México compró un lugar del tamaño de un tostador para viajar a la Luna

México compró un espacio del tamaño de un tostador en una carga con destino a la Luna para convertirse en el primer país latinoamericano en ser "cliente independiente" en una misión lunar.

Astrobotic, una empresa de Pittsburg originada en la Universidad Carnegie Mellon, se ofreció a llevar al país al espacio en 2016 a bordo de su módulo lunar privado.

Ahora, el objetivo de México es el "diseño y desarrollo de una carga útil mexicana para ser incorporada en una misión a la Luna para realizar experimentos en la superficie lunar", de acuerdo a la convocatoria abierta del Consejo Nacional de la Ciencia y la Tecnología (CONACYT).

México va a desarrollar un dispositivo con un peso aproximado de medio kilo que va a viajar fijo al Griffin Lander, un vehículo espacial privado de Astrobotic, por un precio de alrededor de 600 mil dólares. Con este lanzamiento, la empresa espera ganar el premio de 30 millones de dólares que ofrece el concurso Lunar-X prize de Google para el primer aterrizaje exitoso en la Luna de un robot financiado de forma independiente.

"Se espera que llegue algo del tamaño de una caja de zapatos o un tostador", dijo John Thornton, el director ejecutivo de Astrobotic, a la revista Aviation Week, con respecto al tamaño del dispositivo que va a mandar México al espacio, cuyo propósito aún no se ha determinado.

Video sobre la historia de la industria aeroespacial de México.

México ha sido el primero en muchas cuestiones de aviación y tecnología aeroespacial. Por ejemplo, fue el primer país latinoamericano en pilotear un aeroplano el 8 de enero de 1910 y el segundo en poner en órbita un satélite en 1985, después de Brasil.

Pero las cosas no siempre han salido tan bien. El 16 de mayo, el programa espacial mexicano recibió un duro golpe cuando falló el despegue del satélite Centenario que había costado 390 millones de dólares y que se destruyó al salir de la atmósfera terrestre.

En 1985, México lanzó dos satélites llamados Morelos I y Morelos II, junto con Rodolfo Neri Vela, el primero mexicano en ir al espacio.

Los satélites Morelos se volvieron obsoletos después la segunda ola de lanzamientos en 1993, con Solidaridad I y II, los cuales fueron reemplazados en 2012 con el satélite Bicentenario.

Centenario, el satélite mexicano que estalló horas después de su lanzamiento en mayo pasado, iba a unirse a Bicentenario, único satélite moderno que tiene México en órbita. Se espera que Morelos III, una copia del satélite Centenario fabricada por Boeing, se lance dentro de unos meses.

Según la Agencia Espacial Mexicana, este lanzamiento "abre toda una nueva etapa de posibilidades científicas y tecnológicas en materia de conectividad, banda ancha y comunicaciones" en el país como parte de un plan para promover el crecimiento en el sector aeroespacial entre empresarios y estudiantes mexicanos.

Se espera que el satélite Morelos III esté en funcionamiento durante los próximos 15 años, al igual que el satélite Bicentenario.

Sigue a Andrea Noel en Twitter