buen concierto, tienes que pagar. Estamos acostumbrados a que la cultura y lo underground son gratis, pero pienso que eso ya no aplica”.

Ledesma está de acuerdo con algunas de las declaraciones de Rivas. “Me pasó con una morra que yo sé que no está mal económicamente. Llegué y la vi que estaba sentada con su anforita de Bacardi y una Coca en la puerta del Bahía. Eso se me hace muy chafa, es como decirme que lo que yo estoy haciendo no vale nada, y me ha pasado varias veces”. De igual manera, muchos de estos colectivos reciben críticas por cosas tan simples como cobrar un cover. “Como público es muy fácil criticar”, dice Rivas. “Cuando haces algo y la gente no quiere pagar es como ‘no mames, ¿cómo esperas que me mantenga independiente y sin apoyos?’ Este tipo de debates se dan en Facebook, se quiere jugar al rebelde desde una postura completamente inocente”. Sin embargo, otros ya están viendo ciertos cambios. “Es bastante molesto cuando la gente se pasa un evento con el celular en la mano”. Dice Hernández sobre lo que sucede en ANHE. “Pero por suerte, en la mayoría de nuestros eventos, al ser algunas bandas completamente desconocidas para la gente, se limitan a escuchar”.

Finalmente, todos coinciden en que estamos pasando por un momento muy bueno en la música del país. “Creo que esta creciendo,” nos dice Anaya, “la gente ha volteado a ver proyectos como NAAFI, no sólo en México, sino fuera también". Fer Ledesma asegura que ahora se está generando un nuevo público y hay personas que se están atreviendo a hacer más cosas. “Tenemos a gente como Ediciones Conquista, el Antes, el All My Friends, personas que son visibles, que no son una puta empresa”. Rivas tiene una opinión similar pero recuerda que se necesita más que talento para seguir adelante. “En México tenemos un nivel muy cabrón comparado con actos internacionales. El pedo, ¿por qué demonios no generar un público que respete o se comprometa con lo que se está haciendo? La efervescencia puede durar uno o dos años pero esto se va a caer si no hay público que lo sostenga”.

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@Kiddieriot