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Los sociópatas confirman que son buenos en la cama (pero pueden tratarte como a una planta)

Ahora sé que los expertos no estaban mal en advertir a la gente y que los sociópatas son individuos muy convincentes.

¡Este lame espaldas podría ser un sociópata! O no. Foto vía Wikimedia Commons.

Hace unas semanas, hablé con algunos expertos en relaciones amorosas para que me explicaran cómo es tener una relación con un sociópata, lo cual explico en otro artículo para VICE. Después de que se publicó el artículo, recibí unos cuantos mensajes de sociópatas que querían compartir su experiencia. Como los escritores están acostumbrados a recibir correos extraños, al principio los ignoré. Pero no pude sacarme sus palabras de la cabeza y sucumbí a la curiosidad. Decidí escuchar lo que tenían que decir. Hablé con tres sociópatas diagnosticados –Jessica, Alexander y Taylor– sobre que se siente salir, coger y enamorarse de una persona con un desorden de personalidad antisocial.

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Jessica Kelly es una mujer transgénero de 30 años de edad. Escribe un blog llamado Psychogendered y no usa seudónimo. Alexander* es un hombre de 23 años que vive en Los Ángeles y prueba que la sociopatía no es binaria y que algunos sociópatas son muy generosos en la cama. Y Taylor*, un hombre de 40 años que vive en Chicago, vive con su novia y tienen una relación feliz y llena de perversión. Taylor dijo que su novia era una "sociópata incipiente".

Estas pláticas comprobaron que los expertos no estaban mal en advertir a la gente y que los sociópatas son individuos muy convincentes. Te harán tener un orgasmo pero puede que te traten como a una planta.

VICE: ¿Cómo te diagnosticaron el trastorno de personalidad antisocial?
Jessica Kelly: Fue un poco inusual porque me diagnosticaron a los veintitantos. La relación con mi ex esposo iba de mal en peor. Me dio un ultimátum: o buscaba ayuda para lo que creíamos que era una simple depresión, o nos separábamos. Así que pasé cuatro años en terapia tratando de superar mis problemas mentales y nos dimos cuenta de que la depresión no explicaba muchos de mis síntomas. No explicaba mi indiferencia emocional con otras personas, mi incapacidad para amar, mis experiencias sórdidas en la infancia, etcétera. Mi terapeuta me recomendó leer Confesiones de un sociópata porque quería plantearme la posibilidad de una forma sutil. Cuando leí el libro, me sentí identificada y fue entonces cuando empezamos a explorar la posibilidad del trastorno de personalidad antisocial. Y cuando unimos las piezas, todo encajaba a la perfección.

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¿Cómo ha sido tu experiencia con el amor?
Parece que el amor es una de esas verdades evidentes a la que muchos se aferran. Algunos lo describen como un latido o una convicción profunda por otra persona. Sin embargo, para mí es mucho más posesivo. No tiene nada que ver con los sentimientos. Simplemente sé que sería muy malo si la pareja se va. Es raro, es como tratar de explicar el color a alguien que nació ciego.

Una noche estábamos teniendo sexo y él preguntó "¿Te importa mi placer?". Y yo le respondí "No, solo me importa el mío".

¿Entonces qué buscas en una relación amorosa aparte del sexo?
Valoro la compañía pero tiene que ser según mis términos. Digamos que trato a los que están a mi alrededor como plantas en una maceta. Me gusta regarlas, cuidarlas pero quiero que me dejen en paz cuando no necesito su atención. Lo que cambió en mí después de la terapia —de hecho, sigo en terapia— es que el enfoque que le daba en ese entonces a mi matrimonio y el que le daría ahora son muy diferentes. Antes no me importaba si mi pareja se sentía satisfecha. Eso no quiere decir que ahora me importe, simplemente ya me di cuenta de que es una cuestión de intereses propios.

