FYI.

This story is over 5 years old.

Cultură

Mantén tu buena reputación con una cirugía reconstructiva de himen (o, si eres pobre, con un himen chino)

Regresar sus vaginas a ese estado "puro y virginal" es posible.

Ilustración por Kara Crabb.

¿Recuerdas cuando eras adolescente y tu mamá te decía: “No tengas sexo antes del matrimonio o de lo contrario tu esposo te dejará botada en un basurero como la sucia prostituta que eres”? ¿Y que después te alcanzaron las hormonas, y estabas tan caliente que empezaste a coger con güeyes como si fuera un trabajo de tiempo completo? En retrospectiva, seguro desearías poder regresar al pasado para perder tu virginidad otra vez, ¿cierto?

Bien, putas, pues les tengo buenas noticias: regresar sus vaginas a ese estado “puro y virginal” es posible (no en un sentido médico, sino el sentido de la gente sin educación y ultrarreligiosa). De hecho, ¡muchas mujeres en el mundo lo están haciendo en este momento!

La cirugía reconstructiva de himen es uno de los procedimientos cosméticos más populares en China, y las chicas más ambiciosas desembolsan 700 dólares (unos 9,100 pesos) porque las vuelvan a coser. Al parecer, desangrarte sobre las sábanas en tu noche de bodas es símbolo de una relación amorosa y eterna.

¿No tienes el dinero? ¡No te preocupes! Si rejuvenecer tu pepa te parece demasiado costoso, tienes una segunda mejor opción: un himen artificial, también conocido como “himen chino” porque, una vez más, las mujeres chinas (o sus parejas tan tradicionalistas) adoran las vaginas vírgenes. Este fantástico invento, un verdadero milagro de la ciencia moderna, es una membrana de tejido falso que te aprieta el hoyito y “sangra” un poco cuando la atraviesan. Pero no saca tanto líquido rojo, sólo el suficiente para que puedas presumirle a tus amigas que te volvieron a tronar el ejote. Y no estamos hablando de sangre de segunda mano como la que usan en Halloween, esa que hacen con miel y colorantes artificiales. El líquido que sale de esta cosa te hará revivir con detalle ese doloroso recuerdo de extraña consumación.

Como sea, deberías conseguirte uno. ¿Por qué no querrías tener un himen extra a tu disposición? ¡Podrías usarlo para todo tipo de cosas y ponerlo en todas partes! En el culo de tu perro, en el pito de tu amante, en tu tesis de maestría. O haz lo que yo y compra un paquete de diez por 150 dólares (1,950 pesos) en hymenshop.com. Así podrás perder tu virginidad una y otra vez, porque, aceptémoslo, no hay nada más sexy que desgarrar un tejido para abrirse paso al interior. Pregúntale a tu abuelita.