Otra cosa en común que tienen muchos sociópatas es algo que llamo "gato por liebre". Muchas personas que con trastorno de personalidad antisocial se portan muy bien durante el cortejo y cuando su relación ya está asegurada, dicen "a la mierda". No me gusta usar el término "flojos" pero digamos que regresan a sus raíces antisociales. Eso fue lo que pasó con mi esposo. Me porté muy bien hasta que nos comprometimos y regresé a mi analogía de la planta. Ya es mío. Ya no tengo que hacer nada.

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¿Y cómo fue el fin de la relación?
Interesante. La gota que derramó el vaso —tiene un poco que ver con el sexo— fue uno de mis mayores defectos: ser honesta en los momentos más inoportunos. Una noche, estábamos teniendo sexo y él me preguntó "¿Te importa mi placer?" Y yo le respondí "No, sólo el mío". Creo que así es el sexo para muchos sociópatas. Es una experiencia unidimensional e individual. Si la otra persona lo disfruta, es algo extra.

Tal vez son sociópatas, tal vez no. Foto vía Wikimedia Commons

VICE: Cuéntanos sobre cómo te diagnosticaron. ¿Siempre supiste que eras diferente?
Alexander: Creo que una parte de mí siempre lo supo. Recuerdo que cuando era muy joven, algunas interacciones sociales no tenían sentido para mí. De hecho, siguen sin tenerlo. Un día que estaba en un campamento de teatro, me preguntaron por qué quería actuar y respondí que porque siempre actuaba. Y era cierto. No me di cuenta del significado de mi respuesta hasta que entré a la universidad, cuando empecé a tomar la salud mental con más seriedad y a ir al sicólogo. Mi trastorno principal es de ansiedad con tendencias antisociales.

¿Estás saliendo con alguien en este momento?
No.

¿Hablaste sobre tu diagnóstico con tus parejas previas?
Es difícil para mí porque no soy muy romántico. Pero estuve en una relación durante cuatro años. Éramos más amigos que novios pero aún así practicábamos la monogamia. Y sí, lo sabía. Se lo dije cuando llevábamos un año saliendo y lo hablamos.

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¿Cómo reaccionó?
Bien. Lo entendió.

¿Podrías explicar más a qué te refieres cuando dices eso de que no eres muy romántico? ¿Por qué crees que tu experiencia es diferente en una relación?
Es una pregunta difícil de responder porque muchos de mis amigos dicen "Oh, estoy enamorado y no puedo dejar de pensar en ella". Pero para mí, esta clase de cosas no tiene sentido. No siento ese apego por la gente. Tengo amigas y tengo sexo con amigas. A veces. Pero no necesito tener una relación con una persona.

No es que no quiera sentirme conectado con la gente. Soy un chico solitario porque no me puedo conectar con las personas a ese nivel.

¿Entonces cuáles fueron las ventajas de estar con la misma persona por cuatro años?
La clave es encontrar a una persona que te entienda. En mi caso, ella lo hacía, al menos en el aspecto de la salud mental. Entendía que yo no estaba bien. De hecho, ella también tenía problemas. Por eso formamos un vínculo y nos volvimos cercanos. La ventaja es la misma que todos quieren: no estar solo.

¿Cuáles crees que son las ideas erróneas que se tienen sobre el trastorno de personalidad antisocial y los peligros de tener una relación con las personas que tienen ese diagnóstico?
Muchos creen que las personas con trastorno de personalidad antisocial, los "sociópatas" o los "sicópatas" no merecen tener una conexión con los demás. Al menos en mi caso, no es que no quiera sentirme conectado con la gente. Soy un chico solitario porque no me puedo conectar con las personas a ese nivel.

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Se cree que los sociópatas son manipuladores. ¿Tú lo eres?
Puedo serlo. Lo soy en el ámbito profesional. Nunca en mis relaciones porque tengo muy pocos amigos y valoro mucho su amistad.

Me contaron que los sociópatas pueden ser muy egoístas en el sexo. ¿Lo eres?
Oh dios, no. Soy todo lo contrario. El sexo es lo primero que permitió que sintiera una conexión a nivel personal con alguien más. Antes de eso, no tenía cómo conectarme con alguien de una forma comprensible. La manera en que se manifiesta mi trastorno de personalidad antisocial es como el cerebro de los reptiles. Sólo siento la parte de mí que está enojada, temerosa o que necesita sexo. Esa parte se expresa pero el resto se calla. Es como daltonismo emocional.

Pero el sexo es sagrado. Dar placer es una de las cosas que más disfruto. Poder dar algo a una persona, algo que ha tenido pocas veces debido a la forma en que nuestra cultura ve el sexo.

Plantas, como los sociópatas ven a sus parejas. Foto vía el usuario de Flickr Emily Hindle.

VICE: ¿Cómo te diagnosticaron trastorno de personalidad antisocial?
Taylor: Me di cuenta cuando fui a terapia en preparatoria.

¿Te sorprendió? ¿Sabías que eras diferente a tus compañeros?
No me sorprendí cuando me lo dijo la psiquiatra. Recuerdo que a los 23 años de edad, cuando me preguntaron para qué era bueno, respondí que para "manipular a la gente".

Dime, ¿estás saliendo con alguien?
Tengo novia y vivo con ella.

Y sabe sobre tu trastorno, ¿correcto?
Así es.

¿Cómo se lo dijiste y cuál fue su reacción?
No es un relato muy interesante. Fui honesto desde el principio y creo que ella también lo fue. Mi novia no es sociópata por completo pero estoy seguro de que es sociópata incipiente.

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Es lo mismo en el sexo y en las relaciones: a las dos les pongo atención. Si complazco a mi pareja, entonces mi pareja se va a esforzar para complacerme.

¿Alguna de tus ex novias reaccionó mal al saber de tu trastorno?
Claro. Una vez, una me dijo que yo no era una persona. Que era inhumano.

¿Cómo percibes el amor?
No me dan esos arrebatos emocionales que le dan a la mayoría. Sí siento cosas pero de forma más tranquila. La amo pero lo más importante es el respeto que le tengo. Me importa más verla, conocerla y valorarla a nivel intelectual. Aunque también a nivel romántico.

¿Cuáles crees que son las ideas equivocadas que tiene la gente acerca de las relaciones con sociópatas?
Una es que los sociópatas solo quieren herir a los demás. Soy capaz de herir a otras personas sin sentir remordimiento pero no es mi objetivo. Otra es que buscamos parejas con un carácter débil para poder manipularlos más fácilmente. Supongo que es cierto en algunos casos pero en lo personal, prefiero a las mujeres inteligentes con una buena autoestima. No me interesan las personas que necesitan que reafirmen su autoestima constantemente o que se pueden derrumbar en cualquier momento. Es más fácil estar con alguien que pueda aceptar un cumplido y que no esté lleno de dudas y de odio a sí mismo.

¿Podrías contarme sobre tu vida sexual? Algunos expertos dicen que el sexo con los sociópatas puede ser intenso y apasionado pero egoísta al mismo tiempo.
Al fin puedo presumir. Supongo que sí, puedo llegar a ser egoísta si es sexo ocasional. Lo que tenemos los sociópatas, o al menos yo, es que somos buenos para observar a las personas, entenderlas y utilizarlas para nuestro beneficio. Por otro lado, cuando descifras y llegas a conocer bien a una persona, puedes apoyarlos o destrozarlos. Es lo mismo en el sexo y en las relaciones: a las dos les pongo atención. Si complazco a mi pareja, entonces mi pareja se va a esforzar para complacerme. Mi novia y yo tenemos una vida sexual muy radical. Está llena de perversiones y somos muy abiertos. Tenemos varias parejas sexuales. No vemos a nadie más a menos que estemos juntos.

Qué buen acuerdo. ¿Has utilizado tus habilidades sociópatas para sacar ventaja en el sexo y en tus relaciones?
Por supuesto. Honestamente, no tengo idea de con cuántas he estado. Si puedes impresionar a alguien en la cama, seguro esa persona va a estar dispuesta a pasar por alto otros defectos. Y es una muy buena forma de atraparlos.

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